Esta crónica pretende ir un poco más allá. Alejado de cualquier absurda objetividad mentirosamente periodística, trataré de relatar en palabras, hasta la medida que se pueda, todo el sentimiento que pudo dejar una noche como la de ayer en un simple club de blues.
¿Cómo se puede describir la pasión, la diversión y la tremenda energía que puede dejar una juntada con amigos a la hora de juntarse a tocar la mejor música? Bueno, será cuestión de entender el momento: tiempo y lugar. ¿Tiempo? Un día de semana por la noche, no muy significativo como un jueves. ¿Lugar? El Suburbano Music Club (Gallo 769), uno de los barcitos más nuevos de la zona, acoplados a la onda de rock y blues propio de los suburbios urbanos característicos de cualquier parte del mundo, como corresponde.
Para este caso, los muchachos que se encargan del lugar son dueños desde Abril del año pasado, pero recién en Noviembre obtuvieron la licencia para dar lugar a conciertos. Esto significa que la temporada 2014 recién está inaugurada, a punto para sacarle lustre. Y para dar el ejemplo, nada mejor que los dueños: la organización del evento se planteó pensando en un recital previo, gratuito, para luego dar paso a la Suburbanda: un grupo de amigos que se suben a tocar, a donde se puede sumar cualquiera, o invitan a quien quiera, para cantar clásicos de todas las épocas. Vendría a ser algo así como una Pesada del Rock and Roll uk buy levaquin online non prescription where to buy plavix cheap buy cheap xenical no prescription paroxetine 10 mg serotonin drugstore Furosemide online , pero versión 2.0
Sin embargo, antes de adelantarse, conviene hacer una breve capitulación de lo sucedido pre-zapada. Tocó la presentación de Guido Vene con Brian Chávez como invitado para interpretar unos bluses tradicionales en formato acústico y otros de autoría propia. Una voz potente y clara sirvió de mostrador para covers de Terry Reid, Elmore James, entre otros, destacándose una interesante versión acústica de Your time is gonna come doxycycline online Australia: Trusted online pharmacy for quality ED medications. Full spectrum Are you searching for places to buy Doxycycline in Australia? , de Led Zeppelin.
Lo que siguió fue verdaderamente demoledor. Toda una camada de músicos under dispuestos a hacer estallar los mejores clásicos de rock y blues de todo el tiempo. Es poco preciso intentar explicar con letras cómo una versión de Walking by Myself de Gary Moore puede hacer volar todo por el aire sin entender el fuego supremo que se impone en una noche donde todo lo que hace falta son ganas de rockear y disfrutar. Nada de preocuparse por hacer unos mangos tocando ni la disposición clásica de un recital: sin perder el estilo de tocarse un buen blues, todo puede salir parejito con sólo marcar ‘1, 2, 3…’. No hace falta ser alguien conocido para estar allí: podés ser un desconocido, pero automáticamente te volvés amigo siguiendo el beat con tu zapato.
Por supuesto que para los amantes del Rock, esto fue un tornado que voló cabezas: cantar y gritar hasta morir temas como El viejo (Pappo’s Blues), Highway to Hell (AC/DC) o Paradise City (Guns N’ Roses) hizo hervir la sangre como en un recital de cualquier banda internacional. Insisto en que aquí no hubo modismos de ningún tipo. Unas guitarras afinadas y afiladas al palo y muchas, muchas ganas de tocar. Es volver a la esencia de ser músico: poder disfrutar de esos maravillosos acordes robados a las 6 cuerdas para poder hacer una fiesta en el lugar más silencioso. Y una vez más, el under está presente para demostrar eso: que la energía del Rock es un lugar abierto para quien quiera entrar y no bajarse de la ruleta de la fantasía nunca más.
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