Baltasar Comotto es un guitarrista reconocido por jugar en las grandes ligas. En 2002, recibió el llamado de Luis Alberto Spinetta para invitarlo a ser parte de las presentaciones en vivo de “Para Los Árboles”. Desde ese punto de partida, su figura tomó peso en la historia del rock argentino y acompañó a otros músicos como el Indio Solari, Andrés Calamaro, entre otros. A pesar de que su nombre es asociado al de estos artistas, siempre se mantuvo firme en desarrollar su carrera solista.

A lo largo de su camino en solitario, lanzó tres discos: “Rojo” (2008), “Blindado” (2017) y “Elite” (2017).

Actualmente, está en vísperas del lanzamiento de su próximo LP -con fecha estimada para antes de fin de año-. En medio de la pandemia, el encierro y todas las emociones que conllevan, publicó “Kiev”, un adelanto que anticipa un cambio de recorrido hacia un sonido más tecno, pop y experimental. Para este nuevo tema, sumó otros instrumentos: máquinas de ritmo y teclados.

La versión de “Kiev” que se compartió en redes sociales es distinta a la que va a aparecer en el disco. Es en formato reducido: Comotto hace de las suyas con su guitarra, mientras que Alejo Ferrera toca unos sintetizadores. “La idea fue de Alejo: quería plantear el tema desde una batería Roland 808. Cabe destacar que la canción original la grabó Juan Pablo Alfieri (baterista de Todo Aparente Normal) y es una versión más estándar”, manifestó Baltasar Comotto a Rock And Ball.

Según el músico, el próximo disco es una extensión de “Elite” (2017), que también tuvo un estilo de electro rock. A su vez, adelantó que va a tener 11 canciones con influencias del rock, pero de un modo más electrónico: “La pre-producción se originó con batas y secuencias que programé en mi casa”. Sin embargo, aseguró que no va a ser un disco de música electrónica, sino que va a tener la misma esencia rockera que lo caracteriza. “Hay texturas y sonidos que vienen más de ese estilo”.

Crédito: Jeremías López Maggio.

Rock And Ball: También, respecto al disco, dijiste que grabaste los bajos, cuando en ocasiones anteriores llamaste a bajistas, ¿buscaste un disco más personal?

Baltasar Comotto: No sé si más personal, siempre trato de hacer algo que no haya hecho anteriormente. En este disco grabé todos los bajos por una necesidad de hacerlo, los había grabado en las maquetas, quise ir a un estudio con Juan Pablo (Alfieri) y meter las bases para que suene mas orgánico y tenga esa cosa del vivo. Los resultados fueron muy satisfactorios y nos divertimos mucho al hacerlo de esa manera.

RNB: En algún momento dijiste que te costaba componer, ¿en este disco también? ¿Cómo superás las dificultades para poder hacer canciones?

BC: No me considero un músico prolífico, me lleva mi tiempo realizar los discos y soy bastante obsesivo con el resultado final. Un disco es algo que queda para siempre, entonces busco lo mejor para un mayor resultado. Las decisiones finales me tienen que volar la cabeza para que concluya un tema o un disco. La inspiración no está continuamente, uno tiene que estar despierto para retener esa idea que se presenta novedosa y llamativa.

RNB: A lo largo de tu carrera, tocaste junto a grandes músicos y letristas como el Indio Solari o Luis Alberto Spinetta, ¿esto te condiciona a la hora de escribir? ¿Te costó encontrar una voz propia?

BC: No creo que me haya condicionado, ya que es una necesidad propia que siempre siento. Por otro lado, es un orgullo tocar y haber tocado con semejantes letristas y compositores. Día a día voy modificando la interpretación vocal y me voy conociendo como autor e intérprete.

RNB: ¿Cómo estás transitando estos meses de confinamiento y cese de los shows en vivo? ¿Qué pensás de esta alternativa de los recitales vía streaming, pero sin público?

BC: Por ahora es lo que toca, estoy confinado en mi casa, desarrollo música nueva y proyectos nuevos desde aquí. Extraño tocar en vivo, la interacción es distinta mediante las plataformas digitales que nos toca usar. Creo que hay mucho por mejorar en la comunicación y la interacción de las redes.  Mejorar en lo técnico, esperemos que esto no sea eterno, que vuelvan los conciertos con público. Lo que sé es que todavía falta y dependemos de la ciencia para atenuar todo esto que está pasando.