Después de que el máximo ídolo de la historia de Independiente, Ricardo Bochini, demuestre públicamente su disconformidad con Ramón Díaz la dirigencia del Rojo decidió contratarlo como asesor del entrenador.
Ramón Díaz no es un técnico de pocas pulgas, es muy exigente con los dirigentes y siempre pidió refuerzos de jerarquía: Esta vez solo llegó Ernesto Farías, quien todavía no marcó un gol y está lejos de cumplir con las expectativas generadas antes del inicio del Torneo Clausura.
El título de Asesor futbolístico le da a Bochini el poder de intervenir en las decisiones de los entrenadores de todas las áreas del fútbol de Independiente, algo que seguramente al Riojano le va a molestar; aunque cabe destacar que después de que El Bocha lo haya criticado, el Pelado lo había invitado a que vaya a ver como trabajaba. Se lo tomó muy a pecho.
Bochini había sido el nombre que dio vueltas durante toda la campaña de Javier Cantero, ya que este tenía la idea de nombralo presidente Honorario del equipo más ganador de Avellaneda, pero al fin y al cabo llegaron a la conclusión de que el Rey Bocha iba a ser más útil en un cargo que lo tenga más ligado al fútbol; donde pueda intervenir y opinar de lo que más sabe.
Después de la derrota ante Estudiantes se habló mucho de la supuesta renuncia de Ramón Díaz, porque el equipo está último en la tabla de posiciones y es el único que todavía no sumó ni un punto en lo que va del torneo. El entrenador que supo ganar todo con River, tanto como jugador y como técnico, no fue el elegido de Cantero para dirigir a Independiente, ya que había sobrevivido de la gestión de Julio Comparada, la cual no es vista con buenos ojos por el hincha ni por la actual Comisión Directiva.
El futuro del entrenador del Rey de Copas no es para nada auspicioso. El partido del sábado ante Argentinos en el Libertadores de América podría ser el detonante final para que Ramón Díaz deje de ser el técnico de Independiente. Los jugadores no responden, la base es la misma que ganó la Sudamericana en el 2010. La gente no se va a aguantar una derrota más, los dirigentes tampoco.
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