Con Rock N’ Ball tuvimos la suerte de adentrarnos por un rato en la intimidad de Los Utopians durante la grabación de su nuevo disco. Esta cita fue en los Estudios del Abasto al Pasto (Monsterland), situado en General Rodríguez, donde se vivía un clima constante de creatividad, concentración y energía.
Mientras en el control del estudio, parte de la banda trabajaba en la mezcla de los temas del disco, en otro lugar podía verse a Jimmy Rip muy concentrado escuchando lo ya realizado, y Barbi Recanati seguía constantemente grabando voces.
Durante todo ese proceso tuvieron la gentileza de brindarnos un momento para charlar con ellos de ese disco, la grabación, y del pasado, presente y futuro de la banda.
RNB: Vienen de tocar mucho ya presentando el disco por todo el país, ustedes son grandes laburantes, tocan casi todos los fines de semana. ¿Cómo se llevan con eso? ¿Lo disfrutan, o preferirían tocar menos?
Barbi Recanati: La verdad que de gira lo disfrutamos muchísimo, hasta el punto que ahora justo estuvimos dos meses sin parar y un mes de gira. El día que volvimos a la noche, entramos al otro día a la mañana a grabar. Estuvimos un mes entero así, entonces hace mucho que no tenemos un día libre… y teníamos una gira programada de dos semanas, que se pasó para más adelante. Le conté a los chicos y como que ellos dijeron ¨uy que pena¨. Yo me quedé helada, pensé que todos iban a decir ¨uy menos mal estamos re quemados¨.
Gus Fiocchi: Nos agarra una abstinencia.
BR: De gira, si, como que la pasamos muy bien ahí.
RNB: ¿Es un momento de unión de la banda?
BR: Nos llevamos muy bien, somos muy amigos. Entonces vamos todos arriba de un coche y es muy divertido para nosotros en este momento. Tal vez pueda llegar a cansar un poco, ya que somos de tocar todos los fines de semana también por acá y a veces hay shows que son un poco agotadores. A veces tocamos viernes y sábados. Tal vez ese tipo de fechas a veces, dos por fin de semana, y varios fines de semana seguidos hay un momento en el que te encanta, pero también hay un momento en el que decís “necesito un fin de semana para mí”, porque la combinación de todo se vuelve agotadora. Combinación de que nosotros también somos nuestro propio staff, cargamos nuestros equipos, armamos nuestro escenario, ir a probar sonido temprano y quedarnos 6 horas. Tal vez tocan un montón de bandas antes, y vos la pasás re bien, pero sabés que al otro día tenés que volver a hacer lo mismo.
GF: El otro día sacamos la cuenta de las horas de tiempo muerto entre las pruebas de sonido y entre arrancar a tocar, y son más. Eso es un poco lo que más te desgasta.
BR: Creo que llegamos a la conclusión que hay un año de la vida que lo gastamos en viajar y tocar, en pruebas de sonido y demás.
RNB: ¿Y el resto en las rutas?
GF: Pero eso son entretenidos porque viajás, tal vez parás en la ruta tomás un mate, charlás y demás.
BR: Una cosa es estar adentro de un auto tomando mate con tus amigos, y otra cosa el ambiente de boliche que tenés que esperar 7 horas para tocar. Es otra cosa.
RNB: ¿Cómo se prepararon para la grabación de este disco? ¿Hicieron mucho trabajo de pre-producción o se metieron directamente al estudio para que surjan todas las ideas ahí?
BR: Este disco en particular fue como todo lo opuesto que veníamos haciendo. Nosotros siempre fuimos de tocar, tocar, tocar, tocar, y cuando llegaba el momento de entrar a grabar, nos encerrábamos a tocar canciones. Y entrábamos a grabar lo que teníamos, como lo teníamos y todo medio que en el estudio se dibujaba. Esta vez hicimos todo lo contrario, como que el disco lo empezamos a preparar hace un año y para cuando Jimmy Rip, que es productor del disco, vino a nuestra sala hace 3 meses, teníamos como 60 canciones, de las cuales descartamos 50. Estuvimos trabajando todos estos meses junto a él en estas canciones, que es 100 veces más de lo que hicimos en otros discos. Y después tomamos la decisión de salir de gira a tocar todas esas canciones en vivo antes de entrar a grabar. La verdad que la preparación que le dimos a este disco fue enorme.
RNB: Y en general ustedes también han tocado temas de los discos nuevos en shows antes de su presentación…
GF: Si, si lo hacemos.
RNB: Está bueno para que el público ya conozca los temas…
GF: Si, obvio. Tal vez en este disco como teníamos todos los temas más cerrados de antemano, nos dimos el lujo de no probar los que ya teníamos para grabar y de ir salpicando varios temas distintos en cada show. Como hicimos gira por el interior del país, también dijimos bueno “acá tocamos este”, “acá tocamos el otro”. Los fuimos administrando durante el año.
BR: Es un arma de doble filo cuando salís a tocar canciones que no grabaste, después el disco se pone viejo. Entonces tratamos de prevenir eso, y en Buenos Aires tocamos 2 o 3 temas y en el resto del país, tocamos el disco entero. Lo que pasa, claro, es que caíamos a Rosario, por ejemplo, y tocamos una vez esas canciones, no es que al otro día volvíamos a tocar como pasa en otros lados. Entonces, no corrés ese riesgo.
Se fueron al pasto
RNB: A la hora de elegir el estudio y un productor como Jimmy Rip, con todo lo que eso implica, y después de haber grabado en un estudio como Sonic Ranch (Texas/USA), deben tener la vara muy alta en cuanto a calidad de sonido, ¿cómo se tomaron ese trabajo?
BR: Fue como un juego del destino con quien trabajar este disco, porque fuimos primero a la gente con la que siempre trabajábamos. Y nosotros teníamos una urgencia de tiempos diferente, y nos dimos cuenta que íbamos a tener que trabajar con otra gente. El ingeniero que siempre trabajó con nosotros, Eduardo Bergallo, estaba ocupadísimo. En un momento se barajó trabajar con Juanchi Baleirón (Los Pericos), que también estaba ocupadísimo. En un momento frenamos y dijimos, “hagamos todo lo contrario a lo que queríamos hacer”. Hernán Agrasar es una persona que trabajó con nosotros de sonidista y laburó mucho en nuestros discos y estaba de viaje por Estados Unidos por algunos meses. Entonces dijimos “hagamos un disco con personas que nunca hayamos trabajado, y hagamos un disco diferente”. Las canciones eran muy distintas a las que veníamos haciendo, entonces tomamos esta oportunidad de trabajar con personas diferentes a las que veníamos acostumbrados. No tratamos de buscar lo mismo, sino algo totalmente opuesto. Y Álvaro Villagra fue como la primera opción en nuestra agenda al momento de querer buscar algo diferente porque para nosotros era el referente del rock argentino y nuestro manager, Adrián Canedo, siempre nos decía “ustedes tienen que grabar un disco de rock con Álvaro Villagra”. Cuando vinimos y lo conocimos, nos pusimos re contentos que por fin esa conexión se haya dado. De alguna manera te hace sentir como músico muy completo, de vivir en Argentina y ya haber grabado tu disco con Eduardo Bergallo, con Álvaro Villagra…
GF: Vamos tachando, vamos tachando…
BR: Sentimos que somos unos pequeños malcriados de la calidad. Se nos dio poder trabajar con los mejores ingenieros del país y en los mejores estudios.
RNB: Ese era el punto. Después de haber grabado el disco allá en un súper estudio, seguro tenían la vara muy alta en cuanto a calidad y capaz se les complicaba un poco a la hora de elegir el lugar…
BR: Si, fue loco. Con respecto a elegir el lugar, siempre supimos cuando dejamos Sonic Ranch que era una experiencia aislada, que ojalá algún día podamos volver.
RNB: ¿Tienen pensado volver?
BR: ¡Si! Nos encantaría, pero sabíamos era algo que teníamos que disfrutarlo y atesorarlo, como también sabíamos que teníamos que disfrutar experiencias diferentes.
GF: También nos tomamos retos nuevos, de decir “bueno vamos a un lugar nuevo para grabar que sabemos la calidad es similar y con el tipo que grabó la historia del Rock Nacional”.
BR: Y también como que este estudio tiene muchas cosas en común con Sonic Ranch. Primero la antigüedad de los equipos con los que se trabaja acá, que es algo nosotros nos gusta mucho. A veces son cosas difíciles de entender, pero cuando hablas de consolas y de micrófonos, es muy difícil ganarle a la calidad de hace 50 años.
GF: Es como un pensamiento romántico.
BR: Y este estudio en particular se parece muchísimo al que nosotros grabamos en Sonic Ranch, el camino para llegar acá es muy parecido al camino que hacíamos para llegar al de allá. Era un estudio de adobe, muy similar a este. Cuando llegamos la primera vez, como que dijimos ¨Ahhh, este es el lugar¨.
GF: Tiene hasta inclusive una vía en la entrada muy parecida al otro, y hay ardillas (Risas). No podíamos creer que había ardillas, lo pusieron para que parezca más al estudio donde habíamos grabado.
RNB: ¿Cómo llegó a ustedes Jimmy Rip para formar parte del disco?
BR: Bueno, Jimmy también fue una vuelta del destino loca porque no estaba en nuestro radar en lo absoluto. Cuando vinimos a conocer a Álvaro, fue él quien nos dijo ¨Che, ustedes deberían trabajar con Jimmy¨. A mi obviamente la primer ficha que me llegó fue Jimmy Rip, ¿el Guitarrista de Televisión? ¿produce? Yo no sabía que él era una opción, y justo Gus hace muy poco me había contado que fue a ver a Guasones, que había escuchado su disco nuevo y que sonaba increíble. Y casualidad, el era el productor, entonces como que se conectaron un poco esas cosas. Justo también Televisión es un grupo muy importante en nuestras carrera, entonces es muy loco trabajar con el guitarrista de ellos. Sin mencionar que Jimmy tiene una enciclopedia y currículum importantes.
RNB: ¿Se amoldó fácil a trabajar con ustedes? ¿O llevó un proceso?
BR: La verdad que trabajar con un productor es un proceso, es una experiencia de aprendizaje, peleas, tire y afloje, y de crecimiento enorme. La única forma de que un músico esté en un estudio y haga lo que se le dé la gana feliz todo el tiempo, es que trabaje sólo con máquinas, sin productor y sin músicos. Porque es como que cuando estás en un disco: es tan importante para vos, que si viene alguien y te dice ¨che, esto no me gusta¨ no cae muy bien. Pero tenes que tomar la decisión de que el productor es el productor, y darle la autoridad.
GF: Nosotros producimos nuestra música, pero somos amigos. “Y no che, eso no me gusta”. Y está todo bien, pero cuando viene ya alguien de afuera y te dice las cosas. Ya es una voz externa, a la opinión que vos podés llegar a decir.
BR: A nosotros nos gusta mucho trabajar con productores, es algo que no cambiaríamos nunca.
RNB: ¿No se les hace difícil entonces?
BR: No, no se si no se nos hace difícil. Sino que es algo que nos gusta, inclusive siendo difícil. Yo creo que nunca nos pasó de trabajar con un productor y no pelearnos a los gritos.
RNB: ¿Se vivió esto acá también?
BR: (Risas) Siempre, pero a nosotros nos importan las canciones y el productor es bueno. Como que si a nosotros nos importan las canciones, y al productor le importan las canciones, lo mejor que te puede pasar es cagarte a piñas en el estudio, abrazarte, amigarte, volver a pelearte, amigarte y terminar y disco feliz y el productor feliz. Ahí sabes que hicieron todo bien, pero para mí es la manera de trabajar el disco. Porque también hay cosas en las cosas que vos no querés ceder, y otras que tenés que ceder. Y nos gusta mucho esa parte, no somos una banda que nos guste hacer todo nosotros mismos. Nos gusta mucho que participen personas alrededor, y también nos gusta que cada disco tenga la personalidad de las personas que tenemos alrededor.
Utopians: Origins
RNB: Ustedes vienen desde muy jóvenes trabajando en la música, ¿cómo se llevan con el rock ahora al haber empezado en ese momento? ¿Lo ven diferente? ¿creen que se les da más lugar?
BR: No, a mí personalmente me pasa que primero Gus es más grande que yo. “Mucho” más grande que yo, como 30 años. (Risas)
GF: Claro, yo toqué en la época de Los Beatles. (Risas)
BR: Yo si te tengo que decir la verdad, nunca sentí que a nosotros la escena nos cerró nunca ninguna puerta. Cuando arrancamos eramos súper chicos, y fue el único momento que yo por lo menos me sentí perdida. Es que ahora escucho un montón de músicos que se nos acercan a través de las redes sociales y nos preguntan, y yo digo y creo que es algo que le pasa a todo el mundo y es como el CBC del Rock. Que es cuando arrancás y no sabés a donde ir, tenés una banda, ensayás y no tenés amigos músicos, no tenés ningún familiar músico. Eramos todos hijos de laburantes, que no teníamos ninguna conexión y no habíamos ido ni siquiera a recitales en nuestra vida, más que algún recital internacional.
Entonces lo primero que hice fue grabar en un CD Virgen un ensayo, e ir a bares a entregar eso. Por supuesto que nadie me llamó, y nos dieron vuelta la espalda todos los bares. Me llevó un tiempo largo como empezar a hacer nuestras propias fechas, tuve que vender muchas entradas en las aulas del colegio. Pero eso para mí es como el CBC, es como insertarte en la escena musical, es medio eso. Como decir “acá estoy, me presento”. Pero a partir de ahí en adelante, a nosotros nos llevó 5 años poder vender entradas a personas que no fueran nuestros amigos, y como tener gente del público que realmente nos empezaba a venir a ver a nosotros. Y nos llevó aproximadamente 7 años meter más de 80 personas. Recién hoy, que pasaron 11 años, estamos haciendo nuestro segundo Vorterix, pero digo que a mi no se me hizo largo ni duro. Se me hizo súper normal, sentí que un montón de bandas nos abrieron las puertas. Desde Los Natas, Los Tormentos y todas bandas de una época que a nosotros nos re marcaron. Mismo Sergio (Choutsorian de Los Natas y productor del Motoclub) y también el Topo (Armetta bajista fundador de Massacre y productor de las Nasty Mondays), nos tiraron siempre muy buena onda y tocamos varias veces en Niceto con Los Natas, como así también miles de veces en los Motoclub y las Nasty Mondays. Pero eso fue hace más de 7 años ya.
GF: Eso es lo que flasheábamos nosotros, que también tuvimos como una cuna, Si bien yo soy más grande que ella (hablando de Barbi entre risas), cuando empezamos a conocernos y salir entendíamos también que un poco nuestro trabajo era curtir toda esa movida para poder ser parte de ella. Entonces tocábamos un montón de aspectos, como desde el heavy, el surf y todo.
BR: Pero nunca nos pasó de tener que pagar por ejemplo, nosotros cuando eramos chicos obviamente íbamos a un bar. El bar no tenía ni idea quienes eramos nosotros, la realidad que no teníamos publico propio. Entonces el dueño se quería asegurar que no seamos unos vagos que íbamos a ir a tocar para absolutamente nadie, y ni siquiera eramos buenos. Porque viste que hay músicos que te dicen, “Bueno pero mi música vale”, pero nuestra música no valía nada, éramos chicos y sonábamos mal.
RNB: Toda la música vale…
BR: Si, pero no plata. Tal vez vale esfuerzo, pero no plata. Hay música que no vale plata, nuestra música cuando teníamos 18 años era muy nueva para nosotros. Estábamos aprendiendo a tocar nuestros instrumentos, y le pedíamos a nuestros amigos que por favor nos compren la entrada a 5 pesos y ahí más o menos se armaba. Además que nos juntábamos con más bandas que también hacían lo mismo, y ahí bueno, conocíamos otros músicos. Pero bueno fue un camino de más o menos 7 años, hasta que en un momento tuvimos un público propio.
RNB: Entonces… ¿Nunca sufrieron ese camino en ningún momento? ¿Lo seguían disfrutando de la misma manera?
BR: Si, y de hecho siempre decimos lo mismo sobre que siempre sentimos el crecimiento. Me acuerdo patente el día que fuimos a tocar a un lugar y había una persona entre la gente que Gus me dijo “CHE! Ese es amigo tuyo?” Yo miré para atrás y dije “Che! ¿Ese es amigo tuyo?”. “No!”, Me dijeron. No lo puedo creer. Entonces fuimos a hablarle.
GF: Y se había venido de la loma del orto…
BR: Se había venido de Provincia, y eso para nosotros era un crecimiento, algo que nos llevó dos, tres años. Y ese crecimiento los fuimos sintiendo paso a paso, y lo re disfrutamos. Y hoy por hoy siempre decimos que con ese pequeño crecimiento año a año somos felices hasta el día que nos muramos.
GF: Nosotros no tuvimos nunca un gran crecimiento, siempre fueron pequeños, que hicieron que ahora sea grande en perspectiva a lo primero a lo primero que tuvimos.
BR: Y después te pasan cosas aisladas como telonear a The Cure o tocar en un Festival, que te sirven como experiencia en el momento. Pero al otro día volvés a tocar para las mismas personas, en el mismo bar. No es que después de eso tu vida cambió, entonces como que aprendés a disfrutar esos momentos. Nuestro camino es de lo más divertido y placentero. Este mismo camino que nosotros hacemos, a algún otro músico le puede parecer terrible. Hemos conocido músicos que nos han dicho “No, no… Yo me mato”. Ahí te tenés que dedicar otra cosa, porque yo no sé si se te hace fácil el camino, ¡Es así! para mí no es difícil, pero es un camino de trabajo.
GF: Y te dicen… “¿Para que tocás tanto? Te vas a quemar… No te va a ir a ver nadie porque es mucho esfuerzo. Eso yo no lo hago más”.
BR: Para mí es un camino que no cambia nunca, vas creciendo… Y vas disfrutando cada vez más, te pasan mil cosas lindas. Pero nunca dejás de tocar en los lugares donde te escuchás mal.
GF: Creo que en realidad esas cosas y en esos lugares que te ponen a vos en duda, si es realmente lo que tenés ganas de hacer. Cuando vos te plantás ahí, y vas a un lugar de mala muerte después de haber tocado en un lugar re zarpado, entonces decís: “¿Esto va a ser así? Si loco, esta buenísimo. Vamos a darle para adelante”.
RNB: Volviendo a la grabación del disco, es el primero grabando con la Banda de Tomás Molina Lera en la batería, ¿cómo se amoldó a la banda? Porque ya tuvo varios shows antes de empezar a grabar. ¿Fue automático? ¿O llevó un tiempo el proceso?
BR: Fue bastante místico, nosotros a Tomi lo teníamos en la mira. Cuando sucedió que nos quedamos sin batero, fue a la primera persona que llamamos. Y cuando pudo entrar a la banda, nosotros estábamos como temblando porque dijimos esto va a ser increíble, o terrible. Después de tantos años de trabajar siempre los mismos, trabajar con una persona nueva a ese nivel… Y resultó increíble, resultó como una pieza fundamental en la banda. No solamente en lo musical, sino en lo emocional también, porque ya era amigo nuestro de antes.
RNB: ¿Por qué el nombre del disco?
BR: Es parte de una canción, que en la etapa de ensayos previos y componer era nuestra parte favorita.
RNB: ¿Qué esperan del resto del año? ¿Qué planes tienen?
BR: La idea es presentar el disco en vivo en la mayor cantidad de lugares posibles.
RNB: ¿Còmo ven el futuro del Rock Argentino?
BR: Al rock argentino lo vemos en momento muy especial. Tal vez el momento de mayor recambio desde que existe. Hay una nueva generación de bandas con músicos que nunca vieron en vivo a los grandes ídolos del rock, porque ya partieron o se retiraron. A donde va es medio incierto pero se nota que va a un lugar nuevo, tanto para el público como los músicos.
RNB: ¿Y cómo se ven ustedes en un futuro, como a los 60 años, por ejemplo? ¿piensan seguir en el circuito y grabando discos?
BR: No nos imaginamos haciendo otra cosa. Tal vez con los años encontremos un hobby de jubilados extra, como las bochas.
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