¿Qué pasaría si un buen día te dicen que en tu cumpleaños van a tocar, gratis, sólo para vos, el Ensamble Chancho a Cuerda y Duratierra? Y no separados, sino todos juntos. Uno no podría hacer menos que emocionarse profundamente. Bien, eso fue precisamente lo que vivió ayer Haroldo Conti. O mejor dicho, el Centro Cultural Haroldo Conti (Av. del Libertador 8151). El mismo que está festejando su 7º aniversario de apertura con actividades abiertas y gratuitas al público, que se van a extender hasta el 31de mayo. Este recital formó parte de ellas.
La invitación vino gracias al Encuentro Colectivo de fotógrafos Larga Distancia, coordinados bajo el Colectivo M.A.F.I.A., dispuesto a buscar y hallar lazos entre las diferentes actividades culturales (teatro, danza, fotografía, música, entre otros). De hecho, fueron ellos los encargados de dar apertura al show, al leer un texto en agradecimiento al público y al espacio.
Aplausos de por medio, salió a la cancha la selección. Doce de los mejores músicos de la escena entraron a compartir escenario para un público que, no estuvo lejos, pero increíblemente no llenó el salón. El lugar no era desconocido para ninguno de sus partícipes, y ni siquiera ellos era la primera vez que tocaban juntos. Ya se habían encontrado en otras tierras, pero esta ocasión brillaba de particularidad. No había más que esperar a que la magia ocurriera.
Y ocurrió. ¡Y cómo! 2 bajos, 2 teclas, 2 batas, 3 guitarras, un violín y una voz para construir una fiesta que fue de a poquito. Con un astuto inicio instrumental (Candombe Be), los músicos fueron asentándose de a poco hasta encontrar la armonía –y la melodía- justa en el ida/vuelta con el público –algo en lo que no tardaron ni 3 temas. La idea alrededor se basó en tocar piezas de ambas bandas como así también producciones latinoamericanas. De esta forma, brillaron perfomances como Llorona (anónimo mexicano) y Magnus Pharmacy, online drug store offers Lioresal including cheap Baclofen 10 mg , Buy Baclofen 25 mg and other prescription medicines in different dosages Maldigo Best Prices For All Customers! Cheap Valtrex no prescription . Online Drugstore, Generic Valtrex Without Rx . del alto cielo (Violeta Parra), por ejemplo.
No todos pudieron ejecutar todo al mismo tiempo, pero no tocar en una canción no fue pecado. Ser parte de la pieza ocupando el sagrado lugar del silencio también fue un mérito. En ese sentido los músicos acordaron darse un respiro y un equilibrio mutuo entre ellos para que nadie terminara exhausto. Que ciertos temas folklóricos tengan pocos tonos no quita que no dejen de estar bien ejecutados o se les pueda buscar su vuelta. Pero no estamos hablando de un grupo de improvisados. Estamos hablando de 2 de los grupos emergentes más importantes del momento.
Como buena fiesta, hubo sorpresas. Al momento de interpretar Cuécala, de Fernando Basanta, el propio autor salió literalmente de entre el medio del público y se sumó al canto su propia composición. Como si se tratara de algo entre amigos. Una zapada cualquiera. Y lo que ello pudo tener de alegría espontánea, inmediatamente se equilibró con belleza profunda y sostenida cuando a written essays Lautaro Matute lo dejaron solo cantando Nocturna, con un salón… a oscuras. Un solo haz de luz resaltó la figura del cantante, en un show donde hasta los fotones hicieron juego. Algo más bien parecido, incluso, al teatro ciego. Como para no dejar sensaciones fuera.
Presos de los aplausos públicos, a los muchachos no les quedó otra que hacer otra canción luego de Pupila de Águila y volvieron con Sin Patrón, como para terminar a todo galope “una aventura nueva”, como lo describió Micaela Vita, cantante de Duratierra y sin lugar a dudas, una de las mejores voces de la Argentina, lejos. Es que sí, como buen festejo, todos la pasaron bien, yéndose satisfechos. Protagonistas e invitados. Y el homenajeado, ni hablar.
Comentarios