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Boca a cuartos: Le tocaron el orgullo

Lo subestimaron, lo dieron por muerto, le tocaron el orgullo. Boca sacó de la Copa Libertadores al último campeón que luego se consagró en el Mundial de Clubes, y sigue vivo en el ámbito internacional. Fue 1 a 1 con un gol clave de Riquelme en el primer tiempo y con varias fallas arbitrales de Carlos Amarilla. Ahora se viene el puntero del Torneo Final, Newell´s Old Boys, el jueves en la Bombonera.

Lo subestimaron, lo dieron por muerto, le tocaron el orgullo. Boca sacó de la Copa Libertadores al último campeón que luego se consagró en el Mundial de Clubes, y sigue vivo en el ámbito internacional. Fue 1 a 1 con un gol clave de Riquelme en el primer tiempo y con varias fallas arbitrales de Carlos Amarilla. Ahora se viene el puntero del Torneo Final, Newell´s Old Boys, el jueves en la Bombonera.

Iba de punto. Ante el campeón, que para colmo se reforzó con Paolo Guerrero y Alexandre Pato para consagrarse nuevamente, y que no había recibido goles jugando como local. Pero Boca, Carlos Bianchi, y Juan Román Riquelme, saben bastante de esto. En el partido que definía el futuro de un semestre que lo encuentra al Xeneize anteúltimo en el Torneo Final con doce encuentros sin conocer la victoria, Boca le peló la chapa al Corinthians y pisó fuerte en el Pacaembú para obtener el pasaje a los cuartos de final.

Con la ventaja del 1-0 obtenido en la Bombonera con aquel gol de Nicolás Blandi, Boca afrontaba el encuentro de vuelta con el regreso de Riquelme y con el mismo mediocampo del partido de ida. Y en el primer tiempo le funcionó a la perfección, el 4-4-1-1 cerró todas las opciones de pases en los jugadores del Timao y la presión de un mediocampo liderado por Walter Erviti era ideal para no dejar jugar a Emerson en soledad.

Al buen trabajo de Boca en esa primera mitad, se le sumaron los horrores arbitrales de Amarilla que fueron claves en el desarrollo del encuentro. En primer lugar no dio un penal en contra luego de una mano de Leandro Marín cuando marcaba a Emerson, y luego anuló mal un gol de Romarinho con un offside que no era. En ese momento, cuando Corinthians parecía encontrar las vías para complicar a Boca, apareció Riquelme para silenciar el Pacembú con un golazo tremendo. El 10 ejecutó rápido un tiro libre junto a Erbes, le dieron espacio, y remató desde su casa para que la pelota ingrese por la espalda del gigante Cassio. Con ese gol, el Corinthians debía convertir tres goles para conseguir la clasificación.

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Para el inicio del segundo tiempo, Tité mandó a Pato y Edenilson a la cancha para lograr la hazaña. Y a los cinco minutos, el Corinthians dijo presente en el partido con un centro de Emerson que conectó con la cabeza de Paulinho para poner el empate y darle mecha a la ilusión paulista. Luego de la igualdad, se vino el vendaval del Timao con centros desde todos los costados a las cabezas de Guerrero y Paulo André, pero Boca lo supo aguantar con orden y un gran trabajo de Agustín Orión.

Lo tuvo el Corinthians para darlo vuelta con un remate de Danilo que desvío muy bien Orión y luego otra clarísima de Pato, que ya sin arquero, se enredó y no pudo empujarla para el 2-1. Boca se sostuvo con el alma, corriendo todas las pelotas, y hasta pudo liquidar la historia con un remate de Blandi que se fue desviado por encima del travesaño. En el final salió Román e ingresó su amigo Viatri, y el conjunto de Bianchi se defendió con todos sus hombres más el ingreso de Bravo y Zarate dejando a Viatri en soledad arriba.

Merecido pasaje de Boca a cuartos de final, en una serie donde fue superior durante 135 minutos, y solo superado durante 45. El Xeneize terminó derrotando al Corinthians en el Pacaembú, justo en ese estadio donde sufrió el año pasado ver como el Timao se quedaba con el trofeo. Ese 4 de Julio del 2012, la figura de Riquelme rodeó el escándalo y Boca perdió la Copa. Hoy, en el mismo estadio, marcó un golazo para poner a su equipo en los cuartos de final. A Boca le tocaron el orgullo, a Román también…