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Cada vez más cerca

Como hace un par de meses en Wimbledon, Juan Martín Del Potro perdió en Shanghai frente a Novak Djokovic. En poco más de dos horas y media, el actual segundo mejor jugador del planeta ganó por 6-1, 3-6 y 7-6 (3).

Como en 2009 en Montreal frente a Murray y en Indian Wells con Nadal este año, Delpo se quedó en la puerta de sumar su primer título de Masters 1000. Hoy la clave fue la decisión. Decisión que le faltó al argentino para cerrar los puntos, solo subió 5 veces a la red, y decisión que le sobró a Djokovic cuando las papas quemaban.

Con un juego sólido desde fondo y tomando la iniciativa, Nole arrancó con todo en el primer set, firme con derecha y con revés, con las aperturas que lo caracterizan, le sacó apoyos a un Del Potro que nunca pudo hacer pie en el inicio del partido. Pegando a la carrera y jugando muy centralizado, el argentino le facilitó las cosas al serbio que convirtió la conversación en un monólogo y rápidamente cerró el parcial.

Las cosas no pintaban bien para el tandilense. Sin embargo a Djokovic, en su primer game de servicio del segundo set, algo le pasó. Sin estabilidad en sus piernas, empezó a trastabillar en las terminaciones de los golpes, como si fuese un muñeco de trapo manejado por hilos, 3 caídas le dieron la chance a Del Potro de meterse en partido, quebrarle el saque y agarrarse del marcador para salir adelante. Ahí fue el mejor momento del cinco del mundo. Subiendo el porcentaje de primeros servicios y empezando a sentir la pelota cada vez que impactaba, se fue afirmando con su saque y saliendo de situaciones complicadas, tuvo un 0-40 en contra, para llevarse el segundo set.

En el tercero la tónica no cambió, los espectadores seguramente sintieron un dèjá vu, es que el partido se presentaba tal y como pasó en Wimbledon hace meses atrás, Delpo seguía pegando y Nole defendiendo de una manera impecable, tan bien lo hacía el serbio que hasta por momentos parecía bizarro, de un lado al otro, el exmejor del mundo dejaba un surco en el fondo de la cancha, mientras que el tandilense seguía martillando. La ecuación no resultaba, es que cada palazo era respondido por una pelota lenta y profunda y un reposicionamiento perfecto. Momento ideal para subir a la red, para cerrar los puntos, pero Juan Martín no lo hizo, por respeto al contragolpe de su rival o por una falla en el plan de juego, desaprovechó un periodo que estaba claramente a su favor y, cuando perdonas a estos tipos ya se sabe que pasa. Djoker se acomodó y empezó a demostrar su jerarquía, generando chances de quiebre que no pudo concretar, y ganando en cero sus últimos tres juegos de servicio, llevó el partido al tiebreak donde fue muy superior a una torre que no veía la manera de pasar a la muralla serbia. 7-3 fue el resultado con el que Djokovic se llevó su decimoquinto Masters 1000 y estiró su racha a veinte partidos seguidos sin perder en territorio asiático.

Sin embargo, a pesar de que le cerraran otra vez la puerta en la cara, se lo vio bien a Del Potro. Con el título de la semana pasada en Tokio y llegando a la final de este torneo después de pasear a Nadal en semifinales, parece ser que recupero la confianza y, de a poco, se va asomando el pibe incontenible y hasta que le falto el respeto al uno y al dos en las semis y final del Us Open 2009.

Quedan tres torneos por delante, París, Basilea y Londres. Con un Ferrer en un mal momento y Murray ya retirado hasta el 2014,  Del Potro tendrá que conseguir 1390 puntos de 3000 disponibles  para quedar como tres del mundo por primera vez en su carrera. Si juega así, las chances estarán intactas.