Por Facundo Remi especial para Rock And Ball
La noche en El Teatro había empezado con la banda invitada Voltage, que calentó al público durante la espera. De tanto en tanto, se filtraba el ruido de la batería, el bajo y las guitarras siendo testeadas. La presentación era inminente, y así fue que, a 15 minutos de las 23:00, las luces se apagaron y el telón se abrió. Empezó a sonar Ladran, y entre los aplausos de la gente, las luces del escenario empezaron a encenderse de forma intermitente, revelando paulatinamente a la morocha y sus acompañantes.
Casi sin detenerse, se sucedieron las versiones electrizantes y sombrías de Poción y A mi muerte Buy Propecia In Washington $0.77 Per Pill, Proscar Msd 72 Different Payment Options (Visa, MasterCard, Amex). cheap Proscar Reviews Reliable OnlineВ . Recién entonces Marilina hace una breve pausa y saluda al público, que responde con palmas y gritos. A continuación, se suceden Incendios y Puerto, bajando un poco la tensión del recital, con Bertoldi dejando de lado la guitarra para acompañar el ritmo con una pandereta. Las luces del escenario vuelven a bajar al mismo tiempo que un haz enfoca a Marilina en exclusivo, y se puede ver en la semi oscuridad a los músicos retirándose. Después de intercambiar algunas bromas con el público (que aprovecha cada momento de silencio para arengar), la cantante, ayudándose con un looper, da una muestra de la potencia de su voz, en un cover monumental de Feeling Good.
Mientras la gente estalla en aplausos, los músicos vuelven a aparecer en escena y retoman sus posiciones e instrumentos. Se hace un silencio respetuoso y atento en la sala mientras suena En mí, que pese a iniciar con un fraseo calmado, culmina con una explosión sonora y vuelve a cargar de energía el ambiente. Le sigue Separar, que se ganó las palmas del público con su rítmica pegadiza. Luego hacen una breve pausa, durante la cuál la joven oriunda de Sunchales presenta a sus compañeros de escenario: “Edu Giardina Buy generic Viagra online and enjoy a full life. Lowest prices and 100 % Satisfaction Guaranteed. Buy cheap Viagra online in USA with 2-4 days delivery byВ en batería, Luciano Farelli en guitarra… y listo” dice, amagando en broma con no presentar a la bajista Daiana Azar. La formación de la banda entonces mutó para encarar Teardrop, un cover de Massive Attack, con Daiana en las bases, Marilina cambiando la Fender Jaguar por sintetizadores y Edu en guitarra acústica.
Después de hacer vibrar literalmente la estructura de El Teatro con beats electrónicos, volvieron a la combinación batería-guitarra-bajo-guitarra para tocar Puentes y Malabares, que tuvieron una muy buena recepción y acompañamiento por parte de la gente. Entre gritos y aplausos, los músicos se relajan intercambiando chistes con el público: “Nos vamos, gracias por todo… ah, hacían el último tema así” dice entonando y riéndose Marilina. Una voz femenina le grita desde abajo del escenario: “¡Maru, Shakira!” writing an essay . Por un momento la cantante se niega, pero ante la insistencia de otras voces, se para de espaldas al público, contorneando la cintura, y canta un fragmento de una canción de Shakira imitando a la perfección la voz y la entonación de la colombiana. Envalentonada por el vitoreo de los presentes, intenta copiar a Hilda Lizarazu, aunque sin mucho éxito: “no, para la Lizarazu todavía me falta un poco”, admite. Los músicos continúan riéndose y el ambiente de todo el teatro se torna festivo, lo que, en cierto punto, resulta contradictorio con el repertorio oscuro y denso que han venido ejecutando a lo largo de la noche. La misma Marilina da cuenta de ello: “el tema que vamos a tocar ahora es re serio, estaba re triste cuando lo escribí… ¿cómo hago para tocar triste así?” pregunta, todavía tentada. Luego, pide que bajen las luces para concentrarse, y comienza a tocar la estremecedora Entendí.
Ya con la sobriedad recuperada, la banda empezó a tocar Hoy lo veo. Cuando terminaron, en medio de los aplausos, el baterista se levantó y comenzó a dejar el escenario, pero Marilina le hizo señas de que regresara. Los cuatro se abrazaron y realizaron una inclinación saludando al público, y entonces sí, se retiraron todos juntos. Por un momento pareció que se trataba de otra broma y que iba a volver a aparecer risueños, pero no: el telón se cerró inmediatamente detrás de ellos.
Fotos por Martín Dutil Fotografía para Rock And Ball.
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