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Blancos y negros entre Nalbandian y Del Potro

Cuando el nivel de Guillermo Coria se vino en picada, y mucho más aun después de su retiro, David Nalbandian pasó a ser el tenista número uno de Argentina. Héroe de Copa Davis, verdugo máximo de Roger Federer, hasta la explosión de Rafa Nadal, a quién derrotó en la épica final del Torneo de Maestros en el 2005, David no encontraba nadie que le hiciera sombra en el ámbito  local.

Hasta que en el 2006 llegó el punto de inflexión. Cuando el unquillense se hallaba en su mejor momento (ubicado en el  tercer puesto del ranking mundial), perdió de forma increíble la semifinal del abierto de Australia ante el chipriota Marcos Baghdatis, luego de estar dos sets arriba y dejó pasar la posibilidad de enfrentar a Roger Federer en la final, a quien aventajaba en el historial. En ese instante, a David se le escapó el tren para alcanzar la cima. Como si esto fuera poco, ese mismo año saltó al circuito ATP un chico flaco y muy alto nacido en Tandil, con mucha proyección, pero verde aun. Ese pibe era  Juan Martín Del Potro.

 

[caption id="attachment_29060" align="aligncenter" width="480" caption="Delpo y Nalbandian, luces y sombras de una comparación inevitable."][/caption] Durante el 2006, Nalbandian consiguió mantener un buen nivel y así se mantuvo entre los 10 primeros del ranking, pero su gran chance se había esfumado. Por su parte, del Potro alcanzó el puesto número 92, y se convirtió en e jugador más joven del top 100 de la temporada.  

A partir de ese año comenzó la lenta transición de la corona. Por un lado, los problemas físicos comenzaron a acechar al cordobés, mientras que Juan Martín se afianzaba en su juego. La calidad y la fácil adaptación a todas las superficies de David eran indiscutibles, pero su cuerpo no lo acompañaba. Por su parte, Delpo iba consiguiendo dominar su cuerpo, y aprendió a sacarle todo el jugo a sus 1,98 metros.

Pero no fue sino hasta fines del 2008 cuando por fin se completó el cambio. Ese año marco definitivamente la carrera del tenista de Tandil. Si bien no obtuvo ningún título durante la temporada, los buenos resultados cosechados le permitieron participar por primera vez en su carrera del la Torneo de Maestros, en Shangai. De aquí en más, Nalbandian solo consiguió superar en el ranking a Del Potro cuando este estuvo lesionado.

El 2010 fue un año nefasto para el mejor singlista argentino. A pesar del buen comienzo del tandilense, una lesión en la muñeca en el Abierto de Australia lo dejó fuera de las canchas por el resto de año. Esto lo hizo caer hasta el puesto 257. Como contraposición, David tuvo un buen año, más allá de las lesiones. A pesar de haber jugado poco, los puntos que defendía no eran muchos, así que la obtención del ATP 500 de Washington y un par de buenas actuaciones, le permitieron finalizar en el puesto número 27.

Hoy por hoy, tanto Nalbandian como Del Potro viven realidades diferentes. A lo largo del 2011, Delpo ha logrado dejar atrás el fantasma de las lesiones, y se consagró campeón en los torneos ATP 250 de Delray Beach y Estoril. Poco a poco va logrando que su nivel se asemeje al que en el 2009 lo catapultó al cuarto escalafón del ranking mundial. Todavía su saque no es el de antes, y se le nota la falta de competencia, pero su juventud le juega a favor.

Del otro lado de la red está David, que no puede con su físico. Tuvo un buen comienzo de año, cuando alcanzó la final del Heineken Open, en Nueva Zelanda, pero la suerte no estuvo de su lado. Para peor, en la primera ronda del Abierto de Australia, debió enfrentarse al ex número 1, Lleyton Hewitt. El partido fue una tortura. Fueron casi cinco horas de lucha bajo el intenso sol australiano. Finalmente David se quedó con el partido, pero su cuerpo sufrió demasiado, y debió abandonar en el siguiente match.

Luego de ese Grand Slam, Nalbandian se sometió a dos operaciones, para logras superar definitivamente sus problemas de aductores, pero todavía no consiguió  levantar el nivel.

Esta semana comenzó el Master 1000 de Cincinnati, y contará con la participación de ambos tenistas. Delpo quiere continuar con su levantada, y de esta manera llegar al 100% al US Open, torneo que supo ganar en el 2009, y que se disputará dentro de dos semanas, mientras que David tratará de sacarse la espina que le dejaron las eliminaciones en primera ronda en los últimos dos torneos que participó, y llegar en un buen nivel para la Copa Davis, su gran objetivo de año.

 

Cuando el nivel de Guillermo Coria se vino en picada, y mucho más aun después de su retiro, David Nalbandian pasó a ser el tenista número uno de Argentina. Héroe de Copa Davis, verdugo máximo de Roger Federer, hasta la explosión de Rafa Nadal, a quién derrotó en la épica final del Torneo de Maestros en el 2005, David no encontraba nadie que le hiciera sombra en el ámbito  local.

Hasta que en el 2006 llegó el punto de inflexión. Cuando el unquillense se hallaba en su mejor momento (ubicado en el  tercer puesto del ranking mundial), perdió de forma increíble la semifinal del abierto de Australia ante el chipriota Marcos Baghdatis, luego de estar dos sets arriba y dejó pasar la posibilidad de enfrentar a Roger Federer en la final, a quien aventajaba en el historial. En ese instante, a David se le escapó el tren para alcanzar la cima. Como si esto fuera poco, ese mismo año saltó al circuito ATP un chico flaco y muy alto nacido en Tandil, con mucha proyección, pero verde aun. Ese pibe era  Juan Martín Del Potro.

 

Delpo y Nalbandian, luces y sombras de una comparación inevitable.

Durante el 2006, Nalbandian consiguió mantener un buen nivel y así se mantuvo entre los 10 primeros del ranking, pero su gran chance se había esfumado. Por su parte, del Potro alcanzó el puesto número 92, y se convirtió en e jugador más joven del top 100 de la temporada.

 

A partir de ese año comenzó la lenta transición de la corona. Por un lado, los problemas físicos comenzaron a acechar al cordobés, mientras que Juan Martín se afianzaba en su juego. La calidad y la fácil adaptación a todas las superficies de David eran indiscutibles, pero su cuerpo no lo acompañaba. Por su parte, Delpo iba consiguiendo dominar su cuerpo, y aprendió a sacarle todo el jugo a sus 1,98 metros.

Pero no fue sino hasta fines del 2008 cuando por fin se completó el cambio. Ese año marco definitivamente la carrera del tenista de Tandil. Si bien no obtuvo ningún título durante la temporada, los buenos resultados cosechados le permitieron participar por primera vez en su carrera del la Torneo de Maestros, en Shangai. De aquí en más, Nalbandian solo consiguió superar en el ranking a Del Potro cuando este estuvo lesionado.

El 2010 fue un año nefasto para el mejor singlista argentino. A pesar del buen comienzo del tandilense, una lesión en la muñeca en el Abierto de Australia lo dejó fuera de las canchas por el resto de año. Esto lo hizo caer hasta el puesto 257. Como contraposición, David tuvo un buen año, más allá de las lesiones. A pesar de haber jugado poco, los puntos que defendía no eran muchos, así que la obtención del ATP 500 de Washington y un par de buenas actuaciones, le permitieron finalizar en el puesto número 27.

Hoy por hoy, tanto Nalbandian como Del Potro viven realidades diferentes. A lo largo del 2011, Delpo ha logrado dejar atrás el fantasma de las lesiones, y se consagró campeón en los torneos ATP 250 de Delray Beach y Estoril. Poco a poco va logrando que su nivel se asemeje al que en el 2009 lo catapultó al cuarto escalafón del ranking mundial. Todavía su saque no es el de antes, y se le nota la falta de competencia, pero su juventud le juega a favor.

Del otro lado de la red está David, que no puede con su físico. Tuvo un buen comienzo de año, cuando alcanzó la final del Heineken Open, en Nueva Zelanda, pero la suerte no estuvo de su lado. Para peor, en la primera ronda del Abierto de Australia, debió enfrentarse al ex número 1, Lleyton Hewitt. El partido fue una tortura. Fueron casi cinco horas de lucha bajo el intenso sol australiano. Finalmente David se quedó con el partido, pero su cuerpo sufrió demasiado, y debió abandonar en el siguiente match.

Luego de ese Grand Slam, Nalbandian se sometió a dos operaciones, para logras superar definitivamente sus problemas de aductores, pero todavía no consiguió  levantar el nivel.

Esta semana comenzó el Master 1000 de Cincinnati, y contará con la participación de ambos tenistas. Delpo quiere continuar con su levantada, y de esta manera llegar al 100% al US Open, torneo que supo ganar en el 2009, y que se disputará dentro de dos semanas, mientras que David tratará de sacarse la espina que le dejaron las eliminaciones en primera ronda en los últimos dos torneos que participó, y llegar en un buen nivel para la Copa Davis, su gran objetivo de año.