Definitivamente algo pasa, mejor dicho, pasan “muchas” cosas en este plantel comandado por Carlos Bianchi que sigue buscando victorias y no puede lograrlas. Criticado por su forma de jugar, porque realmente no juega a nada y donde por ejemplo, equipos como San Martín de San Juan le convierten media docena de goles en un partido como si fuera el Barcelona, hoy debemos decir que Boca mejoró con respecto a lo que venía mostrando y hasta podemos confirmar que mereció ganar. Pero nuevamente fue derrota, ¿su rival?, el último en la tabla, Estudiantes de La Plata.
El resultado fue 1 a 0 a favor del local que en la única posibilidad concreta de gol que tuvo, logró marcar. El xeneize siempre fue superior en la posición de la pelota y tuvo varias chances de poder anotar, pero el arquero Rulli, el gol de Maxi Núñez y la “mala leche” por la que pasa actualmente el club de la ribera, le impidieron ganar o llegar a un simple empate.
Sin lugar a dudas, podemos hacer miles de análisis, pero hay algo que es cierto, Boca fue otro equipo, no careció de ideas como solía hacerlo, fue creciendo en el juego a medida que pasaban los minutos y tal vez mereció mejor suerte. Hay varias confirmaciones que se dieron hoy que vale la pena aclarar.
Chiqui Pérez es de los defensores más limitados que tuvo Boca en los últimos años, definitivamente no es un jugador para esta institución, desde que llegó no lo es y al igual que Cellay (tiene más tiempo en el club) no le quedan muchas oportunidades para demostrar, si no lo hacen ahora, en pocos meses tendrán que buscar nuevos destinos. Orión sigue marcando que es el mejor jugador del plantel sin lugar a dudas, Acosta cuando juega de delantero inquieta bastante, molesta, se mueve constantemente y en este encuentro, Desábato le cometió una falta dentro del área, era penal para el xeneize que el árbitro Abal no llegó a ver o no quiso ver.
Bianchi tiene un nuevo récord en la institución, es el más ganador de todos, pero con esta derrota en La Plata, llega a la peor racha histórica sin ganar, 10 partidos sin conseguir una victoria, para sus hinchas y para un club tan grande como este, es demasiado, además hay que marcar que en esa cantidad de encuentros, Boca nunca le convirtió más de un gol a sus rivales.
En la única clara que tuvo, Estudiantes facturó, el conjunto del virrey perdonó varias veces y el pincha aprovechó para marcar en el momento justo, golpe duro para la visita que a pesar de buscar la paridad, no pudo encontrarla. Las buenas pasan por la vuelta de Paredes, Erbes y Acosta, el técnico empieza a recuperar algunos soldados de cara al futuro y esto es muy positivo. El miércoles se jugará el partido de ida ante el Corinthians y el próximo domingo el superclásico del fútbol argentino, será una semana determinante para Boca que intentará seguir mejorando su nivel (como lo hizo hoy) pero sumándole “efectividad”, algo que esta tarde no fue posible, por eso y por mala suerte, se perdió hoy.
Pero todos sabemos que un partido no se gana por méritos, por situaciones o porque tenes más tiempo la pelota, el ejemplo más claro es lo que paso hoy ante el conjunto de Pellegrino. En la búsqueda de un mejor fútbol y con la urgencia de conseguir resultados, entre esos dos objetivos anda Boca, pero mientras tanto sigue perdiendo y a mitad de semana lo puede pagar muy caro.
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