La máquina está aceitada y, con tantos millones en el medio, resulta imposible detenerla. Guns N’ Roses no descansa y sigue facturando. Después de tocar en Sudamérica con la excusa primaria de estar presente en el Rock In Rio, uno de los eventos favoritos de W. Axl Rose, y cumplir el sueño de hacer debutar a The Who en la tierra del mate y el dulce de leche, la banda volvió a Estados Unidos para culminar con los conciertos pactados antes del ¿final?
El primer concierto fue en Filadelfia, pero el Not In This Lifetime Tour les deparaba una mini residencia en uno de los recintos históricos del país norteamericano: el Madison Square Garden, en Nueva York. La banda que encabeza Rose junto a Slash y Duff McKagan brindará allí tres noches que ya tienen todas las entradas agotadas con un alto en el Prudential Center de Nueva Jersey.
La primera de ellas fue el 11 de octubre y el grupo sigue mostrando el mismo setlist que viene haciendo desde abril de 2016, cuando volvieron a juntarse. Las únicas sorpresas, todas desde “Chinese Democracy”, fueron “Madagascar” y “There Was a Time”. Sin embargo, a la hora de tocar “Patience” tuvieron una invitada que si tomó a algunos descuidados por asombro. Pink, la cantante pop, fue la elegida para ponerle la voz a una de las baladas emblema de la agrupación nacida en Hollywood.
Pink está a punto de sacar su séptimo disco de estudio, “Beatiful Trauma”, este viernes y el año que viene sale de gira por todo el mundo para presentarlo. Luego de cantar juntos, la cantante y los Guns se mimaron vía Twitter.
Thank you @Pink for joining us on stage to sing Patience tonight!
— Guns N’ Roses (@gunsnroses) 12 de octubre de 2017
Oh. Yeah. Whatever. No problem ?????❤️❤️❤️❤️ https://t.co/1p2WpEqaXr
— P!nk (@Pink) 12 de octubre de 2017
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