El cartel de Rockin Food les cuidaba las espaldas mientras Guillermo “Walas” Cidade se encargaba de las preguntas más extensas, aptas para un desglobe mayor mientras le daba los pies a Pablo “Tordo” Mondello, Luciano Facio, Federico Piskorz y Carlos Carnota que tomaban el fierro caliente para responder cosas sobre lo sonoro y el futuro de la banda. Los integrantes de Massacre se mostraron entusiasmados por la vuelta a los escenarios de Capital Federal para presentar un disco con algo de añejez: Biblia Ovni, lanzado en 2015.
Museum los tendrá el sábado 20 de agosto luego de siete meses de giras por el interior con la nueva placa discográfica bajo el brazo. El local que fue inaugurado por Las Pelotas, una semana atrás, aparecerá en la historia del quinteto como un desafío a nivel audiovisual, en una fecha que puede resultar icónica.
Biblia Ovni tiene una temática muy marcada, ¿Cómo fue componer sobre la fe y sobre lo científico en un disco en la lirica y en lo sonoro para Massacre?
Muchas veces nos han dicho que somos proféticos o nos adelantamos a ciertos fenómenos. Los medios que corren a través de internet nos están poniendo en ese lugar de nuevo. Personalmente, estoy muy preocupado por lo que está sucediendo, lo podemos llamar en tres palabras: Tercera Guerra Mundial. Es un fenómeno que trasciende lo geopolítico y la cuestión económica de siempre, están entrando en juego factores que son extraterrenales o paranormales.
Hoy en día, vemos que las tropas ya no invaden un país para buscar petróleo, buscan reactores nucleares enterrados en diferentes lugares. Por fuera de los medios de comunicación oficiales, esto lo ves a través de ese canal alternativo que es internet. Ya no es Europa contra Estados Unidos, ya entra en juego un tercer factor que es lo extraterrestre. Todos estos fenómenos, los planteamos a través del vehículo que es un disco de rock. Tiene que ver con la fe, la religión, la preocupación se traduce en fascinación y creatividad.
¿Cuál creen que es el papel que está llevando internet en la música?
Tiene el mismo lugar que con la información. Internet vuelve a la música que conocimos cuando nació la industria de la música en los 50s. Se vuelve al formato del single y a conocer a las bandas por un tema. Debe ser una piedra en el zapato del poder porque siempre el poder intentó centralizar la información. Ahora internet se convirtió en una especie de biblioteca de Alejandría al alcance de todos. Es lo que el Indio Solari llama la “maoización de la información”, la información al alcance de todos por igual, la verdad que está bárbaro. Me asusta un poco el volumen de la información porque a los chicos de ahora se les ha metido en la cabeza tanta información que un chico de 18 años no sabe que es. Está bueno tener ese abanico para elegir.
Apoyan mucho al under pero están bajo las luces del mainstream, ¿En qué punto se consideran que están?
No fue fácil la transición entre lo underground y el mainstream. Estuvimos muchos años en el underground que tiene sus maravillas, prefiero al under que al mainstream. Había un filosofo, que no me acuerdo si era Platón, Sócrates o Fernando Ruiz Díaz, que dijo: “El underground es un lugar transicional del que todos quieren salir”.
Conociendo ambos estratos, el underground sabe y quiere pasión. En cambio, cuando llegas al mainstream bajas la guardia y pasás a mediocrizarte. Sin desmerecer algunas honrosas excepciones, prefiero pasar una noche de charla con alguien del under que del mainstream. El mainstream es llegar a tres o cuatro símbolos como tocar en Obras o Luna Park o estar en la tapa de Rolling Stone. Nunca perdemos la curiosidad de ser vanguardia, son dos realidades que cada una tiene su magia. Tenemos características de banda underground pero jugando en la cancha del mainstream.
¿Sienten que hay una política de clausura del under por parte del Estado?
Es un claro signo ideológico de cada gobierno. Hasta ahora, tuvimos tres gestiones de un gobierno de corte popular, con lo cual, la guita que hubiese iba para la cultura. Ahora entramos a un gobierno liberal que no creo que la plata se destine a cosas culturas, sino comerciales. Como decía Tato Bores: “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, entonces si nosotros elegimos tres veces a un gobierno populista que te promete un millón de computadoras y termina dando ocho millones de computadores, si decidimos cambiarlo, bueno. Ahora no pidamos lo que no elegimos. La cagada es que el margen por el que ganó el gobierno fue tan chico que la mitad de la gente quedó pidiendo más cultura. Si logramos imponer que el entretenimiento es una necesidad básica, que no lo es porque pedirle a una persona que no llega a fin de mes que compre un disco o una entrada, es una frivolidad. Tenemos que imponer que la cultura es negocio y de esa manera exista.
¿Qué tanto va a influir en la lista tocar en un lugar nocturno como Museum?
Hace siete meses que no tocamos en Capital Federal, cosa que no nos pasó nunca. Este año se dio por una serie de factores que salimos de gira, desaparecimos de la ciudad. Estamos fascinados con volver a tocar en Buenos Aires, con en este lugar que está bárbaro y a dos cuadras de La Trastienda, también a 30 metros del Teatro Arlequines que fue el semillero del rock alternativo de los 90s. Ahí salieron bandas como ANIMAL, Massacre Palestina y Fun People. El show que estamos preparando es acorde a la estructura que tiene el lugar, que es una torre de metal. Estamos laburando la parte visual equilibrada con la parte del audio. Dejamos de ser cinco Massacre para convertirnos en 40 uruguayos arriba del escenario, vamos a invitar a un coro Gospel de 10 personas. Estamos contentos por volver a tocar en Buenos Aires y nerviosos por la presentación del disco, un año después.
En cada álbum logran generar un rebautizamiento del sonido pero manteniendo una línea, ¿Cómo creen que logran eso?
Creo que son los años que llevamos haciendo música. Somos nosotros mismos lanzados a un terreno desconocido. Eso te da algo distinto al álbum anterior pero siendo nosotros. Es mucho trabajo en muchos años poniendo una idea en común, a pesar de tener influencias distintas. Lo que tenemos nosotros es que cada vez que nos ponemos hay una química inalterable, aunque no te hables después de tocar. Cuando hay música, hay química y eso nos mantiene en este viaje.
Massacre lleva 30 años de escenarios, nueve discos, varias generaciones que los siguen, ¿Qué sienten con esa mochila que llevan con mucho orgullo?
La verdad que es una mochila hermosa. Nosotros empezamos desde muy chicos, jugando a la pertenencia de un lugar más que a lo artístico. Cuando empezamos corríamos por canales muy paralelos a la realidad cultural, éramos el under del under. Hoy en día, esa mochila tiene cada vez más obra y más arte, junto a todo lo que viene por afuera que son premios y aplausos de la crítica y de la gente. Viajamos por todos lados, nos hemos dado los gustos que nos gustan a nosotros que son tener mejores violas, grabar en mejores lugares y pedir más cosas. Es una mochila con muchísimos recuerdos y con muchas cosas a futuro, con muchos bolsillos para llenar.
“Muñeca Roja” y “Niña Dios”, ¿Qué pasa con el protagonismo de la mujer en Massacre?
Los Massacre les damos el poder a las mujeres, nos definimos como matriarcales. Llegamos a la conclusión que el hombre que tuvo el poder en todas las sociedades, no hicimos más que cagadas. La mujer en su condición de madre es dadora de vida y cuida esa vida, en cambio los hombres matamos, tiramos bombas y somos territoriales. Las divinidades las creamos en función a eso, pero desde chicos. Nosotros hicimos un video que se llamaba “Querida Eugenia”, que era un cohete al espacio con un monito y Dios, que era mujer, lo convertía en hombre. Siempre son mujeres, quizás es eso, la decisión filosófica y también política de volver a los primeros clanes y seriamos muchos más felices.
Fotos por Silvana Marcote.
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