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Liga de Catar: Un paseo por el Petrofútbol

El Petrofútbol, un pequeño repaso de la Liga de Estrellas de Qatar que revolucionó el mercado futbolístico y por la que pasaron jugadores de renombre como Batistuta, Romario y el Pájaro Caniggia.

El fútbol catarí no resultó ser el único que, a base de petrodólares, finalmente consiguió llegar a formar una especie de liga estable, pero sí el primero -o, al menos, el caso más llamativo. La presencia de un jeque o de empresarios multimillonarios en clubes de fútbol, pareciera, está de moda, como lo venimos viendo en clubes como el Manchester City y el Málaga, lo que nos llevó a realizar un pequeño resumen de la Liga de Estrellas por la que pasó más de un jugador de renombre a nivel mundial.

En medio de tanto equipo que logra enriquecerse tanto económica como futbolísticamente gracias a multimillonarios que no saben en qué gastar sus montañas de dólares, como lo son en la actualidad el Málaga y el último Don Billetin, el Anzhi ruso, siempre surge la curiosidad de ahondarse más en el tema y buscar antecedentes: en este caso la famosa liga de Qatar, (a la que podríamos llamar Petroliga, Petrofútbol, como más se prefiera) que tantas estrellas vio pasar por casi todos sus equipos. Romario, Caniggia y Batistuta fueron algunos de ellos, sin dudas jugadores de renombre en el fútbol global y que llegaron a enriquecerse al país de Oriente Medio.

 

Las competiciones locales

 

La liga de fútbol catarí se creó en el 1973 y sólo posee dos divisiones, con 12 equipos en la Primera División y 10 en la segunda. Entre los equipos más ganadores nos encontramos con el Al-Sadd, que con 11 ligas lidera la competencia, seguido por el Al-Arabi Sports Club con 7 triunfos y el Al-Rayyan con 6. Por su parte, el campeón actual, el Al-Gharrafa (ex Al-Ittihad), tiene en su haber 4 ligas ganadas.

Estos clubes también disputan la Copa Emir de Catar, que fue creada un año antes que la liga y en la que el Al-Sadd conserva su reinado con 12 competencias ganadas, seguido por el Al-Arabi con 8 y el Al-Gharrafa con 6. La tercer y última competencia del fútbol masculino catarí es la Copa Príncipe de la Corona de Catar, disputada sólo por los 4 primeros de la liga y en la que el Al-Sadd es el ganador hegemónico con 5 títulos. Sí, es el club rompe ort*s de Catar.

Pareciera que estamos por volver a la secundaria, pero no. Antes de ver el por qué de tanta estrella mundial llegando a esta casi insignificante liga hay que saber un poco de este emirato del Oriente Medio. Como la mayoría de las naciones de su alrededor, Catar encuentra su fuerte económico en el gas natural y, principalmente, en el petróleo, recursos que a nivel mundial representan un gran porcentaje; con el descubrimiento del oro negro el siglo pasado, esta nación transformó completamente su economía y se convirtió en el país con mayor PBI per cápita del mundo. Para el que no entienda, como yo, Wikipedia manda.

 

La economía catarí  y los Al Thani


Ahora bien, en cuanto a poder nos encontramos con los Al Thani, la familia real de Catar. El capo, el jefe, el emir de este emirato es Hamad bin Jalifa Al Thani. Este jeque, que extrañamente llegó al poder luego de derrocar a su padre del trono, es entre otras cosas el mayor accionista de la cadena de televisión Al-Yazira y el presidente de la Federación de Fútbol de Qatar (FFQ). De esta forma explicamos un poco la influencia de este señor en el fóbal catarí, ya que ha sido el mayor responsable de que la Liga de Estrellas pueda llamarse así.

Sin embargo, el esposo de tres mujeres no es el único de la familia al que le gusta meter mano en el fútbol. Tamim bin Hamad Al Thani, su hijo, es propietario del París Saint-Germain, mientras que Abdullah bin Nasser Al Thani, otro de sus parientes, es hoy el propietario del Málaga. Sin dudas una familia real muy gustosa por el deporte, gusto que los llevó a emigrar jugadores de renombre a Catar para desempeñarse en la liga local.

Ahora sí, vamos a lo que nos compete. Como se dijo más arriba, grandes jugadores han arribado a esta nación de Medio Oriente para jugar en su liga. Quién sabe para qué fueron, no sé. Bah, sí, es algo obvio: la plata. Ya quedó claro que lo que llama la atención en este país es su riqueza económica, por lo que su fútbol no podía ser muy diferente. Generalmente los grandes que arribaron a Catar lo hicieron en sus últimos años antes de retirarse, como es lógico.

 

Los grandes jugadores


Romario fue uno de los que inició esta tendencia. El brasilero llegó al Al-Sadd en el año 2003, por una cifra 1,5 millones de dólares y un contrato de 100 días. Su papel en este club fue paupérrimo: disputó nada más que tres partidos y no marcó goles, por lo que se fue rápido para volver al Fluminense. Abdul Kader Keita, que se desempeñó como delantero en el Lyon y el Galatasaray, entre otros, formó parte del Al-Sadd en dos ocasiones: 2002-05 y 2010. Mauro Zárate es el caso argentino de este equipo: fue comprado por 16 palos verdes en el 2007 y sólo marcó 4 goles, terrible. Carlos Tenorio, el delantero ecuatoriano, también pasó por el Al-Sadd y estuvo desde 2004 hasta 2009.

Pasemos al Al-Arabi, otro de los grandes. Su equipo, considerado el Dream Team del fóbal catarí, vio pasar entre sus filas a Gabriel Batistuta. El Bati llegó al Medio Oriente en 2003, donde se retiró luego de marcar 26 goles en 26 partidos jugados y forjar varias amistades, hasta el punto de ser uno de los principales promotores del Mundial de Fútbol en Qatar para 2022. Taribo West, de Nigeria, e Iván Hurtado fueron otros de los buenos jugadores de este equipo, mientras que en la actualidad podemos ver que en el Al-Arabi se desempeña Leonardo Pisculichi, el ex mediocampista de Argentinos Juniors.

El Al-Rayyan fue, en mi opinión, el que se llevó las mejores cartas. Fernando Hierro, el gran mediocampista español, ícono del Real Madrid, llegó a este equipo en el 2003 por una temporada. El año siguiente abordaron a tierras orientales Frank y Ronald de Boer, el paquetito holandés que llegó al Al-Rayyan y luego se fue al Al-Shamal: ambos habían jugado en el Barça español y en el Ajax de su país de origen. Ese mismo año también llegó Sonny Anderson, el brasilero ex Villareal, Lyon, Barcelona y Vasco da Gama.

Entre otros jugadores que podamos nombrar, Pep Guardiola también estuvo en Catar para desempeñarse entre el 2003 y el 2005 en el Al-Ahli, mientras que el Al-Gharrafa tuvo entre sus filas a Juninho Pernambucano del 2009 hasta este año (luego se fue al Vasco da Gama). El Qatar Sports Club, por último, tuvo entre sus filas al Pájaro Caniggia, que llegó en el 2003 por una temporada y marcó 5 goles. Dos años después llegó Jay Jay Okocha, el renombrado delantero nigeriano.

No podemos dudar que todos los jugadores nombrados arriba son jugadores de renombre, algunos más, otros menos, pero todos ellos son o fueron figuras que llegaron a este país oriental en su mayoría en el tramo final de su carrera. A pesar de sus contratos millonarios, casi ninguno pudo triunfar en la famosa Liga de Estrellas, que tantos estragos hizo cuando, principalmente entre 2003 y 2007, revolucionó el mercado del fútbol mundial estableciendo así su propio Petrofútbol.

El último gol de Batistuta en el Al-Arabi: