Barro tal vez, cantaba la negra Sosa en “Cantora”, el disco donde interpretó este genial tema de Luis Alberto Spinetta, junto al propio Flaco. Y barro sobraba en el -desastroso- predio donde se realizó el Pepsi Music. Una suerte de Woodstock, nac & pop, pero con varias corporaciones pagando miles de pesos para estar. ¿La gente? Librada a su suerte, en la oscuridad, en el lodazal y esquivando pungas. Pero la música es magia. Magia de verdad. Ni negra ni blanca, magia del alma.
Cuando un transpirado Eddie Vedder, dijo ,en un castellano cada vez más logrado “Esta banda los ama”, todo se justificó. A nadie le importó el barro, el frío, los pungas, la espera para las hamburguesas, los escasos baños químicos, ni la cantidad enorme de deficiencias del “Festival más grande de la Historia” (jajajajaja).
Lo cierto es que el festival dejó mucho que desear pero Pearl Jam…Pearl Jam es una cosa seria. Es la banda más argentina de las que hablan en inglés. Entiende a la perfección la devoción-idolatría que hay en este suelo por ellos. La entiende y la abraza. No la rechaza. La recibe y la usa. Genera un boomerang de agite y coros enardecidos que se termina traduciendo en 2 horas y 20 de rock hasta que el barro de seque.
El show fue impresionante. El del 2011 fue épico, este fue, quizás, legendario. El barro, la inundación en Buenos Aires, los problemas de luz, de energía, todo eso terminó siendo un ingrediente más para hacer de esta noche inolvidable. Inundación que el propio Eddie Vedder recordó y, con sus palabras, expresó su pesar por lo sucedido. Lo hizo al cortar “Just Breath”, el único tema que lo tuvo al frente con la acústica.
Decían que iba a ser un show corto. Y la realidad es que no lo fue. Pero la realidad también indica que PJ tenía pensados 5 temas más que debieron quedar afuera. Pero lo que pudimos oír, vibrar y sentir, fue impresionante.
Como en 2011, “Release” abrió la noche. Una canción tan sensible e intimista, como para que todos nos metamos en clima. Lo que siguió fue un golpe directo al mentón “¡EVEN FLOW!”, ocupando el segundo set de la lista, desconcertando a todos los que más o menos conocen la dinámica Jammer en el armado de “Set list”.
“Lukin”, con un Vedder furioso, que ya se había bajado medio vino fue la antesala para uno de los temas que siempre garpan: “Corduroy” y sí, aunque fue corta, “The Waiting is drove ‘us’ mad”. Pero por suerte, Pearl Jam ya estaba ahí.
Para seguir con una primera parte de show demoledora, que se pareció mucho a una “golpiza” por la voracidad, velocidad y justeza con que salían los temas, apareció una gema en la noche. “This is a request”, dijo Ed, dejando en claro que alguien había pedido que suene “In Hidding”, una joya de “Yield” que dejó satisfechos a los jammers más viejitos. Quien quiera que haya sido quien se la pidió, le agradezco mucho.
“Save You”, de “Rioct Act” siguió en la noche, seguida de un tema de “Ten” pero uno que casi nadie esperaba: “Deep”. “Jeremy”, una que sabían todos, volvió a encender el campo del Pepsi, poblado por más de 50 mil personas, embarradas, cansadas, agitadas peor extremadamente felices.
“Wishlist” bajó un poco las revoluciones, que volvieron a subir con “Hail, Hail”. Después, Vedder dedicó el tema a “Fabricio Oberto” y empezó a sonar “Given To Fly”, uno de los temas más festejados por la gente, que no paró de agitar ni un segundo de la noche, provocando que Vedder tuviera que mirar, atónito, hacia todos los sectores del campo. Una ceremonia que empezó en 2005, se repitió en 2011 y ahora, en 2013, tuvo su tercera parte. Y, claro, habrá una cuarta.
Después de “Given To Fly”, Pearl Jam sorprendió con otra joya: “I Got Shit” o “I Got Id”, como quieran decirle, sumió a la multitud en una atmósfera preciosa y virtuosa, mientras las violas de Stone y Mike llenaban los huecos que la voz de Ed dejaba libres, todo coordinado por el gran bajo de Jeff y el pulso de la batería de Matt Cameron.
“Daughter” sonó a continuación, pero lo mejor fue ver a Eddie cantando en castellano el tag “It’s Ok”. Vedder ensayó su tema en castellano “Está bien, está bien, sabes que te quiero como asheerr” y la gente respondía, aplaudiendo a rabiar los esfuerzos, enormes, de Vedder por pegarle a la fonética del tema. Delirio es poco. Vedder viene, dice que nos ama y, encima, se pone a cantar en castellano. Extásis. Amor puro.
“Got Some” sonó para recordarnos que existía “Backspacer” y, pegado, cayó “Betterman” con el coro de la multitud cantándolo a viva voz, mientras Vedder dirigía todo como si de una orquesta se tratara. El tema fue seguido por uno que, según palabras de Ed “A Joey Ramone le gustaba mucho”, así sonó “Small Town”, nombre con el que se abrevia a “Elderly Woman Behind The Counter in a Small Town”, el nombre de tema más largo del catalogo de Pearl Jam.
Todavía seguíamos en la primera parte de la lista, y el inoxidable “Rearviewmirror” apareció para detonar la noche antes del merecido descanso. Casi una hora y media al palo, sin respiro, con éxitos, gemas inesperadas y hasta un Eddie cantando en castellano. La verdad es que si el show terminaba ahí, nadie podría haberse quejado.
Pero a los cinco minutos apareció Vedder “Vamos a hacer de cuenta que lo que pasó no vale, y seguiremos tocando”, dijo y la gente explotó. “Do the evolution”, “Animal” siguieron con un show al palo, que encontró freno en “Just Breath”. Antes, había otra gema “Present Tense” que no sonó por el capricho de la producción y los tiempos.
En “Just Breath” Ed habló de las inundaciones, se mostró compungido y dedicó el tema a la gente que la estaba pasando mal, además de agradecer a todos los que se llegaron hasta el lugar, pese al caos que reinaba en varias partes de la ciudad.
“Black” y la ceremonia que PJ y el público argentino ya se saben de memoria. El canto prolongado, aún cuando los seis minutos y algo de uno de los temas más emblemáticos de PJ llegan a su fin. Luego fue el turno del acostumbrado homenaje a Los Ramones con una versión atronadora de “I Believe in Miracles”.
“Alive” reventó todo. “I’m still alive” cantaba Eddie y la gente deliraba. El tema que cierra su película “PJ20” y quizás el que mejor resume lo que es Pearl Jam. Pasó el Grunge, pasaron los ’90, la industria mutó, cambió hasta casi “relegar” a las bandas como PJ, pero Pearl Jam, esta banda, sigue viva. Y más viva que nunca. Con 22 años de rock en el lomo, que serán más.
“Keep On Rockin In The Free World” sonó en reemplazó de “Porch”. “Está canción no estaba originalmente en la lista, pero la vamos a tocar igual”, tiró un Vedder exhausto y el público recibió, a los saltos, pogos y puños en alto el cover de Neil Young.
Para el final, luego de regalar 8 panderetas y de saludar a cada uno de los costados del escenario, Vedder aseguró: “Queremos decirles a toda la gente que conocimos estos dos días, a toda la gente que está acá, a toda la Argentina. Esta banda los ama” y empezó, pegado “Yellow Ledbetter”. El cuasi himno con el que PJ finaliza el 90% de sus shows alrededor del mundo.
Vedder volvió a prometer que iban a volver pronto. Y, pillo como es, entendiendo el juego como casi ninguna banda de afuera lo hace, supo que fibra tocar para terminar de conquistar a la Argentina para siempre, por si todo el rock no bastara y todo lo que PJ “transpira” en escena tampoco. “Espero que Brasil no escuche esto pero ustedes, Argentina, lo han superado”. Pearl Jam y Argentina están en una relación y a miles de personas les gusta esto. Que no se corte.
Foto Set List: Twitter Oficial PJ
Foto: Damián Basile
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