Cinco bancos en linea, dos micrófonos, una pantalla que muestra imagenes de un dvd, decenas de periodistas y fotografos esperando su turno para disparar o preguntar y cinco músicos. Los cinco músicos están a días de salir a tocar, como lo hacen desde los 15 años, en el mítico Estadio Luna Park. Leandro Kohon, Diego Kurz, Alejandro Kurz, Miguel Soifer y Pablo Spivak. Curiosamente, se ubican como saldrán al escenario, con esa formación inalterable que mantienen hace años. Campo y plateas agotadas para lo que tiene todos los condimentos para ser una noche redonda para la banda que tiene 6 discos de estudio, uno en vivo y miles de kilometros recorridos como Hermanos.
¿Qué pueden adelantar del show en el Luna Park?
Podemos adelantar que va a ser un show de rock inolvidable y va a ser una de las noches más importantes en la vida de este grupo que se formó hace 17 años.
¿Por qué creen que les llegó en este momento?
Habrá sido una concatenación de cosas. Hermanos fue un disco que nos hizo girar muchísimo y la gente nos pedía mucho un Luna Park, no fue tanta iniciativa nuestra. Sentíamos que la gente lo quería y decidimos poner la fecha ahora.
¿Qué sensaciones tienen sobre la presión que están sufriendo los músicos de Callejeros?
Nos parece una injusticia, lo decimos siempre. Pedimos por su libertad. Es un tema tristísimo que nos atraviesa todo el tiempo. Cuando parece que ya está, vuelve a pegarnos un mazazo en la cabeza. De nuestra parte, la solidaridad con ellos. Y también respetamos el dolor de los que perdimos gente ahí porque no estamos inmunes a eso.
¿Recuerdan algún show que hayan ido en el Luna Park que los marcó?
Cuando nosotros íbamos como fanas a ver shows, era la época que estaba Obras muy fuerte y el Luna era un lugar donde tocaban las bandas internacionales. La Renga tocaba en Obras y nosotros éramos más de ese palo. Recuerdo estar viendo un show de Divididos en el Luna Park, en la presentación del disco Narigón del Siglo que fue increíble. Igual, yo era tan fanático que subieron al DJ Zuker a hacer ruiditos y yo me indigné. Pero siempre mantenemos esa mirada de fanático entonces a la hora de armar la lista de temas, la hacemos pensando que sentiríamos al escucharla.
¿Cuál fue el último lugar soñado donde tocaron antes del Luna Park?
Yo te diría Obras Sanitarias que tocamos en 2006 y era un lugar tremendo. Cemento y Obras eran dos lugares que caminabas por adentro y te emocionaba decir: “Uh, acá pasó el Bocha Sokol y el Indio”.
¿Qué sueño creen que les falta por cumplir?
Creo que tenemos muchos sueños. El más importante es mantenernos unidos haciendo música. Llega el cumpleaños de alguien y siempre pedimos seguir en este proyecto que nos sentimos tan bien, eso es lo primordial. Después, todo lo que eso conlleva que es sacar discos y si todo sale bien, tocar en escenarios que nos gusten.
¿Les sigue pasando de emocionarse con alguna fecha de otra banda?
Fuimos a Las Pastillas en Ferro, que son muy amigos nuestros, y cuando se apagaron las luces, nos quedamos “wow”. La adrenalina de un show la sigo viviendo siempre, se apagan las luces del lugar y te agarra un “no sé qué” que espero no perderla nunca. Cuando volví a mi casa y veía todavía las luces prendidas, lo viví con cierta normalidad. Me preguntaba si llegó la hora de esta generación, de alguna manera. Veo a amigos míos que llegaron a ciertos lugares y hay que empezar a tomarlo con más normalidad y aceptando que a esta generación le llegó la hora.
Son muchos los adolescentes que los siguen, ¿Sienten la necesidad de estar hablándoles a ellos en los discos?
Creo que sí. No lo tomamos como una responsabilidad. Vuelvo a la autenticidad con lo que vivimos y sentimos y que sea autentico y carne en nosotros. Después lo vamos a salir a defender a muerte, plantados en lo que sea y en cualquier situación. No solemos hacer las cosas con tibieza, no hay grises. Si hacemos algo que sentimos con el corazón, vamos a full. Si hacemos algo que no estamos seguros, lo más probable es que lo descartemos. A todos nos tiene que enamorar cada canción.
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