El Boston Garden, la casa del máximo campeón de la historia de la NBA, fue el lugar que recepcionó el 2 de marzo de 1951 el primer All-Star Game. Con Bob Cousy, base del equipo local, y George Mikan, el gigante de los Minneapolis Lakers como máximas atracciones, el Este liderado por el MVP de ese juego, Ed Macauley de Boston, le ganó 111-94 ante más de diez mil espectadores.
10- Argentinos en el All-Star Weekend
En algún momento era imposible pensar en argentinos en la NBA, y menos que menos, criollos codeándose con la elite del básquet estadounidense. La mayor apertura de la liga en cuanto a los extranjeros, y el excepcional nivel de varios integrantes de la Generación Dorada fueron derribando uno a uno los mitos existentes. Los dos grandes exponentes de esa generación (y de la historia del básquetbol nacional) fueron partícipes en algún evento del All-Star Weekend.
Luis Scola se unió a la fiesta de la NBA en el olvidado encuentro entre Rookies (jugadores de primer año) y Sophomores (jugadores de segundo año), jugando para estos últimos. El equipo de Luifa (6 puntos y 6 rebotes) consiguió el triunfo ante los novatos, de la mano de los 46 puntos de un tal Kevin Durant.
Emanuel Ginóbili es el único jugador nacional en haber jugado el All-Star Game, la mayor atracción del fin de semana. Debutó en 2005 en el Pepsi Center, el estadio de los Denver Nuggets, como reserva del Oeste que cayó 125-115 con 8 puntos y 4 tableros del bahiense. En 2011 volvió al gran juego disputado en el Staples Center de Los Angeles aportando 7 tantos y 5 asistencias para el triunfo del Oeste 148-143 sobre el Este. Además también actuó como Sophomore en el encuentro ante los Rookies del All-Star Weekend de 2004, también celebrado en Los Angeles. Allí anotó 4 puntos y repartió 8 pases-gol contra un equipo conformado por Lebron James, Carmelo Anthony, Dwyane Wade y Chris Bosh.
9- Isiah Thomas opacó el Showtime
El mejor jugador de la historia de los Detroit Pistons, todavía no era el gran Isiah Thomas. En 1986 todavía no era el capitán de los “Bad Boys”. Aún no había ganado dos títulos de liga, ni había alcanzado siquiera una final de conferencia.
Como una de las estrellas emergentes de la liga, Thomas robó el protagonismo que tenían que tener los de enfrente. El Showtime en su mejor nivel con Johnson, Kareem y Worthy en el esplendor de su juego más Pat Riley (entrenador de Los Angeles) como técnico del Oeste, hacían creer que la balanza una vez más iba a caer del lado angelino.
Pero el más chiquito de la cancha hizo pata ancha entre los gigantes y se mandó una tremenda actuación: 30 puntos, 10 asistencias y 5 robos (único en la historia del All-Star Game) para llevar al Este al triunfo por 138-133 sobre el Oeste. El MVP fue para el base de Detroit que exhibió esa amplia sonrisa que tanto se vio durante finales de los ochenta en la NBA.
8- La gran remontada de Iverson
El MCI Center de la ciudad de Washington en el 2001 fue testigo de la remontada más espectacular de la historia del Juego de las Estrellas. Un tremendo equipo de la Conferencia Oeste (Kobe Bryant, Jason Kidd, Kevin Garnett, Chris Webber, Tim Duncan, David Robinson, Karl Malone) llevaba una gran ventaja de 21 puntos a falta de 9 minutos para terminar el encuentro, ante un vistoso pero inexperto Oeste comandado por Vince Carter, Tracy McGrady y Allen Iverson. El espíritu competitivo del escolta de los Philadelphia Sixers encabezó con 15 puntos en ese último parcial la fenomenal vuelta del Este, que culminó con el triple ganador de Stephon Marbury sobre Kidd, para decretar el triunfo 111-110 sobre las estrellas de la Costa Oeste. Lógicamente Iverson se llevó el MVP de ese cotejo.
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7- La constelación de San Francisco
El parqué del estadio de los Warriors de San Francisco encandiló a los espectadores de tantas estrellas juntas. El cotejo de 1967 marcó historia porque juntó en una misma cancha a 12 de los futuros 50 mejores jugadores de la historia, nombrados por la NBA en 1996. La Conferencia Este contó con 7: John Havlicek y Bill Russell (Boston Celtics) Oscar Robertson y Jerry Lucas (Cincinnati Royals), Willis Reed (New York Knicks), Hal Greer y Wilt Chamberlain (Philadelphia Sixers). El Oeste tuvo 5 en sus filas: Rick Barry (San Francisco Warriors), Lenny Wilkins (Saint Louis Hawks), Dave DeBusschere (Detroit Pistons), Elgin Baylor y Jerry West (Los Angeles Lakers).
El Oeste ganó por 135-120 y el ídolo local Ricky Barry se llevó el MVP del juego por sus 38 puntos y 6 rebotes.
6- La exhibición de Wilt Chamberlain
Si hay algo que ha sabido hacer Wilton Norman Chamberlain durante su carrera es establecer récords muy difíciles de superar. El hombre de los 100 puntos en un partido, es el máximo anotador en un juego del All-Star Game por la marca conseguida en el cotejo disputado en Saint Louis (antigua casa de los hoy Atlanta Hawks) el 16 de enero de 1962. Ese día Chamberlain marcó 42 tantos y tomó 24 rebotes en la derrota del equipo del Este, 150-130 contra el del Oeste.
Lo curioso es que a pesar de ser la tremenda actuación individual (aún no superada), Wilt no se llevó el MVP de aquel juego. El jugador de los Saint Louis Hawks, Bob Pettit After you have chosen to order Generic doxycycline online you are supposed to receive your package within a few workdays. All sydney citizens can be jolly:В , hizo sus méritos con 25 puntos y 27 tableros pero quizás no merecedora del premio al jugador más valioso, el cuarto que consiguió en partidos de esta clase, empatado con Kobe Bryant como el más galardonado en el Juego de las Estrellas.
5- Air Canada se roba el espectáculo
Pocos se deben acordar como salió el concurso de triples, quienes jugaron el encuentro de Sophomores contra Rookies o incluso como salió el juego principal del All-Star Game del 2000. Porque el All-Star Weekend de Oakland, fue, es y será el recordado como el de las volcadas de Vince Carter.
Arrancó con la mejor volcada de 360 grados vista. Se puso tímido y clavó una quedando colgado de la parte interior del codo. Volvió a las fuentes e hizo otro tremendo 360 desde atrás del aro. Para cerrar la obra de arte tomó el pase de su primo, compañero y rival en aquel concurso, Tracy Mc Grady, y en el aire la pasó entre las piernas para terminar con la cara pegada al aro y un machaque furibundo. Perdón MJ, perdón DR J, mil disculpas Dominique. Para este redactor el rey del Slam Dunk Contest es Vince Carter y a las pruebas se remite:
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4-El último adiós a DR J
En el All-Star game de 1987 llevado a cabo en Seattle (casa de los extintos Supersonics) las estrellas rebalsaban por todos lados. En el Oeste se encontraba el Showtime a pleno (Magic Johnson, Kareem Abdul Jabbar y James Worthy) junto al excepcional Hakeem Olajuwon, mientras que el Este era una constelación con Larry Bird, Kevin McHale, Robert Parish, Isiah Thomas, Charles Barkley, Dominique Wilkins, Moses Malone y Lasix 100 mg Buy Uk Online Pharmacy Uk No Prescription Buying Furosemide 40 In The Online Pharmacy Greece Buy Furosemide online Cheap Buy Lasix Michael Jordan entre sus filas. Pero entre tanto brillo, uno sobresalió entre la multitud de figuras. Ese fue el inolvidable Julius Erving, que disputó el último Juego de las Estrellas que el mismo hizo grande.
En el cotejo con más puntos combinados de la historia del All-Star Game (303), el Oeste venció al Este en tiempo suplementario por 154-149. La gran figura de la noche fue el alero de los Sonics Tom Chambers, quien se erigió entre las figuras para anotar 34 puntos y llevarse el MVP de aquel cotejo.
3- Su Majestad dio espectáculo en su tierra
En 1988, Michael Jordan era un rey sin corona. Seleccionado 4 años antes por los Chicago Bulls, MJ ya era el jugador más espectacular de la liga, lo que le valió el sobrenombre de “Air” por sus vuelos espectaculares hacia el aro. Sin embargo la falta de protagonismo en momentos decisivos de playoffs para los Bulls hasta el momento era una carga para Michael, y el All-Star Game de ese año disputado en Chicago era la oportunidad de mostrarle al mundo quien era Jordan.
El sábado venció al gran Dominique Wilkins en el concurso de volcadas más parejo que se recuerde, con su famoso vuelo desde la línea del tiro libre para finiquitar el concurso. El domingo se despachó con 40 puntos más 8 rebotes para conseguir la segunda mejor marca de anotación de la historia, ganar el encuentro para la Conferencia Este 138-133 sobre la Conferencia Oeste y llevarse sin discusiones el premio al MVP del All-Star Game.
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2-El mejor All-Star Game
2003 es el año, el Philips Arena de Atlanta la sede. Unico Juego de las Estrellas en ir a doble tiempo suplementario. Ultima participación de Michael Jordan en el All-Star Weekend. 35 puntos de Iverson de un lado, 37 de Garnett del otro. ¿Qué más se necesita para nombrarlo el mejor partido de todos los tiempos?
Fueron grandes las emociones vividas por Su Majestad en Atlanta. No había sido elegido como titular por el voto de la gente porque había quedado detrás de Iverson y Mc Grady entre los guardias. Ambos jugadores le ofrecieron su puesto y el los rechazó, pero cuando estaba cerca de tener su primer All-Star como suplente, aceptó la misma oferta del alero Vince Carter. La admiración por MJ continuó en el entretiempo del encuentro, cuando Mariah Carey empilchada como el astro de los Bulls le dedicó el tema “hero” y lo presentó como lo hacían en tiempos de Chicago: “de la Universidad de Carolina del Norte, de los Chicago Bulls y de los Washington Wizards…Michael Jordan”. Varios minutos de ovación de pie de todo el estadio y los jugadores, lo hicieron ir hasta las lágrimas al mejor de todos los tiempos.
Con el encuentro igualado en 120 y 9 segundos en el reloj, MJ tuvo el tiro ganador para el Este pero lo falló. Pero en el primer tiempo suplementario y con el tanteador empatado en 136, Jordan encaró a Shawn Marion y anotó con un espectacular fade-away el doble ganador, que solo una inexplicable falta de Jermaine O´Neal sobre Kobe estiró a otro tiempo extra.
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Allí Kevin Garnett sacó la chapa de MVP de las finales y fue determinante para el 155-145 final a favor del Oeste. Poco importó esto, porque “Dios vestido de jugador de baloncesto” (Larry Bird dixit) dio su último gran recital en un parqué de la NBA.
1- El más emotivo
En 1992 Earvin Magic Johnson ya era el mejor base de la historia de la NBA. Con toda una trayectoria en Los Angeles Lakers, la marca registrada de sus pases y los cinco anillos ganados, Magic no tenía discusión. Pero desde fines de 1991, Magic era conocido mundialmente por ser portador de HIV. El 32 de Los Angeles se había retirado y estaba en el comienzo de la lucha contra una enfermedad incurable hasta el día de hoy.
Pero la gente no se había olvidado. A pesar de no estar en actividad, miles de personas lo votaban de todas maneras para que apareciese en el All-Star Game de Orlando. Pese a la negativa de varios jugadores por el miedo que generaba el contagio de la enfermedad en la época, la presión popular pudo más y Magic se reencontró con su mejor amigo: la pelota naranja.
Con todos los ojos sobre él, desde la prensa y los jugadores hasta el propio público que lo había votado, Earvin se mostró intacto en su juego, disfrutando del show como el que más. 25 puntos, 9 asistencias y un sinfín de momentos emotivos le posibilitaron (más el triunfo del Oeste 153-113 sobre el Este) ser nombrado el MVP del Juego de las Estrellas y recibir una cerrada ovación de las 15 mil almas presentes en Orlando.
Un gran momento de la historia de la NBA, pero sobre todo un momento que llamó a todos a la reflexión sobre la integración de las personas que poseen el virus HIV.
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