Fue uno de los luchadores más grandes de la historia latinoamericana. Sobrevivió a cientos y cientos de atentados en su contra. Luchó junto a Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara contra el dictador Fulgencio Batista. Falleció a los 90 años y dejó un montón de preguntas, pero también la certeza de que en América hubo una revolución. Su lucha, presente.
La muerte de Fidel Castro les sirve a muchos para poder salir a golpearlo y acusarlo de dictador o de destructor de Cuba. Sin embargo las imágenes de las movilizaciones en La Habana exponen este pensamiento. Miles y miles de cubanos marcharon en honor a Fidel, su líder revolucionario que a los 90 años falleció en su casa. Raúl Castro, su hermano, fue quién anunció su muerte.
Fidel ha sido el ícono de la lucha contra Estados Unidos, soportando un bloqueo criminal. Sobreviviendo sin los yankees. Perdón, sobreviviendo no. Viviendo, porque además Cuba tiene la tasa de mortalidad infantil más baja de Latinoamérica. Tiene probablemente la mejor educación y el mejor servicio de salud pública. Entonces no ha sido solo supervivencia, sino que ha desarrollado un modo de vida. Es cierto que en los últimos tiempos las cosas fueron cambiando y para Fidel no debió haber sido fácil.
En los últimos años, vivió un buen momento general de la centro izquierda en América latina con el nacimiento de la llamada “Patria Grande”: Evo Morales, Néstor Kirchner, Lula Da Silva y Hugo Chávez. En la actualidad, Néstor falleció, Lula no gobierna y en Brasil es presidente Temer, que obtuvo su cargo con el impeachment a Dilma en un acto poco democrático, Hugo Chávez también falleció y ahora le tocó a Fidel.
Es difícil tomar los rieles de la lucha cuando los líderes se van cayendo, es complicado encontrar otra ruta para no caer en las garras de la derecha que cada vez se expande más en el mundo y sobre todo en Latinoamérica. La victoria de Donald Trump corona todo como un mazazo de realidad a nuestras sienes pensantes y revolucionarias. Fidel creó uno de los movimientos más interesantes de la historia. Seguramente se harán mil películas y series dentro de cien años.
¿Por qué siguió hasta el final sosteniendo no tranzar con Estados Unidos? ¿Qué sería hoy de Cuba si Castro nunca hubiese existido o si hubiese agachado la cabeza? Probablemente La Habana sería una quinta para los yankees. Quizás Fidel entendió la derechización que se le venía al mundo. Por eso se atrincheró y se murió allá. En Cuba, con su hermano como heredero. Por supuesto que no eligió dejarnos, pero lo hizo en un momento muy complicado. Porque ahora nos despertamos y nos vemos un poco más solos. A partir de ahora, da la sensación de que la revolución, está un pasito más lejos que antes. Ojalá los vientos de su muerte nos revuelvan el estómago y el alma. Entonces con el corazón en la mano, una vez ya recuperados, podremos salir a pelear una vez más contra ellos. Para poder dejar de lado el ostracismo, el aislamiento al que nos sometieron durante años mirando con la nuca al pueblo.
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