Voces

“Nos morimos de ganas de escuchar el próximo disco de El Bordo”

Insaciables, y antes de tocar el próximo sábado 17 de junio en Krakovia (Córdoba), la banda que nació en el Pellegrini apuesta a más "y eso es lo que nos mantiene vivos", define Ale Kurz. Opinaron de La Renga, Los Premios Gardel y mucho más. ¡Imperdible!

El Bordo en Córdoba
El Bordo en Córdoba

Jueves a la tarde-noche en la ciudad de Córdoba. A poco menos de una semana y media del show por esos lares, Alejandro Kurz y Pablo Spivak se bajan –cargados de instrumentos- del auto en calle Corrientes, casi Alvear. Saludan al reducido número de comunicadores que allí aguardaban. Sí, fue en ese hotel en donde estaban quienes tenían las mejores preguntas para hacerles. “El que ríe último, ríe mejor”, dice el viejo refrán. Pegado al hall central, se daría la charla de manera casi exclusiva e íntima.

“Contentos de poder haber venido a hacer estos días de difusión, de prensa”, es lo primero que se le escucha decir a Kurz, voz y líder del grupo.

RNB: A lo largo de los discos, han transitado distintas facetas musicales. Quizás “Yacanto” fue un quiebre. Después vino algo más tranquilo, como “Historias Perdidas”. Luego, en “Hermanos”, con un crisol entre Hard Rock, Grunge, y algunos otros temas más bajos. Y ahora con “El Refugio”, ¿van más para el lado del grunge?

AK: (Risas) Creo que es una muy buena lectura. Este disco volvió a tener la furia que tenía “Yacanto”. Eso a nosotros nos gusta porque para tocar en vivo es con lo que más cómodos nos sentimos. Lo cierto es que tiene bastantes matices, que incluso nosotros no esperábamos que sucedieran. Y lo que estamos notando es que al tocarlo en vivo… todas las canciones se prestan para tocarlas. La gente se enganchó bárbaro, desde el primer show. Nos piden que toquemos los temas del nuevo material. Y veníamos tocando la mitad, y nos piden que toquemos más. O sea que está teniendo una buena aceptación, más de la que creíamos, así que felices.

RNB: ¿Son conscientes de que entran en ciertos detalles musicales que antes, quizás, o no querían o se les pasaba de largo? Como, por ejemplo, a la hora de meter un “rulo de bata” o un arreglo de bajo, o lo que fuese…

PS: Yo creo que sí, que con los años te vas poniendo más… no te digo detallista, al contrario, por ahí sos más detallista cuando estás empezando, porque querés mostrar un mundo, querés mostrar… no sé, tocar esto… acá la verdad es que empezás a fluir con un nivel en la música, que los arreglos aparecen solos. La mayoría de los arreglos que están en el disco son intuitivos, y son de primera pasada. Hay una cosa cuando empieza “Metafísica suburbana”, que es un acento de bombo, que lo escuchás y no está… por ahí alguien puede decir ‘no, esto está mal’. Así fue como lo tocamos la primera vez. Y nos gustó tanto la onda que tuvo que dijimos ‘no, dejémoslo así’. ¿Por qué? ‘Porque salió así, y así es Metafísica Suburbana, con éste acento acá’.

RNB: Pero hay una decisión. Porque quizás hay bandas que notan crecimiento en su acervo musical, que están posibilitados a hacer algo aún mejor todavía, pero por ahí dicen “no, sigamos con la nuestra, con el estilo que veníamos haciendo”. Hay una decisión más allá de una evolución.

AK: Creo que es natural, no es premeditado. Naturalmente nosotros crecimos con la banda. El año que viene cumplimos 20 años. Es lógico que, en esos años de trayectoria, nuestros gustos vayan cambiando. Vas evolucionado, empezás a escuchar otras cosas, te empiezan a aparecer ciertos intereses…

PS: Yo creo que tenemos como una concepción a la hora de armar el arreglo de una canción: que pensamos la cosas como banda. No es que el baterista está pensando su línea de batería, viendo en qué momento se luce la batería, y después con el bajo… como que creo que planteamos todo de una manera en donde la guitarra está haciendo tal cosa en esta parte, el bajo está haciendo esto, la batería viene con tal cosa… y como que todo ya genera una sensación, porque está todo pensado, y uno sin el otro no funciona. Y el bajo sin ese bombo no funciona, y el bombo sin ese tambor no funciona, y ese tambor sin la guitarra de Diego (Kurz) no funciona. Uno se apoya en el otro, y ahí se da esa pelota de sonido que es como bastante avasallante, sin quemarte los oídos, no te da respiro porque el disco no para.

RNB: Musicalmente, ¿qué expectativas tienen? Porque ya han llegado a un estado elevado como banda, pero… ¿no les da por ahí esa cosa de decir “che, y después que hacemos”?

AK: Y eso es lo que nos mantiene vivos. Lo que nos mantiene despierto es ver qué vamos a hacer más adelante. En ese plan está seguir tocando juntos.

PS: Me muero de ganas de escuchar el próximo disco del El Bordo (risas).

Córdoba les sienta bien… demasiado bien

La charla se pone cada vez más interesante, y todo transita entre un clima ameno y de risas. No podría ser de otra manera con estos pibes ya maduros. Córdoba, La Docta, la ciudad del Cordobazo y su público, sería la siguiente cuestión.

RNB: En esta vuelta, ¿han asentado más la empatía con el público en Córdoba, más que en años anteriores?

AK: La primera vez que vinimos a Córdoba tocamos con Los Gardelitos

RNB: En 990…

AK: En 990. Estaba Korneta (Suárez) todavía. Y siempre tratamos de mantener esta relación, de venir una vez por año. Y si tenemos la suerte de estar en el Cosquín Rock, también. Es decir, serían dos veces por año. Tratamos de venir todos los años.

RNB: El año pasado no vinieron…

AK: El año pasado no vinimos. Entonces eso va a hacer que este recital sea doblemente fuerte, va a tener un par de temas extras. Va a ser un show largo.

RNB: ¿Conocen Krakovia?

PS: Hemos tocado cuando era Palm Beach. Una fecha increíble, un festival tremendo. Tuvimos que probar sonido con la gente ahí, estaba lleno.

Tiempo extra y el pitazo final

Esta vez, el último tramo se la nota daría lugar para dos preguntas ineludibles, sobre dos palos musicales distintos, aunque latentes en el rock de El Bordo a lo largo de su historia: pase al frente La Renga y Chris Cornell. ¡Ah! Los “Premios Gardel”, también fueron evocados.

RNB: Les vamos a preguntar por dos bandas y artistas, los vamos a sacar un poquito de El Bordo. ¿Qué opinión les merece lo que le está pasando a La Renga en Buenos Aires; y cómo afecto a la banda la partida de un referente del grunge como fue Chris Cornell?

AK: Lo de La Renga nos parece algo increíblemente injusto, y que no se puede creer que esté sucediendo en este contexto. No nos imaginábamos que podía existir la posibilidad de que censuren a una banda de rock en la ciudad de Buenos Aires. Eso no nos entra en la cabeza, y te hace recordar a cuando uno leía más que en nada en libros de historia, cómo prohibían a Mercedes Sosa, a Víctor Heredia, a León Gieco, al Cuarteto Zupay, a Charly… no podemos creer, la verdad que no se puede creer. Y ojalá que puedan tocar, porque no nos entra en la cabeza. Después, respecto al tema de Chris Cornell, una tristeza. Scott Weiland también se fue hace no tanto tiempo… hay que cuidar a Eddie Vedder (risas). Sí, la verdad que una tristeza, gran músico, un cantante tremendo, y una influencia para la mayoría de las bandas que venimos escuchando rock después de los ’90.

RNB: De los “Premios Gardel”, ¿qué opinan?

AK: Son premios de la industria de la música…

PS: A mí me puso re contento que le hayan dado a Eruca Sativa el “Disco del Año”. Porque a mí me parecía que reconocían a bandas que por ahí habían hecho su mejor disco hace 20 años, y por ahí es como que se les escapaba un poco eso, me pareció una bocanada de aire fresco que le hayan dado a Eruca.

AK: A Marilina (Bertoldi)…

PS: Y a Marilina. El disco de Eruca Sativa ha sido el disco del año, una producción de la puta madre. Entonces, está bien, a mí eso me puso re contento. De todos modos, no deja de ser un premio de la industria. Me parece que a nosotros los músicos, verdaderamente lo que nos importa, por lo que conozco, es poder tocar lo más que puedas, poder viajar, hacer que el proyecto crezca. Eso es lo que verdaderamente te nutre, lo que realmente te llena. Pero bueno… nada… yo me imagino que debe ser muy lindo ganar un premio y que te digan ‘muy bien, te felicito por lo que hiciste el año pasado’.

Ya no quedaba mucho más por preguntar. O sí, pero bien se sabe que a veces los tiempos no son suficientes, y más aún cuando hay tanta tela para cortar si de rock se habla. El Bordo, ha demostrado un evidente salto evolutivo a partir de su última placa discográfica, ideal, “al dente”, para todos aquellos que sostienen que el rock nacional ha muerto. La prueba en el “corazón del país” será el próximo 17 de junio, allí donde prometieron un extenso y potente show. Allí no se verá “cuánta tela”, sino “cuántas cuerdas” hay para cortar.

Por Jero Benassi
Fotos: Cristian Sangermano (material de archivo) y Jero Benassi