El origen de esta nota está en la espantosa noticia que atrapó cuando aún no había terminado la campaña electoral para las P.A.S.O. de este año. La noticia era que, como se ve en la imagen principal, el mural homenaje a Charly García había sido tapado tras una propaganda pintada del candidato Mario Ishii. Es en ese momento que surgió la pregunta de cómo o en qué estado se encontrarían las demás paredes dedicadas al Rock. Aquí comienzan los resultados:
Los 60 murales homenaje al Rock Nacional fueron una propuesta impulsada por el diputado Avelino Tamargo en el 2010, a partir de los cuales se inauguraron apenas 10. Los artistas de nuestro Rock pintados fueron Charly García, Andrés Calamaro, GIT, Mancha de Rolando, Diego Torres, Pity Álvarez, Miguel Mateos, Sandro, Pappo (de forma no oficial) y las chicas de nuestro Rock (entre las que se incluyen Fabiana Cantilo, Hilda Lizarazu, Claudia Puyó y Sandra Mihanovich, entre otras).
Sacando de lado quiénes faltan, quiénes no y por qué, el estado de los murales hoy en día es, por lo menos, decepcionante. La gran mayoría de ellos hoy se encuentran alterados o directamente tapados. Pero pasemos a lo explícito, en imágenes y explicado.
El primero en presentarse al público fue el de Charly. Obra del gran artista plástico Mc Pío en colaboración con los muralistas Pepy y Roy, se encontraba en Carlos Pellegrini al 900. Dicha presentación contó con el propio García en escena, que se encargó de firmar la pared. Hoy, como se ve, la pintura que retrata(ba) la tapa de Clics Modernos (una obra maestra del bicolor) y una interpretación de la canción ‘Yendo de la Cama al Living’ se encuentra teñida de blanco junto con grandes letras en azul clamando por la vieja candidatura de Ishii. En los grupo de Facebook afines al músico, ya se está hablando de una restauración a mano –informal- con sus melodías de fondo.
Otros dos que están dañados por igual son los de GIT y La Mancha de Rolando. Y si están dañados por igual no es por estar rotos, sino por estar… tapados. El primero, que representaba la tapa del “Álbum negro” de la banda, se halla tapado por una pintada de la agrupación Red Sudakas; mientras que el segundo, que mostraba el glorioso disco “Viaje” de la banda de Avellaneda, por una capa de por lo menos cuatro afiches o propagandas distintas. Lo que significa que si uno pasa distraídamente por cualquiera de los dos lugares del microcentro porteño, difícilmente se dé cuenta de que allí hay (o había) dos muros en homenaje a nuestro Rock.
Aunque sin lugar a dudas el caso más triste de todos, es el de Andrés Calamaro. El muro homenaje al Salmón está totalmente destruido. Ningún mínimo resquicio queda ya del mismo, ya que es su lugar se está construyendo un hotel –suerte de arreglo entre la empresa y el bar “El Querandí” de enfrente –que ni rastros dejó del mismo. Su mural contaba con las tapas de de discos más emblemáticos de las distintas bandas de las que había formado el músico: “Vasos y Besos”, de Los Abuelos de la Nada; “Palabras más, palabras menos”, de Los Rodríguez; “Honestidad Brutal” y “La Lengua Popular” de su carrera solista.
Hasta aquí la primera parte. Hemos de contemplar ahora cómo los intentos para llevar la cultura hasta la calle, hasta el día a día más común que se pueda, se ven, literalmente, tapados. Soluciones mágicas no hay: no es necesario, ni se puede, poner un vidrio cristal para proteger esto porque no tendría sentido. La provocación de inaugurar algo grande e inmediatamente ir a intervenirlo siempre va a estar. Quizás el camino esté por otro lado, o tal vez lo que se quiso instalar ya estaba entre nosotros y no fuimos capaces de percibirlo. Pero si dicha forma no es capaz de ser y mantenerse correctamente expresada, de poco valdrá que se tenga una idea.
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