Hace diez años pasaba lo que se suponía que no sucedería jamás: volvía Soda Stereo y daba el primer show en el estadio de River Plate como parte de una gira que los llevaría por Latinoamérica y Estados Unidos hasta el 21 de diciembre. Un hecho histórico e inolvidable que marcó un antes y un después en la escena del Rock Argentino en cuanto a las producciones, estéticas y sonidos. Era un momento pesimista, donde nadie le tenía fe alguna al regreso de una banda. Después de esto, que fue algo tan grande y que paralizó al país, los regresos, de alguna manera, empezaron a ponerse de moda.
El regreso de la banda era para muchos algo imposible por lo alejados que estaban entre ellos y por la incomodidad que mostraba Cerati cada vez que le preguntaban por eso. Desde “El Último Concierto” en River en 1997, los tres integrantes del grupo no se hablaron más ni tampoco se cruzaron en ninguna ocasión. Cinco años pasaron hasta que, en 2002, se prendió la primera vela de la esperanza cuando Los Premios Mtv de Miami les otorgó el galardón al “Premio a la trayectoria”. La presentación fue realizada por Mario Pergolini, amigo de la banda que los acompañó como periodista de Rock And Pop para cubrir sus primeras giras por Latinoamérica a fines de los cuando explotó la Sodamanía y la erupción que tuvo el fenómeno en los países vecinos. Junto a un gran homenaje por parte de la producción, Pergolini los presentó y los tres volvieron a juntarse arriba de un escenario por primera vez después de compartir una cena previamente. Recibieron el premio totalmente emocionados, cada uno dijo sus palabras y fue solo eso.
Latinoamérica y Argentina quedaron atónitas tras ese primer encuentro. Tal es así que Mtv aprovechó el momento para hacer un documental que se llamó “Soda Stereo: La Leyenda” y que fue emitido por primera vez a mediados de 2003. El mismo no contó con la participación de ninguno de los tres, pero si hubo testimonios de Adrián Taverna (Sonidista), El Zorrito Von Quintiero, Marcelo Moura, sus dos managers, entre otros. El combo entre estas dos situaciones prendió aún más la llama del deseo. Sony también sacó provecho de eso y lanzó documental oficial llamado “Una Parte de La Euforia”.
Fue en ese período, hacia principios de 2005, donde por primera vez se habló de una supuesta primera reunión de Soda Stereo. La primera propuesta interesante fue realizada por parte de una empresa de telefonía móvil que estaba organizando un evento para estrenar su nuevo nombre y, para eso, les propuso hacer un concierto al aire libre. El monto que se ofrecía era millonario, pero como faltaban sólo noventa días para organizarlo, finalmente dijeron que no.
Esta propuesta había abierto una puerta que antes parecía estar cerrada. A partir de ahí fue cuando las esperanzas se multiplicaban aún más y ellos lo sabían. En esa época, Gustavo hablaba ante la prensa con mucho entusiasmo sobre el disco que estaba haciendo y realizó un arduo e intenso trabajo de promoción. “Ahí Vamos” era su trabajo como solista más directo, más rockero, más del vivo y más Soda Stereo, en cierta manera. Además de eso, que no es poco, fue el disco que llevó su carrera como solista a la popularidad y masividad y donde se lo comenzó a instalar un poco más en el rock. Muchos fans encontraban ciertos guiños en las letras que hablaban de Soda, como es el caso de “Uno Entre Mil”.
Después de esa primera cobertura, Roberto Costa, productor de una empresa disquera muy conocida, se quedó muy interesado y tuvo un almuerzo con el manager Daniel Kon, donde le contó su gran objetivo: hacer un tour por todo Latinoamérica. Ninguno de los tres -todavía- sabía nada de esto.
Llega el año 2006 y Kon seguía viendo a los tres por separado. El manager se encontró con que Zeta Bosio y Charly Alberti consideraban la posibilidad de volver pero aún faltaba Gustavo, que era el único de los tres que estaba con una carrera como solista muy avanzada y, además, con el proceso de un disco que tendría una larga gira.
La historia cuenta que Daniel lo llevó a almorzar cerca de su casa, le contó toda la propuesta y él, sorprendentemente, manifestó que la reunión era posible. Una vez que él lo vio como algo alcanzable y, calculando el tiempo de la salida de la placa del cantante, comenzó a pensar que el regreso de Soda Stereo podía llevarse a cabo a fines del 2006. Como el disco de Cerati había salido en mayo, se tomó la decisión de pasar el regreso para el 2007, que coincidía con los diez años de su adiós.
Después de que vaya aumentando la intensidad del trabajo de todos y de los primeros grandes encuentros periódicos entre los tres, como aquel primero en casa de Charly, se pensó en los nombre de la producción y todo se fue haciendo de manera muy rápida. Fue un momento donde los tres, casualmente, hacían muchos reportajes por su lado. Zeta tenía un programa de radio y televisión, tenía su compañía Alerta Discos y estaba siendo una suerte de bajista de Catupecu Machu. Charly Alberti volvía al ruedo con una nueva banda llamada Mole. La promoción del disco de Cerati era la más grande que había tenido en el momento y se encontraba de gira y dando entrevistas todo el tiempo. En todas ellas no faltaba la pregunta obvia y fue muy insólito como desmintieron todo el tiempo que Soda volvería.
El 27 de marzo, día del cumpleaños de Charly Alberti, se presentó el disco Mole en La Trastienda, donde estuvieron presentes Gustavo, Zeta y Daniel Kon. Significaba la primera vez que se mostraban los tres juntos ante la prensa desde 1997. Después de eso, el 7 de junio de 2007, el país se quedaba paralizado y sorprendido por lo que comenzaban a anunciar los medios. La vuelta de Soda Stereo era una realidad y confirmaron que harían solo dos conciertos en River. Hasta que el sábado 9 se lanzó el anuncio oficial con dos avisos diseñados por Alejandro Ros.
El primero mostraba a tres tipitos en amarillo con la frase Me Verás Volver, y el segundo confirmaba las actuaciones de toda la gira. El lunes 11 de junio se pusieron a la venta las entradas para los dos primeros conciertos en River, que con grandes colas de gente, se agotaron en tan solo dos días. Por esta razón, rápidamente se anunció una nueva fecha que sería el 21 y además aprovecharon a reservar dos días más, ya que River estaba disponible en noviembre.
En los meses posteriores se fueron ultimando los detalles de la gira que tendría un total de más de 20 shows. Los ensayos comenzaron en julio, todos los días desde las tres de la tarde a partir de las 9 de la noche. Eran ellos tres junto a Tweety González, Leandro Fresco y Leo García que los acompañaban. En el primer ensayo estuvieron ellos tres e hicieron 40 temas al hilo. El país estaba eufórico y se sumergía en una nueva etapa cultural y musical.
Estábamos ante un fenómeno, el regreso de Soda. No hubo ni reportajes ni nada por el estilo hasta el 19 de septiembre, un día antes del décimo aniversario de El Último Concierto, donde se realizó una enorme conferencia de prensa. Ese día tocaron solo dos canciones: “En la Ciudad de La Furia” y “Sobredosis de TV”, algo que se trasmitió por todos los noticieros y canales de televisión. Para la ocasión, los Soda volvieron a las raíces y se vistieron al mejor estilo New Wave, con corbatitas bien finas, y detrás de ellos un muro de televisores ordenados asimétricamente haciendo interferencia. Un homenaje oficial a la puesta en escena del primer gran concierto del grupo en 1984 en Astros. Todo se llevó a cabo en Museum, donde en 1989 filmaron el video “En La Ciudad de La Furia”.
Luego de tocar en vivo, se pusieron aún más elegantes pero manteniendo la estética y se sentaron en unas banquetas para recibir las preguntas de una conferencia moderada por Lalo Mir. Había periodistas de todo Latinoamérica, y no entraba ni uno más. Toda esa generación de jóvenes al otro día no podía parar de hablar de lo que habían visto, el sueño se había cumplido y la fantasía ahora era una realidad. Ya para principios de octubre, los ensayos se trasladaron al Club Ciudad, donde ensayaron por primera vez junto a la gran escenografía hecha por Martín Phillips.
A tres días de la primera presentación, dieron la primera y única entrevista exclusiva durante todo el regreso con Mario Pergolini en La Rock N’ Pop, en lo que fue una charla emocional que duró más de dos horas a tres días del histórico debut. Y si, como se dijo en varios lugares, la primera fecha de 19 de octubre fue monumental y power en todos los sentidos. Habían largas colas desde muy temprano a la mañana, al mejor estilo Rolling Stone o U2 y a las 4 de la tarde se abrieron las puertas.
El estadio se fue llenando a poco a poco y a las 21 horas, con una puntual absoluta, se apagaron las luces de un viernes totalmente húmedo y caluroso y las cámaras de la tv estuvieron ahí para mostrar ese comienzo en vivo por varios noticieros. Con el escenario todavía a oscuras, se comenzó a escuchar la voz de Gustavo cantando aquel último tema que Soda Stereo había grabado un mes antes del Último Concierto para un homenaje a Queen y que encajaba a la perfección con el contexto por el cual que estaban pasando. La canción era “Some Day One Day”, pero ellos la convirtieron en “Algún Día”, con la letra muy bien traducida. La canción dice “Si piensas volver algún día”.
Ese día había llegado y ellos estaban una vez más arriba de un escenario, reinventados y con toda una estética y una puesta de escena adecuada a los tiempos que corrían y como si fuesen una banda que nunca paró. Cuando el comienzo era inminente, se escucha la inconfundible voz de Gustavo diciendo “¡Por fin! Bienvenidos…” y ahí nomas arrancan con “Juegos De Seducción”. En simultaneo a la batería de Charly, que golpeaba directo al pecho, se generó un despliegue de luces asombrosos, que ya de entrada, mostraba lo grande que era la puesta en escena. Ese momento del comienzo no solo paralizo a las 70.000 personas que estaban ahí, sino a todo un país. Un momento épico en la historia del Rock Argentino. El grupo mostró que la magia estaba intacta después de diez años sin tocar juntos y que tenían la capacidad de poder tocar los temas de los primeros discos, algunos nunca antes hechos o rara vez, o canciones que no venían haciendo en los últimos años.
El desafío para Soda Stereo fue hacer las canciones en sus versiones originales, algo que nunca habían hecho. Hubo temas de todas las épocas y de toda la discografía, muchas joyitas, como fue el caso de “En Camino”, que de hecho nunca tocaron en vivo o canciones muy olvidadas por los fans como “Zona de Promesas”, que con el tiempo se volvió un tema importante en el período del regreso. Todo fue saliendo cada vez mejor, este era el primer show y el debut, donde realmente iban a ver si esto valía la pena. El saldo fue más que positivo, realmente los desbordo, desde la gente y el amor tan fraternal y poderoso hasta como estuvieron ellos en el escenario. Al día siguiente, la cancha se llenó por completo y estuvo esa sensación de que todo había salido aún mejor que el día anterior . Una lista de canciones que tuvo el agregado de “Final Caja Negra”, donde Gustavo jugó con el tema “Danza Rota” y dijo “Caja Rota o Danza Negra?”.
Después de esta segunda fecha, vino un after show bastante grande en una noche de Sábado maravillosa y la vuelta de esta banda parecía traspasar música. Luego todo fue historia, fueron llegando más River hasta romper records y convertirse en la banda que más conciertos hizo allí hasta ese momento. La gira fue más larga de lo que imaginaron, la repercusión fue enorme y a medida que fueron avanzado por todo América se fue notando que por la felicidad de ellos y su actitud y hambre y deseo parecían esas primeras giras enormes en los ochenta, en plena época de La Sodamania.
La cuestión es que tocaron después de 12 años en lugares como Colombia y después de 16 años en Córdoba. Fueron rompiendo records en cada lugar donde fueron . La gira había sido muy poderosa porque hicieron todo tal cual en cada lugar, debiendo trasladar una gran infraestructura, al nivel de una banda internacional. Hasta que finalmente llegó el gran y triste día donde la gira y burbuja del tiempo, como definió Cerati al reencuentro, finalizaría y se dio con el sexto River el 21 de diciembre, que tuvo muchísimos invitados de todas las épocas. Tras un abrazo más que fraternal entre los tres y con una confesión a flor de piel por parte de Gustavo, donde decía que estaban inmensamente felices y que el motor de todo esto había sido recompensar la relación interna con Charly y con Zeta, Soda Stereo se despedía.
Luego vinieron los festejos en el Hotel Faena, pero más allá de que el descanso finalmente había llegado, no se podían confiar del todo porque en las vacaciones de verano había que terminar el CD y DVD y también decidir que iban hacer con los ofrecimientos desmesurados y concretos para seguir tocando. Esto nadie lo supo en el momento, fue otro gran top secret que la banda y todo su entorno guardó bajo llave. Con los años se supo que esos ofrecimientos habían tenido que ver con tocar en el Madison Square Garden de Nueva York, hacer una gira por Italia y formar parte del Festival Coachella de California.
Finalmente se llegó a la decisión de que se irían juntando cada 4 o 5 años para hacer diferentes giras y, porque no, grabar un disco también. Lamentablemente en 2010 pasó lo que ya todos sabemos: Gustavo Cerati sufrió un ACV en medio de la gira de Fuerza Natural que lo tuvo 4 años en coma hasta que en 2014 su corazón dejó de latir y esto nunca se pudo hacer realidad lamentablemente. Nos quedó lo exitoso, y ese moño perfecto que fue lo de 2007. La Burbuja en El Tiempo llegaba a su fin y el 7 quedaría una vez más como un numero clave en la historia de Soda. Ese sería el último año que el trío existió arriba de un escenario, pero que permanecerá en una burbuja atemporal donde el tiempo no pasa jamás.
Por Marcos Coletto
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