Pasaron 357 días entre el 24 de octubre de 2014 y el 16 de octubre de 2015. 11 meses y 20 días entre el primer Luna Park de Salta La Banca y el segundo, el viernes por la noche. Infinidad de bandas llegaron por primera vez a uno de los escenarios con más mística de la música nacional luego de una o dos décadas de carrera, si es que tuvieron la chance ante el monstruo de la avenida Madero. En poco menos de un año y con un total de seis en sus espaldas, “el cuco de unos cuantos” volvió a explotar el lugar con un show en donde se notó la experiencia de conocer el Luna con un sonido muy limpio y constante en las tres horas de show. Otro grito de la independencia musical que se mete en el mainstream dando pasos firmes con esta banda como estandarte.
A fines de mayo de este año, presentaron ¡Eureka!, excelso trabajo discográfico de SLB, en el Estadio Malvinas Argentinas. Allí, unas letras enormes que componían el nombre de la placa eran el centro de atención de la puesta escenográfica. Esta vez, las siglas volvieron a tomar el protagonismo de lo visual. La pared trasera del escenario tenía en la superficie las luces y letras. Una forma de parábola, con la “R” y la “E” en el máximo nivel, con telas detrás de cada componente que formaban la estética principal. Las infinitas tiras verticales de luces leds mostraba simpleza pero también quedaban muy finas, atractivas a la vista desde cualquier punto del Luna Park.
El público estaba algo distendido hasta que, pasadas las 21:30, se apagaron las luces tenues que iluminaban el escenario y se apuntaron hacia el campo. Al igual que en el primer Luna, las pantallas laterales mostraron a la banda reunida en camarines arengándose entre cada integrante. Esos segundos de imágenes fueron la chispa que encendió la locura de las almas que se acercaron hasta el enorme estadio. Los músicos tomaron sus posiciones y los alaridos llegaron a su punto máximo cuando el cantante, Santi Aysine, se plantó en el centro del escenario. El que movió la pelota fue Beto Grammatico, violero y miembro fundador de Salta La Banca, con una intro que resultaba llamativa. Sonaba familiar pero con un cambio, mucho más lenta de lo conocido. La aparición de la batería de Julián Baranchuk confirmó la sorpresa del comienzo. “Duelen”, canción que abre Seremos, dio la bienvenida a un show que pisó las tres horas con la banda sonando al palo en cada pieza elegida. Como cada vez que suena, hubo espacio para el solo del bajo del correcto Gonzalo Sosa y el agite: “Dale, dale, dale, Salta La Banca”, por parte de los presentes.
Sin respiro alguno, el dueto de violas entre Beto y Juanjo Gáspari, flamante incorporación, llevaron el primer track de ¡Eureka! de la noche. “ brand Viagra online pharmacy sears pharmacy viagra price No pierdas cuidado” fue el ejemplo claro del sonido actual de la banda con una bata bien groovera y las guitarras siguiéndole el juego. El primer hit fue “Seremos”, un infaltable dentro de la extensa lista para hacer cantar a los más nuevos en el mundo SLB. Si algo tiene este grupo de músicos es que la independencia fue tatuada a fuego a lo largo de cada avance que tuvieron. “Nosotros” aparece como la explicación que dejó bien en clarito los principios de todo el grupo de trabajo que los seguidores toman como propio con frases bien marcadas como: “el sueño solo entiende de pasión”.
“Siempre quise dedicarle este tema mirándolo a los ojos y es la primera vez que lo puedo hacer”, comentó Aysine al mencionar que “Brújula” fue con dedicatoria a Diego Argañaraz, manager de Callejeros que salió de la cárcel hace unos meses. El primer invitado, no fueron pocos durante la noche, fue Matías Westerkamp, guitarrista de
Asomaban las reversiones, pieza fundamental de la función. “Mercedes” tuvo un cambio enorme en su estructura y muy jugado, también. El triplete de vientos entre Mauro Ostinelli, Jesús Silva y Cristian Caceres tomaron otra forma y le dieron una lavada de cara a la versión arriesgada pero que salieron airosos. “Hay que saber ser” también tuvo sus arreglos. Adaptaron la canción para que aparezcan los 10 integrantes en escena con un cierre cercano al sonido melódico y un bello rock sumergido en el estribillo del track de Ya No Somos Dos Ahora. Muestras enteras de lo que es el modelo 2015 de Salta La Banca. “¿Vamos a bailar?”, se oyó del cantante y apareció “Faquir” uno de los puntos más altos, no es poco decir, del último disco.
Luego de un pequeño descanso, aparecieron los integrantes de la banda sentados en el centro del escenario. De izquierda a derecha: Ramiro Maidana, Santiago Maggi, Gonzalo Sosa, Santiago Aysine, Julián Baranchuk, Beto Grammatico, Juanjo Gaspari, Mauro Ostinelli, Cristian Caceres y Jesús Silva. El cantante, con un ukelele, comenzó a interpretar la alegre “Dolores”, canción histórica de Salta La Banca que nunca entró en ningún disco. En el mismo formato acústico, apareció “Labios de café”, que fue a tres guitarras, mientras las luces apuntaban de lleno a los músicos. El estribillo de “Tren al edén” perteneció, en su totalidad, a los seguidores que se encargaron de copar el Luna Park, como en cada ocasión que el tema aparece en la lista. Triplete para recordar los inicios de SLB. Hasta ahí llegaban las versiones pero un integrante se iba a quedar en el escenario.
Santi Aysine se quedó en su banco con su criolla. El reflector se clavó en él. “En la banda quedan pocos” le alcanzó para ser coreado y desatar la locura de “los enfermos”. El tan ansiado set de cumbias también se hizo presente en el Luna Park. “Cabeza de tortuga” de Mala Fama, “Soy un re gede” y “Con esa caminata” de Los Gedes. Se sumó best essay writing service Santiago Maggi, tecladista, para hacer un homenaje a Rodrigo con “Amor clasificado”, la más cantada de los covers. Sin bajar la euforia, “Después de ti” de Leo Mattioli cerró los enganchados que fueron bien recibidos, como siempre, por su público. “Aguante la cumbia y el cuarteto, la música es una sola”, lanzó con verborragia el cantante. Automáticamente, “Yo caníbal” de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, armó uno de los pogos de la noche para dejar bien en claro que el abanico que maneja Salta La Banca es enorme y que saben caminar con tranquilidad en cualquier género.
La voz de Pablo Germade, de Rock A La Orden, que estuvo a la altura de la situación, se sumó para hacer una de las más sentidas de ¡Eureka!, “Otro Domingo” con el escenario inundado por las luces naranjas cuando el recital promediaba su mitad. Como todo lo antiguo, “Quien dice” se cantó con mucha más fuerza de lo común con los trapos en alto, como en el resto del show. Otro invitado fue Lucas Lauriente, humorista que se animó al canto, para interpretar “Unos Versos” con el violero principal como protagonista en diferentes secciones de la canción. Se subió el cuarteto de cuerdas que suele acompañar a la banda en los shows de esta envergadura para hacer “El jardín de mis agonías” y “Lirio Boreal” del trabajo discográfico presentado. “Considero”, una dura declaración de principios contra la política, en general, entró en la lista por sorpresa de las almas que llegaron hasta el Luna Park. “Vamos a tener que militar, nos va a gobernar un menemista, va a volver la derecha”, repitió con bronca Aysine en diferentes momentos del show.
La baterista inicial de Salta La Banca fue Cecilia Grammatico, hermana de Beto. Cada tanto, sube para tocar con sus antiguos compañeros de banda. Así fue el viernes, donde se sumó para hacer “Búsqueda”, tema escrito y cantado por el guitarrista. El oriundo de San Martín le dedicó el track de Seremos a sus padres antes de comenzar. Si quedaba alguna duda de lo hincha de Boca que es Grammatico, las tiras de leds tomaron un color azul y las letras de Eureka!, en el centro, se iluminaron con el color amarillo.
Un viejo amigo de la casa subió con su guitarra colgada. Pantera, cantante de De La Gran Piñata, estuvo presente al igual que en el primer Luna Park de SLB. El sonido de distorsión indicaba que era el turno de “Invierno tibio”, que ya se convirtió en un clásico. Quedaba poco y había rock de sobre con “Multitud”, “Vosotros” y “Ellos”, que contó con la participación de Manuel Rodríguez, cantante de Sueño de Pescado, una de las bandas con más proyección del rock nacional.
Ya metidos en la madrugada del sábado, “Heidi” tuvo a Ariel Pintos en la guitarra, lo que regaló una versión a tres violas de la canción que abre Visceral. El cierre estuvo a cargo de una de las piezas claves de ¡Eureka!, de hecho, pronto saldrá su respectivo video. “Esa sensación fue sonrisa eterna”, explotó el Luna Park con “Bautismo”, numero 29 de la noche. Broche de oro para un trabajo enorme de Salta La Banca que volvió al mítico estadio para confirmar que es una de las grandes bandas de la actualidad del rock nacional. Lo viven como propio los seguidores, los músicos dan el alma en cada canción, los escenarios se agrandan y la banda está a la altura en cada paso.
Señoras y señores, Salta La Banca. Todo el tiempo Salta La Banca.
Fotos por MLR Fotografía para Rock And Ball
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