¿Que más podría contarse que no se supiera sobre el mundo del Indio Solari? ¿había tela sin cortar sobre ese fenómeno que genera cada vez que da un recital? La respuesta es si. Al margen de que quizás todos los que escuchan la música y fueron o son seguidores de Los Redondos, entienden de que se trata y la importancia que tienen para ellos cada uno de los conciertos, en conjunto también con lo que pasa afuera de los estadios. Pero hay muchos que nunca pudieron verlos y que no tienen real noción de la trascendencia que tiene para muchos Carlos Solari. Con todo eso en la cabeza, Julio Leiva puso en marcha su proyecto “Piedra Que Late”, un documental independiente con imágenes del ritual y del show de diciembre de 2011 en Tandil nunca vistas. Hoy martes 9 de julio a las 13 horas se estrenará por la señal Vorterix.com, donde Leiva es periodista y productor de “Tenemos Malas Noticias” y “Cheque En Blanco”, programas que se emiten por esa señal. Además de los testimonios de fanáticos, el film reúne las opiniones de Mario Pergolini, Lalo Mir, Gonzalo Bonadeo y el poeta Camilo Blajaquis.
El 3 de diciembre del 2011 el Indio dio el último recital en el hipódromo de la ciudad de Tandil, ante más de 80 mil personas. El director y su equipo llegaron a la ciudad algunos días antes para realizar 4 días de intensa labor, donde consiguieron filmar en crudo el espíritu y las sensaciones de todos los argentinos que arribaron desde todo el país hasta la ciudad de La Piedra Movediza. Sobre el final también hay algunas imágenes del concierto, pero no son el eje de lo que se pretende mostrar.
En exclusiva, Julio Leiva charló con Rock And Ball sobre el tiempo que tardó y arduo trabajo que le tomó “Piedra Que Late” y, también, lo contento que quedó el Indio Solari:
RNB – ¿Fueron con la idea de hacer el documental?
Julio Leiva – Viajamos con un grupo de amigos, compañeros de trabajo a Junín. Yo venía con la idea de hacer algo con el Indio y nos decidimos a hacerlo en este último Tandil. Llegamos unos días antes. Queríamos que se viera todo lo que rodea a un show del Indio, sobre todo porque se dicen cosas que no son. Es un lugar de encuentro, de amigos, de familia. Por eso viajamos unos días antes, cuatro días previo al show: vimos como se preparaba la ciudad para que la aborde otra ciudad, los movimientos del camping y la convivencia entre los fanáticos. Filmamos gente de todo el país y de todas las generaciones, familias enteras.
RNB – ¿Por qué una sola cámara? ¿Fue premeditado?
J.L. – Mirá, esta fue una producción chica. Fue un poco elección y otro poco lo que había. Podríamos haberlo hecho de otra forma, pero no queríamos que fuera tan profesional. Teníamos muy clara la idea. Uno conoce al Indio, lo complicado que es con la prensa y demás No necesitábamos el consentimiento de él. No íbamos a grabar su show, íbamos a grabar a la gente. Después sí nos contactamos, porque si no lo podíamos musicalizar con su música, era algo medio inservible o que no iba a quedar del todo bien. No sabíamos que nos iba a decir. medio que viajamos sin saber ni siquiera si iba a salir. Contactamos al manager, nos juntamos después del recital y le dimos la copia en mano. Tiempo después, nos escribió y nos dijo que el Indio estaba emocionado con lo que habíamos hecho. Nosotros también le pedimos que fuera el Indio quien decida cómo y por dónde se iba a dar a conocer. Por una cuestión que fuera gratuito y llegara a más gente, él eligió que fuera por internet. Así que bueno saldrá por Vorterix el 9 de Julio, a las 13 horas. Esto lo provoca al Indio. Nadie lo vio. Sólo nosotros, su manager y él. Esto es lo que él genera y nos preguntamos si él tenía real dimensión de lo que pasaba en sus shows.
RNB – ¿El documental gira en torno al show en sí?
J.L. – No, el documental gira en torno a la gente, a los que los rodean. Quisimos que aquel que viaja a ver al Indio vea lo más parecido posible a lo que ve cuando viaja. Y que aquel que nunca va, sepa qué es. Del show hay algunas tomas al final, pero nada más. Estamos hablando de ciudades enteras movilizadas, de gente que viaja, con amigos, sola o en familia, kilómetros para estar. Eso quisimos reflejar.
RNB – ¿Qué los shockeó?
J.L. – No mucho, porque ya sabíamos a lo que íbamos. Y el saber a lo que íbamos hizo que la queramos filmar, era algo que necesitábamos mostrar, terminar con tanto prejuicio.
RNB – Alguna anécdota?
J.L. – La noche anterior fuimos a un bar que pasaba música de Los Redondos y eso. Decían que iba a tocar una banda tributo. De pronto se escuchó una música tan claro que parecía un disco. Era una banda tributo, creímos que era un disco. Tenían una voz muy parecida al Indio. Eran pibes chicos, que quizás no habían visto nunca a Los Redondos y ahí estaban, haciendo una banda tributo. Invitaron a los músicos del Indio, a los Fundamentalistas del Aire Acondicionado y se coparon y tocaron con ellos. Eso fue loquísimo.
RNB – ¿Por qué crees que los shows del Indio son distintos a los de Los Redondos?
J.L. – Y…(Piensa) Crecimos, crecimos como sociedad. El rock es distinto. Después de Cromañón somos todos un poco más responsable. La gente entendió que todo pasa por una fiesta y tratar de pasarla bien. En cualquier show, no sólo en uno del Indio. Hay gente de todos lados del país, de todas las clases, de todas las edades.
RNB – ¿Cómo definirías el documental en una palabra?
J.L. – No sé si en una palabra, pero estamos contentos. Más allá que sea el Indio. Realizar la idea. “Che, es muy difícil” y esa es la etapa en que planeas la idea. Verlo realizado, el habernos animado a hacerlo, llevar la idea a cabo y bueno, que acá esté.
Texto: Damián Basile
Entrevista: Javier H. García
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