Querido San Lorenzo de Almagro:
¿en qué te has metido, amigo mio? Todos los días una noticia nueva, tu nombre manchado, mis ojos húmedos, tu historia al borde del abismo. No sé que hacer, no sabemos qué hacer. ¿Cómo ayudarte? Hoy todo te daña, nada suma, y todos se ríen de tu situación. Seguro no saben que saliste glorioso de algunas peores. ¿Pero a quién le importa? Yo lo sé y estoy muy preocupado.
Primero, allá en 1993, un presidente que llevaba unos años y siguió varios más, nos devolvió la localía y la alegría. Luego, resultó ser un gran corrupto y hoy es persona no grata en tierras nuestras. Después llegó la desvastación, un par de títulos, pero todo lo bueno que podíamos tener se fugó, las recetas del savinismo todavía las estamos pagando. Nos prendiste una luz de esperanza en diciembre del año pasado, cuando más de 8 mil personas se acercaron a elegir, pero al parecer otra vez nos equivocamos. El paraguayo millonario sigue el mismo prospecto, con la salvedad de que ha puesto mucha plata de su bolsillo. ¿Sirvió de algo? No, sólo para que las mismas deudas vuelvan más tarde.
Parecía que el receso invernal nos iba a hacer recapacitar, pero este semestre se ha convertido en una pesadilla sin final. Renuncias, malos resultados, desfiles mediáticos, reproches, cabaret… La Promoción al acecho, con toda la desesperación que atrae. Nadie trabaja tranquilo, todos cuestionan a todos, pero yo fiel, con ellos, en los tablones. ¿Por qué? Porque no puedo vivir sin vos, pero cada vez me duele más esto. La luz de esperanza de un hipermercado usurpador que vació sus góndolas y se está derrumbando, pero ¿de qué vuelta vamos a hablar si nos vamos a la B o nos fundimos?
Esta semana fue una de las más tristes desde que te juré amor eterno. Con el impulso de un triunfo llegábamos contra un rival directo para despegar de una vez por todas. Gol de un traidor para iniciar una ola de burlas, contra vos, que siempre sos el blanco de todos. Un fruto de la casa, referente del equipo, haciendo gestos a los hinchas que le pedían más actitud. Un técnico que perdió la mitad de los partidos que dirigió este torneo pero no se baja del barco, ¿es realmente el culpable? ¿O no tiene con qué? Luego, los quilombos que tanto les gustan a los medios, que tampoco tienen la culpa. En nada influyeron para que hoy nuestro pasivo llegue a 170 millones de pesos.
El tema de la semana, ¿quién fue? ¿A quién le importa? ¿Fue Migliore? ¿Fue un barra brava? Las internas. Que Ortigoza y Migliore no quieren hacer públicas sus incoformidades y le quieren dar para adelante. Que dos campeones con el club, como Botti y Tula, están indignados con la dirigencia y quieren inducir al resto a hacer lo mismo, haciendo más y más alboroto. Y resulta que ahora todos se quieren ir. Pero tampoco importaba, que venga Agremiados, el Comité de Seguridad, el que quiera. A pesar de la tristeza se acercaba el domingo, donde todos ibamos a poder ir a descargarnos de una vez. A verte, a ayudarte, a aconsejarte. Y se suspende. ¡Qué semana de mierda!
Que termine esta pesadilla Ciclón de mi vida. No aguanto más, y me da mucha impotencia poder hacer tan poco desde mi lugar. Si pudiera cancelar esa maldita deuda, si pudiera alejarte de esa Promoción malparida, si pudiera echar a Carrefour y volver otra vez a casa. Te extraño amigo, volvé de una vez, no te dejes lastimar. Vos no sos el que veo, tenés que cambiar. Yo te acompaño, como siempre, y vamos a salir de esta. Pero juntos.
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