Rock

Desafinado: Gibson, cerca de la quiebra

Cuando uno habla de Gibson está refiriéndose de forma directa al rock and roll. Dueños de las guitarras y bajos más recordados de la historia de la música, pocas veces se encontraron bajo todas las luces por algo que no estuviese referido a los riffs y los acordes. Esta vez la noticia tiene que ver con su posible quiebra, algo que pondría en jaque un negocio de más de un siglo y cambiaría las reglas del juego para siempre.

Gibson cerca de la quiebra
Gibson cerca de la quiebra

Es muy difícil imaginarse que la casa que creo la Gibson Les Paul se encuentra al borde de la quiebra luego de muchos años de movimientos financieros más que dudosos. Muchos medios han dado por hecho la desaparición de la compañía, pero lo cierto es que si bien se encuentra en el momento más complicado de sus 116 años de rica historia, todavía tiene muchas posibilidades de salvarse.

Hace apenas cinco días, el Dayton Daily News publicó una nota en la que se detallaba el mal estado de las cuentas de Gibson, empresa fundada en el año 1902 y que es sinónimo del rock and roll debido a su sociedad con los más grandes músicos del pasado, presente y futuro. Lo cierto es que meses atrás, su Jefe Financiero, Bill Lawrence, dejó su puesto para que al instante se descubriese una deuda muy difícil de pagar que puso a todos en estado de alerta.

FOR METRO – Slash performs Monday Jan. 24, 2011 at the AT&T Center. (PHOTO BY EDWARD A. ORNELAS/[email protected])

Esta consiste en 375 millones de dólares en las denominadas “Senior Secured Notes” y 145 millones en préstamos bancarios simples. Lo que más preocupa a su dueño, Henry Juszkiewicz, es la deuda mayor, ya que ese tipo de préstamos son los que justamente pueden derribar a cualquier gigante sin importar su prestigio ni su historia. Esos casi 400 millones en moneda norteamericana fueron obtenidos en forma de préstamo con el respaldo directo (de ahí su categoría “Senior”) de los activos tanto físicos como líquidos de Gibson, lo cual incluye sus bienes raíces.

No es un detalle menor el hecho de que la compañía se haya mudado semanas atrás de su casa matriz en Nashville, que fue su hogar durante más de treinta largos años. Juskiewicz se encuentra ante un conjunto de acreedores dispuestos a recuperar su dinero, consecuencia de pésimas decisiones en el mundo financiero que de momento no poseen solución.

Su esperanza reside en las adquisiciones recientes de empresas de electrónica que ha realizado Gibson y en la venta fresca de Baldwin Piano, que le serviría para salir del ahogo momentáneo. Más allá del oscuro panorama, los especialistas sostienen que la leyenda podría sobrevivir a una quiebra debido a su prestigio e historia y, por sobre todo, al peso específico que posee como negocio en la bolsa.

Es claro que la casa de la Les Paul, la Flying V, Firebird y la SG, entre tantos otros icónicos modelos, no se va a rendir tan fácilmente, algo que confirmó su propio dueño recientemente explicando que ya se ha hablado con todos los acreedores y que la expectativa era que esas deudas se pagasen con el correr del tiempo cuando ingrese el dinero de las inversiones ya mencionadas.

Además, Juszkiewicz lanzó una pista de cual podría ser el camino para conseguir una recuperación veloz de cara a los complejos tiempos que se viven en la empresa: “Estuvimos monetizando nuestros bienes, algunas reservas para el futuro, propiedades reales y segmentos del negocio que no pudieron alcanzar el nivel de éxito que nosotros esperábamos. Al monetizarlos, podemos recudir la deuda y generar fondos que contribuyan a segmentos del negocio que están en pleno florecimiento. Es importante para nuestro negocio el regresar al éxito financiero que teníamos para poder alcanzar los mejores términos financieros para así refinanciar nuestra compañía”.

La historia se mantiene abierta y su final es incierto, pero la realidad marca que Gibson se encuentra viviendo su peor momento desde su creación hace más de un siglo. Sus guitarras y bajos continuarán en las manos de los mejores músicos del planeta, pero no habrá ningún acorde o riff que pueda salvarlos de la quiebra si es que no ordenan pronto sus cuentas y sus apuestas financieras no resultan de la manera esperada.