Pera de Goma vuelve al ruedo con una apuesta a todo trapo en La Trastienda. Con el recinto de San Telmo en su horizonte, Gabriel Guazzaroni –batería- y Sebastián Sanguineti –voz- hablan de sus influencias, la profundización de su trabajo, cómo no ser encasillados y la historia recorrida. “Nunca ensayamos tanto como para este show” expresaron como para calentar los motores y demostrar que se viene una puesta fuerte para festejar los seis años de la banda.
RNB: ¿Cómo es estar en el circuito siendo una banda de rock y de ‘cachengue’?
Pera de Goma: Somos más una banda más cachengue que rock en realidad. Éramos una banda de rock hace 15 años atrás y, por distintas circunstancias, se fue transformando en lo que es ahora, una banda del palo de Los Decadentes, Bersuit, una onda media cumbia, media salsa y el rock de base. Se convive por el lado de que al no encasillarte en un rubro o en un estilo tenes todas las puertas abiertas, podes tocar en cualquier lado y atrás de cualquier banda. Ese no-encasillamiento yo creo que a la banda le beneficia y al tocar música más tipo cachengue a la gente es más fácil agradarle. En definitiva vos vas y la gente te ve, baila, te sigue, está bueno y la pasamos bien. Igualmente tenemos nuestro público fijo, claro. Sin ellos no seríamos nada.
RNB: El nombre de la banda surge porque tenían como referente artístico a Alfredo Casero…
PdG: Exactamente. Al Alfredo Casero artista, obviamente la mitad de la banda puede estar de acuerdo hoy con Casero políticamente y la otra mitad no; yo hablo de lo artístico. Él tenía “Cha, cha, cha” en los ’90 y tenía un sketch que se llamaba “Pera de Goma” y era como un himno al enema en ese momento y a nosotros nos gustó. Lo que pasó con el nombre fue que después la gente le encontró su significado, dársela en la pera y de nosotros había sido un homenaje al Gordo porque lo admiramos artísticamente.
RNB: ¿Hubo influencia de “Cha, cha, cha” en ustedes?
PdG: Sí, porque era algo muy descontracturado, un humor muy musical. El Gordo es músico, nosotros admiramos profundamente la parte del Casero músico, tiene cuatro discos que son increíbles y un poco la idea fue ir por ese lado en cuanto a lo artístico en cuanto a tener letras mitad humor, mitad verdad. Mitad grotesco, mitad drama. La música vos venís de una cumbia que es alegría y pasas a un rock que te tira un acorde que te tiran para abajo y volvés a salir con la cumbia. Ese estado de ánimo que te lleva la banda es también un poco lo que buscaba el Gordo Casero con “Cha, cha, cha” y con su música, creo que va por ahí.
RNB: Arrancaron disfrazándose, con una movida más integral. ¿Cómo surgió eso?
PdG: Esa es la primer etapa de la banda, surgió medio en joda. Nosotros teníamos una casa que alquilábamos donde teníamos una sala de ensayo. Cuando disolvimos la banda de rock que era La Romana nos quedó todo el complejo para nosotros, lo alquilábamos a otras bandas pero hacíamos fiestas, festejábamos cumpleaños, Navidad, año nuevo, todo ahí y un día dijimos “armemos y toquemos. -Bueno ¿qué tocamos? –Y un par de cumbias, unos temas de No Te Va Gustar, de La Vela Puerca”. Y nuestros amigos que fueron los que estuvieron en ese cumpleaños, creo que era el de Sebastián el cantante, se re coparon y fue una fiesta impresionante en siete u ocho canciones; todos nos decían “bueno y cuándo es la próxima” medio en joda y medio no. Después hicimos otra joda más ahí y la gente vino por demás, amigos de amigos, la tercera vez alquilamos un bolichito que se llama Greens en Lope de Vega y lo reventamos de gente, entonces dijimos “acá pasa algo”. Estábamos disfrazados, hacíamos covers, era todo el auge de Agapornis y toda esa etapa, entonces vos agarrabas una canción y la hacías cumbia y más o menos tirabas, pero nosotros no nos quedamos con eso. Agarrábamos una canción y con esos acordes mechábamos diez canciones de rock, cumbia, salsa, cuarteto y nos íbamos disfrazando, ahora eso último ya no lo hacemos más.
RNB: ¿Cómo fue el paso de hacer covers a sus propias canciones?
PdG: Le tenemos que agradecer a un productor que tuvimos en su momento y cuando íbamos a grabar nuestro primer disco nos dijo “miren, si ustedes graban este primer disco todo de covers los van a encasillar y de ahí no van a poder salir más. Les recomiendo que ganen canciones propias y sigan con los covers para completar una lista de temas en un show y no perder la parte de eventos privados”. Ahí empezamos a componer y componer, grabamos un disco con ocho canciones propias y dos covers para completar. Medio que fue como una necesidad artística nuestra y nos avivó el productor para no encasillarnos.
RNB: ¿En La Trastienda van a haber temas nuevos?
PdG: Sí, por lo menos “Tempestad” y dos más seguro, que son los que más o menos están cerrados.
RNB: ¿Cómo surgió apostar a La Trastienda con todo el peso que trae?
PdG: Nosotros estamos laburando con Ariel Viales que es nuestro mánager actual y la idea de él es que la “vuelta” de la banda, porque es la segunda fecha en el año, sea una vuelta con impacto, con nombre, en un lugar donde se pueda hacer un show acorde a lo que nosotros propongamos. Una buena lista, una buena escenografía, una buena puesta y en un lugar como La Trastienda que te posiciona. Nosotros ya tocamos ahí una vez, tocamos dos veces en Niceto y la idea es mantenerse ahí, que es difícil.
RNB: ¿Se les da naturalmente o cuesta mantenerse ahí?
PdG: Siempre va a depender de la gente, pero si vos haces las cosas bien y sos original la gente te responde; si vos te copiás y siempre le das lo mismo al que te viene a ver llega un punto que lo aburrís. Un poco la versatilidad de la banda hace que en una hora y media o dos de show no sea lo mismo una vez que la siguiente. Nosotros hemos hecho dobletes viernes y sábado y fueron shows totalmente distintos, aunque se repitan canciones se arranca de otra manera, se invita a otra gente. Entonces yo creo que a la gente la mantenés por la versatilidad que tiene la banda que no sabés con qué te vas a encontrar, sabés el guión pero no la película.
RNB: ¿Cómo se las arreglan para ir innovando?
PdG: Nos sale para no aburrirnos nosotros. Ensayamos dos o tres veces por semana y si esas dos o tres veces durante seis años hubiéramos hecho lo mismo en todos los ensayos llega un punto que te aburrís. Necesitás artísticamente expresarte, modificarte, transformarte y eso naturalmente se le da a la banda, nos vamos transformando todo el tiempo. Somos doce monos, siempre alguien tira una idea y más o menos te vas tratándote de encontrar otra vez con lo que queremos ser y estamos todavía en la búsqueda.
RNB: ¿Qué recepción hubo en su gente con el anuncio de la vuelta?
PdG: Muy buena, las redes explotaron. Siempre nos están esperando para tocar sea donde sea y en un punto ya es como “dale loco, toquen”. Nosotros también eso nos pone contentos, no tocamos desde marzo y siempre está eso de “che, ¿cuándo tocan?” y salimos con la fecha con mejor respuesta de la que esperábamos. Aparte es la primera vez que pudimos formar un grupo de trabajo tercerizando un montón de cosas que nos ocupábamos nosotros y eso nos dio más libertad para ocuparnos de tocar y ensayar. Nunca ensayamos tantas veces seguidas como para este show. Tres veces por semana para nosotros que somos doce es un montón, juntarte tres veces y que puedan todos, pero estamos tremendamente motivados. El lugar lo amerita y queremos que explote.
Foto: Facebook Pera de Goma
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