Andrés Iniesta, al igual que Lionel Messi, es alumno de La Masía. Desde los comienzos de su adolescencia recorrió las inferiores Culé para luego recalar en el Barcelona B, el paso anterior a la Primera División, categoría en la que debutaría en la temporada 2002/2003, cuando ingresó en reemplazo de Juan Román Riquelme.
Su carrera futbolistica esta teñida de Blaugrana, aunque, al igual que el Rosarino, en su infancia transitó los pasillos de otra institución. Siguiendo con el paralelismo, entre el Argentino y el posedor de la camiseta número 8 de Barcelona hay una coincidencia más : La generosidad no sólo en un campo de juego, sino con sus raíces. Años atrás, el capitán de la Selección Argentina donó una importante suma de dinero para re condicionar el gimnasio de Newell´s. Iniesta, en plena definición por las semifinales de la Copa Confederaciones, saneó las deudas que poseía Albacete Balonpié con una suma de 240.000 euros. El plazo estaba cerca de su vencimiento y, en caso de no reparar el pasivo, el club estaba condenado a descender a la Tercera Categoría, acorde con leyes de la Federación Española de Fútbol.
Iniesta arribó a las inferiores de Albacete con tan solo ocho años en 1992. Tras pasar una serie de pruebas, quedó efectivo como jugador de las inferiores de dicha institución. En relación al alto nivel que demostraba, en 1996, Barcelona posó sus ojos en él joven de doce años y, ese mismo año, lo ficho para sumarlo a La Masía.
Su recorrido en Albacete fue corto. Su compromiso con la institución es inverso al ser uno de los mayores accionistas y asegurar la permanencia del club en la categoría. Actualmente, se necesita un inversor que adquiera el 51 % de las acciones. Sin embargo, su presidente aseguró que, aunque no llegué, se armará un equipo competitivo para luchar por los primeros puestos.
Valores limpios y honestos. En cada reportaje, Iniesta desnuda su sencillez. Dan prueba de ello las constantes preguntas que recibe acerca de que sensación le produce quedar segundo en una serie de premios otorgados. Como por ejemplo, el Balón de Oro, el cual hace cuatro años consecutivos que lo lleva Messi, relegando a su compañero de equipo. En Cristiano Ronaldo se escenifica la bronca en su gesto. Luego, lo complementa con alguna declaración, alardeándose como el mejor y menospreciando el galardón. Iniesta analiza, destaca y valora al otro, enumerando las virtudes ajenas. También ocurrió en la entrega al mejor jugador del Mundial 2010, premiación que lo tuvo como ganador a Diego Forlán, cuando el jugador de la Selección Española tenía grandes chances, teniendo en cuenta su condición de campeón y la concreción de un gol clave a Holanda en la final. En la reciente Copa Confederaciones, una vez más, se llevó el Botín de Plata al mejor jugador detrás de Neymar, su nuevo compañero en Barcelona. Su gesto evidencia enojo, natural y justificado teniendo en cuenta el bajo nivel que su selección disputó en la aplastante derrota frente a Brasil.
Vida y obra de un personaje que destaca la importancia de la familia y el sacrificio que le demandó llegar a ser la clase de jugador que es actualmente. Ejemplo de un deportista que tocó el cielo con las manos y no se mareó. Andrés Iniesta solidario, en todas sus facetas.
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