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Cambiando todo detrás de los postes

Chelsea Roffey fue fue una de las primeras mujeres, sino la primera, en llegar a la máxima cita de un deporte, cuando fue seleccionada para ser la jueza de gol de la Gran Final de la Austraian Football League, algo así como un Super Bowl de Australia. En honor a este Día de la Mujer, RNB la entrevistó.

Casi nunca se vio a una mujer arbitrar a un evento masculino de relevancia. Y mucho menos si se trata de una final. Ninguna pudo estar, aunque sea, como cuarta árbitro en una final del Mundial o de la Champions League. Tampoco hubo una dama con la casaca blanca y negra a rayas típica de los réferis de la NFL en un Super Bowl. O formando parte de un terceto que haya arbitrado una final de NBA, por citar algunas situaciones de este estilo.

Quizá el fútbol australiano no suene nada familiar para quienes vivamos en este lado del planeta. Pero en el país oceánico el Footy es casi una religión. No por nada la Australian Football League es la cuarta liga del mundo en promedio de espectadores por partido, por detrás de la NFL, la Premier League y la Bundesliga. Allí sí hubo una mujer que pudo estar comandando las acciones de juego. O mejor dicho, que fue la encargada de determinar si una jugada terminó o no en gol. Ella es Chelsea Roffey, y fue mucho más que una testigo privilegiada de cómo Sydney venció a Hawthorn, siendo una de las 45 personas activas en cancha, contando a los jugadores y el resto de los árbitros. Pero para comprender este logro hay que conocer su historia. Para ello, Rock and Ball la entrevistó, sin importar la distancia que separaba Buenos Aires de Melbourne, donde vive actualmente.

Rock and Ball: ¿Qué querías ser de grande cuando eras joven?

Chelsea Roffey: Cuando era joven, aspiré a muchos trabajos diferentes. Al principio quería ser peluquera. Era muy femenina en aquel entonces, ya que practicaba ballet y siempre usaba los zapatos de taco alto y el maquillaje de mi mamá. Después decidí que quería ser chef. Eventualmente me enfoqué en la música y estudié clarinete en el Conservatorio de Queensland, con el objetivo de estar en una orquesta.

RNB: ¿Cómo comenzó tu pasión por el fútbol australiano?

CR: Mi pasión por el fútbol australiano comenzó cuando era chica. Nací en las afueras, y este deporte estaba en la sangre de las comunidades granjeras. Cada fin de semana, cuando tenía tres o cuatro años, estaba en el complejo deportivo con mis padres y con la comunidad para hinchar por el equipo local.

Roffey, en acción durante un encuentro de la AFL (foxsports.com.au)
Roffey, en acción durante un encuentro de la AFL (foxsports.com.au)

RNB: ¿Cómo fue que llegaste a ser árbitro?

CR: Mi primer acercamiento con el arbitraje fue durante la secundaria. Fui voluntaria para dirigir un par de partidos para el equipo de la escuela porque era fanática del juego. Cuando estudié en la universidad primero música y luego periodismo, dirigía en los fines de semana como un trabajo part-time. ¡Pensé que era una forma fantástica de que me paguen por mirar footy! Ascendí en los rankings y luego de 5 años fui alistada como umpire profesional en la máxima competición de Australia, la AFL.

RNB: ¿Alguna vez imaginaste que ibas a lograr lo que lograste?

CR: Siempre tuve grandes sueños y trabajé duro para ser la mejor que podía ser en lo que sea. Pero nunca imaginé en mi infancia que un día me convertiría en umpire en la Gran Final de la AFL. Como muchos sueños, comenzó siendo una oportunidad de decir que sí e intentar algo nuevo. A medida que desarrollaba mis habilidades y me ofrecían más oportunidades la idea de que un día alcanzase este sueño estaba siendo más real. Ahora que lo logré, puedo mirar hacia atrás y ver cuán difícil es llegar hasta aquí.

RNB: ¿Qué día fue más importante para vos en lo que se refiere a tu carrera? ¿Ser seleccionada para estar en el panel de AFL? ¿O estar en la Gran Final de 2012? 

CR: Cuando fui seleccionada para arbitrar en la AFL, fue el mejor día de mi vida. Estaba muy contenta y no podía esperar para salir a la cancha. Pero habría una gran cantidad de trabajo delante de mí, y sentí un peso en mis espaldas para probar que estaba bien para esa tarea. Mucha gente hizo preguntas, y tenía un gran deseo de mostrar de que era capaz y segura, y podía dirigir a los hombres. Ser seleccionada para la Gran Final ocho años después fue más importante para mí porque significó que nadie podía discutir que no era lo suficientemente buena. Trabajé duro durante muchos años y desarrollé mi conocimiento y mi experiencia a un nivel que era lo suficientemente respetable como para estar en el partido más importante del año.

RNB: ¿Qué diferencias hubo entre aquellos momentos, no solo acerca del impacto en vos, sino también en el resto de la gente?

CR: Ambos eventos me cambiaron la vida. Cuando me convertí en umpire de la AFL en 2004, pasé a estar muy comprometida con el cuidado del físico, el conocimiento del juego, las habilidades y el análisis. Mi compromiso con el fútbol tuvo su costo en otras áreas de la vida, como las relaciones sociales y mi carrera paralela. Además, era una mujer joven que estaba en una posición única; el público sabía quién era y había atención mediática que añadió presión a mi performance. Mucha gente evaluó aún más mi rendimiento debido a esa atención. A lo largo de los años, fui promovida como una “animadora” para las mujeres, pero a veces esto es incómodo, porque creo que las acciones hablan más fuerte que las palabras, así que es importante mostrar que estás haciendo bien tu trabajo antes que hablar sobre él. Cuando dirigí la Gran Final, muchas personas estaban contentas por mí, y por lo que esto significo para las mujeres en nuestra sociedad. La primer ministro de aquel entonces, Julia Gillard (N. de R.: Estuvo en el cargo hasta 2013), vino para conocerme y me felicitó personalmente. ¡Fue muy especial! Luego de la Gran Final, me convertí más que un símbolo para las mujeres en lo que se refiere a liderazgo. Pienso que esto me ofreció la oportunidad de promover la diversidad en un contexto más profundo que el deportivo.

Una visita muy especial: La primer ministro Gillard tuvo un encuentro con Roffey tras la final de 2012.
Una visita muy especial: La primer ministro Gillard tuvo un encuentro con Roffey tras la final de 2012. (twitter.com/JuliaGiillard)

RNB: ¿Seguís siendo observada como en tus inicios, cuando causó sorpresa el hecho de que haya una mujer umpire?

CR: En Australia, y particularmente en Melbourne, hay un montón de notas y de charlas sobre fútbol australiano. Hubo contadas ocasiones en donde los periodistas y los conductores televisivos hicieron valoraciones injustas que pusieron al género en la ecuación. Es difícil ser abiertamente sexista en Australia, pero ha una forma de hacerlo sin ser obvio ni abierto. Esto motiva a la audiencia a llamar a los programas de radios, y sentir que está bien ser crítico aún si no entienden correctamente las reglas. No obstante, hubo muchos ejemplos de periodistas y medios que fueron muy positivos acerca de mi manera de dirigir, y esto también probablemente es por mi género. Los aficionados son muy locuaces y a veces gritan abusivamente, aunque rara vez sea por el sexo. En síntesis, hay más opiniones positivas que negativas. Aunque es naturalmente humano recordar lo negativo. 

RNB: ¿Seguís siendo observada como en tus inicios, cuando causó sorpresa el hecho de que haya una mujer umpire?

CR: Soy más aceptada y respetada en mi rol en estos días comparado con mis inicios en la AFL. Ya pagué derecho de piso y probé que puedo hacer este trabajo.

RNB: ¿Qué situaciones curiosas tuviste que vivir en tu carrera?

CR: Dirigí 144 juegos hasta ahora, incluyendo algunos que tuvieron momentos cargados de adrenalina. Es increíblemente emocionante tener una vista privilegiada de habilidades de juego mágicas que nadie más puede experimentar. Algunas de las experiencias más curiosas fueron interacciones con aficionados que se sentaban detrás del área de gol. Tuve una poesía que me recitó un hincha muy colorido, e incluso encontré un par de calzoncillos lanzados sobre la cerca hacia donde estaba. ¡Pensé que era una broma! También tuve un jugador que intentó saltar encima de mío para intentar atrapar el balón (N. de R.: en el fútbol australiano, cuando uno atrapa de aire una pelota, tiene un tiro libre; esa acción se denomina “mark”).  Ellos pueden propulsarse con otros jugadores, ¡pero no con árbitros!

RNB: ¿Qué intereses tenés más allá del footy?

CR:  Online Canadian Pharmacy Store! To Buy Nolvadex online . Fastest Shipping, Nolvadex 20 Mg For Sale. Feb 5, 2015 – metoclopramide no rx fed ex buy metoclopramide md aligne buy Metoclopramide free delivery. Buy metoclopramide online without dr approval Más allá del fútbol disfruto de ver música en vivo y de descubrir nuevos lugares para comer. En Melbourne estamos llenos de opciones debido a que somos multiculturales, entonces hay muchos lugares baratos e interesantes para descubrir. La comida vietnamita es mi favorita. También amo viajar por el extranjero, pero para ello debo esperar hasta el final de la temporada, así que hay poco tiempo para hacerlo. Me encanta descubrir arte callejero. También tenemos mucho de esto en Melbourne.

RNB: ¿Qué hay de tu carrera como periodista (N. de R.: Se graduó en la Universidad Tecnológica de Queensland en 2004)? The best essay writing services

CR: Como periodista, divido mi tiempo entre trabajar en la oficina y en mi casa como freelance. Eso me facilita para manejar los entrenamientos y los compromisos que tenemos con el juego. Gran parte de lo que escribo es para una revista de salud, y mis temas principales son salud, nutrición, viajes, y perfiles de gente interesante. Además, suelo dar charlas sobre mi rol en el fútbol, ya sea a chicos en edad escolar, en conferencias deportivas o en empresas, sobre temas como la posición en el gol, y cómo es ser una mujer en un dominio masculino.

RNB: ¿Cómo fue desempeñarte en la asociación de árbitros en la liga?

CR: Mi trabajo para la AFLUA (Australia Football League Umpires Association) fue como representante de los jueces de gol alrededor de Australia. Somos 27 establecidos en los diferentes estados del país. Mi trabajo fue colaborar con la Asociación y ser el nexo con la AFL para negociar mejores condiciones de trabajo y comunicar en nombre de mis otros colegas. Fue una buena experiencia para comprender los procesos en la organización y estar activa para el cambio.

RNB: ¿Crees que en un futuro habrá más mujeres arbitrando en la AFL, no sólo como umpires, sino como referees principales?

CR: La AFL está muy entusiasmada en promover que las mujeres estén más insertadas en el juego. Ellas representan la mitad de los espectadores, y muchas chicas y mujeres juegan en un nivel regional. Fui la segunda muer en la historia en dirigir en la AFL (N. de R.: Katrina Pressley, también de Queensland, fue la pionera en 1998, dirigiendo tres temporadas), pero fui la única desde que comencé. Este año, otra chica se convirtió en jueza de gol (N. de R.: Rose O’Dea, de apenas 21 años), así que ahora somos dos. En el futuro, creo que habrá más oportunidades para que progresen las juezas de línea y de campo. Las demandas físicas son mayores que las de las juezas de gol, más allá de que todos debemos aprobar el examen físico. Si la performance de los árbitros no se ve comprometida, se abrirán oportunidades para más mujeres.

RNB: ¿Sentís que sos un modelo a seguir?

CR: Siempre estuve muy enfocada en rendir bien como umpire y no estaba demasiado consciente en promoverme como un modelo a seguir. Sin embargo, a lo largo de los años, aprecié más cómo mi posición permite influir a otras chicas, motivándolas a que aspiren a lograr lo que quieren en la vida. También espero que mi experiencia pueda ayudar a la comunidad a aprender a respetar más a las chicas y a las mujeres en general a lo largo de todos los niveles de la sociedad.

Roffey RNB 3
(theage.com.au)
Periodista deportivo, aunque también pueden decirle Licenciado. Escribió un libro, el árbol y el hijo aún los debe. Fanático de los deportes (y de Boca), pero también de los libros (más aún los de Casciari) y de Love of Lesbian. En una palabra: polifuncional.