Rock

La memoria no se toca

Organismos de derechos humanos, partidos políticos, sindicatos y movimientos sociales se reunieron en Plaza de Mayo en repudio al fallo que otorgó el 2x1 al genocida Luis Muiña.

Quinientas mil personas y decenas de miles de pañuelos blancos en las calles. Y aún con números resulta imposible describir la magnitud de esta marcha en contra del 2×1 a represores, que convocó a amplios sectores del arco político, así como a movimientos sociales y culturales. Porque el pueblo debe estar unido cuando de la memoria se trata. Y, sobre todo, porque no hay otro lugar para un genocida que no sea la cárcel común.

Bajo las consignas “Nunca más genocidas sueltos” y “No al 2×1 a los genocidas”, se dio comienzo alrededor de las 18  a la multitudinaria marcha en donde se alzaron las voces de todos los manifestantes recordando a los 30.000 detenidos y desaparecidos. Tanto Abuelas de Plaza de Mayo como el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, que acordaron marchar en unidad, se hicieron presentes junto a organizaciones políticas y sindicales. Mientras tanto, en Plaza de Mayo se montaba un escenario donde se podía leer: “Señores jueces: Nunca Más. Ningún genocida suelto. 30.000 detenidos desaparecidos presentes.”

La tarde se hizo noche y el frío no pudo castigar a los cuerpos que ya para ese entonces, llevaban la sangre hirviendo. Entre canciones y el sonido penetrante de los redoblantes, se pasó toda una tarde de lucha que acabaría siendo memorable en repudio al 2×1. Cantaron en el subte, en los trenes, en el colectivo, y en la plaza. Gritaron “¡Presente!” con fervor cada vez que se nombraba a los compañeros detenidos desaparecidos. Caminaron las calles que ningún genocida debería caminar.  Llevaron los pañuelos blancos en los hombros. No dejaron que nadie pisotee la historia.

La convocatoria se replicó y llegó a Córdoba, Rosario, Río Negro, Chaco, Santa Fe, Neuquén y Tierra del Fuego. Millones en todo el país movilizando para exigir que la justicia sea justa.

El miércoles se aprobó por unanimidad en el Senado la restricción del 2×1 en delitos de lesa humanidad, luego del fuerte repudio que obtuvo el fallo de la Corte, con el claro objetivo político de tenerlo aprobado antes de la marcha. En las calles los manifestantes se aseguraron de dejar establecido que los derechos del pueblo no se tocan. Pero por sobre todo, que no perdonamos, no olvidamos, ni nos reconciliamos.

La marcha finalizó con el acto en Plaza de Mayo en donde Taty Almeida y Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo – Línea fundadora), Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo) y Lita Boitano (Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas) leyeron un documento conjunto en donde manifestaron la bronca de miles, y a su vez dejaron entrever que el camino de la lucha es difícil y largo, pero necesario.

“Hemos demostrado, una vez más, que no queremos que los genocidas, los violadores y los asesinos caminen a nuestro lado. Las organizaciones de derechos humanos y el pueblo decimos ‘Nunca Más’. Demostramos que el pueblo unido jamás será vencido”, afirmó Almeida. Por su parte, Carlotto pidió a los tres poderes del Estado que escuchen el reclamo del pueblo, y realicen las acciones pertinentes para dar vuelta el fallo “antidemocrático y pro-dictadura” de la Corte. Una vez terminado el acto, se elevaron los pañuelos blancos en el aire al grito de “Nunca más”, dejando a la vista un retrato único e histórico. Si. Una vez más el pueblo en la calle, haciendo historia.

Fotografía: Lisandro Amado.