¿Cómo se explica Cosquín Rock? ¿Cómo describir algo que ya es complejo en la previa, en el durante y en el post? Se escuchan los ecos de otra edición que tuvo de todo, en todo sentido. Tal vez ese sea el sentido de volver siempre…

Los Caligaris, Cosquín 2024 (Juanjo Coronell)

“Tantos kilómetros yo recorrí por vos, Será que todavía me haces feliz”, cantaron Los Caligaris el segundo día en el Escenario Norte… Ellos están allí, haciendo su fiesta, dentro de la fiesta. Como los y las miles que estuvieron. Que viven su fiesta dentro de este festejo musical, que han recorrido kilómetros y kilómetros desde sus primeras veces en el Cosquín hasta ahora. Quienes son historias hechas música y músicas para contar sus historias. Eso es el Cosquín…

Video: Ema Sapirstein

Porque son tantos kilómetros los que se han recorrido desde aquella primera vez en la Plaza Próspero Molina. Ahora abuelos y padres, antes los que estaban en el pogo. Ahora viendo cómo cambia la fisonomía del Festival, pero no su esencia. Porque hay que decir algo: habrá más o menos rock, pero nunca falta.

Tantos kilómetros son los que se caminan durante cada jornada en este, el que muchos llaman el LollaPalazzo, de modo despectivo, pero lejos de minimizar el impacto que tiene semejante monstruo: 5000 personas trabajando durantes dos meses para llevarlo a cabo; más de 21 millones movilizados para que se transforme en motor económico y cultural (sí, cultural); 90 mil litros de agua gratis para calmar tanta pasión.

COSQUÍN ROCK 2024: LOS 5 MEJORES MOMENTOS DEL DÍA 1
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No es el género, si no lo que genera

Es que es cierto, dista mucho de lo que fue. Pero siempre son necesarios los cambios y las adaptaciones. En tiempos donde no se sabe muy bien dónde está parado el rock, otros géneros son quienes levantan la voz y tienen una actitud para destacar. Ya lo dijimos una vez en otra cobertura, cuando al cubrir a Wos escribimos que “no es el género si no lo que genera”, como lo que paso con Lali arriba y debajo del escenario; con lo que pasó con Dillom, que tomó una canción que fue himno en su momento y la aggiornó. Tanto que hasta Andrés Calamaro salió a defenderlo. El mismo Andrés que hace unos meses llamó a votar a quienes criticó el rapero. 

Tantos kilómetros, para ir de acá para allá, para hacer una cobertura que no deja ver todo, que resulta imposible y aún así tiene la adrenalina de las primeras veces. Como la de cada persona que hizo el recorrido del puente, para ingresar, vaya uno a saber en qué número de vez o siendo la primera como lo hizo el 46% del público.

COSQUÍN ROCK 2024: LOS 5 MEJORES MOMENTOS DEL DÍA 2
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El Festival más grande de Latinoamérica no sólo se explica por las 14 hectáreas donde se desarrolla y los 6 escenarios con 106 propuestas en dos jornadas. Si no con las miles de vivencias que se dan ahí, año tras año. Con artistas que antes cantaban en el Hangar y ahora lo hicieron en el Escenario Norte, allí donde mucha gente encontró su destino; hubo otra para la que el norte fue el Escenario Sur.

Hubo quienes quisieron estar muy cerca de la montaña y priorizaron ese escenario; mucha gente quiso volver a vivir buenos momentos en el boomerang o resguardarse en La Casita del Blues o vivir esta edición en el Escenario Paraguay, para vivir lo que sucede durante el año en La Docta. No importa dónde fueran, si no lo que hicieron para ir.

Skay, un valuarte del Cosquín Rock (Juanjo Coronell)

Cosquín fue el calor abrumador en las dos jornadas, sobre todo en la segunda luego de la lluvia y el aguante a bandas como El Bordo; fue el cruzar charcos inmensos para ver a Cruzando el Charco; fue la fiesta de fin de noche, el baile, la cumbia, el mover el cuerpo pero también que se movieran las ideas.

Tantos kilómetros se anduvieron dentro y fuera del predio. Allí, donde se vive otro Cosquín o el verdadero. Ese espíritu que no se licua a orillas del río, que sigue vivo entre las juntadas, las previas, los abrazos de quienes viajaron tantos kilómetros para volverse a ver en el lugar de siempre.

El Cosquín, el lugar de siempre

Eso es el Cosquín, por más que digan los contrarios: el lugar de siempre. Las risas, los abrazos, los parlantes donde suenan canciones que reúne a gente desconocida que se hermana por acordes y letras, casi como en un ritual que no entiende de críticas. Mientras en el escenario con Nafta canten “Te veo y soy tan feliz, Soy el más feliz/ Por lo menos hasta que te vas”. Y en las calles se viva eso, aunque no se lo diga. 

Las Pelotas, una fija desde la primera edición. (Juanjo Coronell)

Cosquín son los tantos kilómetros que recorrieron las bandas consagradas y las que quieren hacerlo. Las que entienden lo de compartir como Los Pericos y sus amigos, Catriel Ciavarella con La Chancha Muda, o Airbag haciendo subir a pibe del público a rockearla. Una de esas “costumbres argentinas” que cantaron Los Decadentes, quienes años atrás parecía imposible que tocaran; o Divididos aplanando todo, como si hubiesen estado siempre, como es el caso de Las Pelotas.

Es la reivindicación de la música, de la cultura, de la lucha; es hacer llorar a “un hombre grande” cuando todo el mundo corea a Ricardo Mollo; es llorar al ver un hombre grande como Skay descociendola como siempre. Es el orgasmo musical de cada febrero, por la que preguntó Lali: “¿Qué es esta fantasía sexual de tocar en Cosquín?”.

LPDA también estuvo. (Juanjo Coronell)

Ella también dijo que una fiesta de este tamaño depende del amor desde el escenario y del acompañamiento desde abajo. Como lo hicieron los Miranda o Bándalos Chinos o Catupecu Machu, que invitaron a los Usted Señálemelo. Esa manera de abrir los espacios, el corazón y las mentes por parte de esas bandas que ya han recorrido tantísimos kilómetros.

Como Ciro, que siempre hace parecer que recién empieza y hace vibrar como siempre o como Conociendo Rusia, que genera hacerse una pausa en medio del predio y escucharlo de lejos, casi como el viento, casi como en nuestras casas. 

Tantos kilómetros de palabras se pueden escribir de este Festival, pero no podría explicar mucho más de lo que se siente. Como cuando Don Carlos vuelve a los escenarios y de golpe el Reggae retoma un lugar en el predio que no tenía hace años; o cuando Pablo Lescano o Ke Personajes suenan ATR en un lugar que nunca hubiera imaginado, como le pasó a Duki, o a la mismísima gente cuando fue testigo de un artista que nunca hubiese imaginado en Santa María de Punilla, como Slash, que agradeció “lo jodidamente increíble” que estuvo todo. Muchas veces Cosquín es eso. Algo jodidamente increíble. 

Una experiencia total en Las Sierras. (Juanjo Coronell)

“Tantos kilómetros yo recorrí por vos, Será que todavía me haces feliz”, cantaron Los Caligaris el segundo día en el Escenario Norte… Y en esa felicidad, tal vez se explique lo que sigue generando Cosquín Rock a un año de sus bodas de plata.

Será que todavía nos hace felices, más allá de los cambios, más allá de los vaivenes, más allá de los géneros. Más acá de la resistencia a todo y a todos lo que critican la música. Será que todavía, y siempre, Cosquín nos haga felices. Tanto, tanto, que hasta nos hace más plenos, siendo parte del latido de montaña.