El joven músico argentino, vuelve a dejar mucha tela para cortar. Esta vez, de la mano de Mirá Mamá, su más reciente single.
13.08.21 – Es jueves por la noche, hace frío y el invierno parece recordar que existe. Su presencia, -por momentos invisible-, se vuelve el escenario ideal para que Valentín Oliva A.K.A. Wos, nos deleite con otra joya.
Siempre que Wos anuncia que se viene alguna datita, el avispero se mueve. Los portales actualizan constantemente sus feeds, las redes colapsan, los hastags activan algoritmos por doquier, y les pibis se desesperan por conocer el nuevo material de su artista preferido.
Sin embargo, ni la fama ni los ceros le importan a Valentín Oliva. Y no por falsa modestia, ni porque necesite quedar bien. Sino porque, tal vez, probó las mieles del éxito y se empalagó. O quizás porque, simplemente, está evolucionando. Posiblemente, le haya caído la ficha de que ser Wos, supone cargar una mochila que no siempre será liviana.
Pues es bien sabido, que la vertiginosa carrera de este bonaerense de apenas 23 años, tan solo es una parte de su vida. Un color de la palestra, una escena de la película. Y es el propio Valentín, quien se encarga de dejarlo en claro, cada vez que puede.
De las plazas a los grandes estadios, de ocultarse para graffitear a estar pegado, de las rondas con amigos a codearse con distintas celebridades, del under al mainstream absoluto. Y es en este punto, donde es difícil imaginar cómo habrá repercutido en él todo este boom. Toda esta masividad tan frenética y, por momentos, sofocante.
No obstante, Wos va dejando pistas: Andrómeda, Mugre y, ahora, Mirá Mamá, dan cuenta de su experiencia en la cresta de la ola. Muestran, de una forma descarnada y transparente, cómo El Pibe de la Plaza fue pateando su camino, desde aquellos tiempos donde todo parecía más sueño que realidad, hasta este presente que lo tiene como una de las voces más importantes de su generación.
Ser visto como un referente por sus pares, debe significar un mambo interno difícil de procesar. Una avalancha y no de rimas, precisamente. Y para describirlo, en el adelanto final de lo que será Oscuro Éxtasis, su segundo disco de estudio, no se anda con vueltas: “Y ahora entendí que no todo está bien, pero está bien así. Una temporada de poner énfasis, en entender el lado oscuro de este éxtasis”.
¿Valentín se estará cansando de Wos? ¿O al revés? ¿O será, acaso, que ambos están más en sintonía que nunca? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que, en este caso, tanto la persona como el personaje, siempre han sido genuinos en sus formas y pareceres, también con sus tiempos, en cada una de sus etapas. Porque de algo podemos estar segurxs: Wos se siente incómodo en la comodidad. Una cuestión no menor, si tenemos en cuenta su edad y su historia.
Sin embargo, desde nuestro humilde lugar, bancamos fuerte al Wosito. Y al resto de les artistes independientes de nuestro país, que día a día la luchan para difundir sus laburos. Ya que, lamentablemente, con el talento no alcanza. Empero, confiamos en que el empuje, la impronta, su mensaje visceral (y honesto), y la original apuesta musical de Valentín Oliva, serán más que suficientes para que “esto” no muera ni nos olvidemos de él.
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