La partida de Tom Petty nos dejó en caída libre. Parafraseando uno de sus más grandes hits, el repentino deceso del músico estadounidense tomó por sorpresa al músico y boquiabierto al mundo musical. A pocos días de haber finalizado la gira celebración de los 40 años de trayectoria con Los Heartbreakers, banda con la que editó trece discos desde fines de los setenta, un infarto masivo terminó con su vida mientras descansaba en su casa de Santa Mónica, California.
En ese lugar fue hallado inconsciente el domingo por la noche. La confirmación de su muerte trascendió rápidamente y fue aseverada -erróneamente- por muchos medios de comunicación mientras permanecía internado. Sin embargo, cuando parecía haber alguna esperanza, la peor noticia fue confirmada por TMZ y publicada por su familia en las redes sociales oficiales.
Tom Petty tenía 66 años y, además de su trayectoria junto a los “rompecorazones”, lanzó tres álbumes en solitario y fue parte de The Travelling Wilburys, uno de los primeros super grupos, junto a Jeff Lyne, George Harrison, Bob Dylan y Roy Orbison. A comienzos de los setenta daba sus primeros pasos junto a Mudcrutch, banda con la que se dio el gusto de editar dos discos homónimos en 2008 y 2016.
Meses atrás, le concedió una entrevista a la revista Rolling Stone, donde afirmaba que esta sería su última gira y daba precisiones sobre su idea para el futuro inmediato. “Estamos todos en nuestros sesentas, tengo una nieta que me gustaría ver lo más que pueda. No quiero pasar toda mi vida de gira. Este tour me va a llevar lejos de casa por meses. Para una niña pequeña, eso es mucho tiempo”, decía de manera clara. ¡Hasta siempre, Tom!
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