Después de diez años de adicción a la heroína de Keith Richards y ser imputado a pasar 7 años tras las rejas, entre muchas otras cosas, Los Rolling Stones comenzaron un plan de resurgimiento. Ya no eran los amiguitos de siempre, sino una gran empresa. La rehabilitación definitiva de Richards fue fundamental en este renacer que arranca con la salida del álbum “Some Girls” (1978), que fue una gran combinación de todo lo que sucedía en las nuevas corrientes musicales
Eran tiempos donde predominaba el punk, la new wave, la música disco, rap, el culto de la música gay y de la música popular. Sobre todo por el emprendimiento de Jagger, que era un tipo como lo sigue siendo aún hoy, al que no le gusta nada de lo que tenga que ver con lo temporal.
Fue así como salió a descubrir lo nuevo y a conectarse mucho más con todo lo que estaba pasado con las tendencias, las nuevas modas, lugares nocturnos para bailar y movimientos de relevancia como el punk y la new wave, que generaron una transgresión más allá de la música en las costumbres, lenguajes, y vestimentas.
Con el disco lograron transmitir la adaptación a las nuevas olas en la que habían trabajado y pasaron a convertirse nuevamente en una banda nueva y contemporánea con toda la novedad que requería. Pasaron a ser “jóvenes” nuevamente y a disfrutar de una nueva etapa.
En esa etapa de ambigüedad, festiva y divertida estaban los Rolling Stones. Una música bien veraniega, juvenil y acorde a la época. Pero no todo estaba tan bien, los cambios tienen sus lados positivos y negativos y faltaba arreglar algunas cuestiones legales que tenían que ver con la libertad de Keith Richards por el gran problema que tuvo en Toronto cuando lo agarraron con varios gramos de heroína.
La otra cuestión tenía que ver con problemas legales, el divorcio del líder de la banda, Mick Jagger, con 35 años, de la manipuladora Bianca Jagger. Se dejó la barba larga, muchos medios de ese momento llegaron a decir que se sentía depresivo por estar cerca de los 40, también llegaron a juzgarlo de que lo hacía para tener una imagen más varonil y convencer de que no era gay.
Cuando todavía seguía el éxito de “Some Girls”, sacaron una recopilación de viejos hits llamada “Time Waits For No One”.
Lo único realmente productivo que hicieron aquel año, en 1979, fue dar un show a beneficio de personas no videntes en Toronto para agradecer el apoyo y gesto de una simpática adolescente ciega llamada Rita, que salvó a Richards de la cárcel.
En febrero de 1977, en Toronto, la policía descubrió al guitarrista con una abultada cantidad de estupefacientes. Se le imputaba el delito de tráfico de drogas que, según las leyes de Canadá, le acarrearía un mínimo de siete años en prisión.
Unos meses más tarde, en octubre del ’78, todo estaba listo en un Tribunal de Toronto para decidir la suerte de Keith Richards, cuando de pronto se presentó en la sala una niña ciega desconocida para declarar a favor del músico.
La joven comenzó a relatar la cariñosa y respetuosa forma en la que Keith Richards la había tratado a lo largo de la última gira de los Stones, tomándose la molestia de asegurase que le dieran los mejores puestos en la primera fila y que nadie la lastimara.
El relato de la muchacha, a la que Keef llamaría después su “Ángel Ciego”, fue escuchado detenidamente por el juez, quien profundamente conmovido decidió retirarle al guitarrista los cargos por tráfico de drogas e imputarlo por un delito menor por posesión de narcóticos.
En su sentencia, el juez obligaba también a Keith Richards a organizar un concierto a beneficio del instituto nacional canadiense para los invidentes, algo que Los Rolling Stones cumplieron con un histórico concierto el 22 de abril de 1979 en el Oshawa Civic Auditorim de Ontario.
Meses más tarde, todo comenzó a acomodarse. Tras la motivación que se había generado con la libertad y el caso cerrado de Keith, el grupo puso manos a la obra en el que sería su siguiente trabajo de estudio.
Ron Wood, que hacía solo 4 años que estaba en el grupo, fue detenido junto a su novia Jo, maquilladora de la banda, que luego sería su esposa por décadas y madre de sus hijos, por posesión marihuana en un Hotel del Caribe.Era una época donde Ronnie jugueteaba con el crack. La pareja fue deportada a Estados Unidos luego de pasar cinco días en la cárcel.
Sumado a eso, pocos días antes de este suceso, en una revista especializada y prestigiosa salió a la luz un extraño rumor que decía que Bill Wyman dejaría la banda en 1982, el cual fue desmentido rápidamente. En todo este entorno de situaciones difíciles, los chicos malos emprendían este disco.
JAGGER vs RICHARDS: CHOQUE DE PLANETAS
El lugar elegido para grabar fue Compass Point de las Bahamas, y fue también ahí que Los Stones descubrieron la gran rivalidad entre Jagger y Richards.
Empezar una nueva década como los ochenta no era el único cambio, sino también la vida de Richards que renacía tras dejar atrás su adicción a las drogas y a una pareja que se había vuelto enfermiza y aterradora, Anita Pallenberg, con la que tuvo una relación de casi 13 años y fue la madre de sus dos hijos. Anita, mas allá de ser la musa inspiradora de Los Stones, fue sumamente adicta y esto la llevó cometer desastres.
En 1976, él bebe que había tenido con Keith, Tara, murió a los pocos meses de vida por no darle atención y alimento. Finalmente en 1979, el músico dejó a la famosa actriz y ocurrió una nueva tragedia. Un chico de 17 años que estaba trabajando en la casa de Anita y con quien ella empezó una especie de relación para darle celos a su marido, se disparó en la cabeza mientras jugaba a la ruleta rusa con una pistola de Keith. Este hecho terminó definitivamente con la relación de Annita y Keith. Ya no se podía más.
Durante esos diez años en los que Richards fue un Jonkie, un completo heroinómano que vivía como un zombie, Jagger se encargó siempre de todo y se acostumbró a trabajar con Los Stones de esa manera. Cuando Keith despertó, obviamente ese tiempo en el que se vivía drogando lo empezó a usar para trabajar, estar en el estudio, componer, producir, participar en ideas y se encontró con una realidad que él nunca había visto: Mick era el dueño de todo y el que mandaba con completa obsesión de ser ÉL el centro de atención y el líder.
La participación activa del violero produjo un fuerte cambio en el grupo y ya las ideas eran de dos fuertes personalidades con diferencias totalmente opuestas. Los discos vendrían a ser tirones de ideas y no una sola consolidada entre los dos. Más fácil: por un lado, cosas de Richards y por el otro, cosas de Mick y por eso la próxima década sería el peor momento de la banda. Se originó el choque: un dúo con un egos muy grandes, mas allá de la hermandad de tantos años que los unía, eran como el agua y el aceite, chocaban constantemente.
En algo estaban de acuerdo: seguirían con la misma línea que proponía “Some Girls”, ir más hacia el camino de la canción, de la sencillez, la actitud, el punk, la new wave y la música disco. Mick era la estructura y Keith era la libertad, o como dijo alguna vez Keith: “Mick es el rock y Yo soy el roll”.
Vale la pena mencionar que, durante las sesiones del disco en Las Bahamas, paso algo un tanto misterioso, pero para bien. Y eso fue lo que directamente desembocó en el nombre del disco. El asunto es que mientras que estaban trabajando en ese proyecto, se enteraron que El Papa de ese momento, Juan Pablo II, hacia una parada imprevista justamente en Nassau, el lugar de aquel país donde se encontraban ellos trabajando.
El Sumo Pontífice paraba para recargar combustible, así que rápidamente se anunció que sólo daría una bendición en un estadio de fútbol. Resulta que, dentro de del management de la banda, había un director de gira que se llamaba Alan Dunn, el cual era muy católico.
Así que Keith le pidió que lleve al Papa esas cintas en la que estaban comenzando a trabajar para que les diera una gran bendición. En fin, Alan agarró bien fuerte las cintas contra su pecho mientras Juan Pablo II bendecía a todos los presentes.
No se sabe si sirvió de mucho para el disco. Es un disco muy especial y poco reconocido de una etapa brillante de ellos, con Ronnie ya establecido en la formación y apareciendo por primera vez en los créditos de composición en la canción que abría el álbum. Pero desde luego que la bendición sirvió para Alan Dunn, porque unos días después, tendría su rescate emotivo de forma emocionante y milagrosa junto a su novia cuando la lancha en la que daban una vuelta por el arrecife de Coral acabó en Alta Mar. Se le había roto el motor y no llevaban remos. Eso mismo podría haber sido una muerte segura, pero la madre de Alan cree que el bote que pasó por allá para rescatarlos fue un regalo de Dios.
Así fue el comienzo de una década a todo motor con un disco de Los Rolling Stones, bautizado obviamente por esta causa, que sería “Emotional Rescue”.
Después de tantas idas vueltas, retoman el trabajo cada dos meses, descansan de diferencias y mechan cosas en Los Compass Point Studios de Las Bahamas y otras en los Electric Ladyland de New York, más temas personales de cada uno de los integrantes bien polémicos.
Así es como el 23 de junio de 1980 termina saliendo “Emotional Rescue”. Primero salía en Estados Unidos y días más tarde, el 27, en Inglaterra. Tres días antes de la primera edición, se publicó el primer sencillo del álbum que a su vez era que le daba el nombre al LP y que sería el único hit que tendría el trabajo.
Modernos, pero siempre teniendo en cuenta su cuota de marca registrada, donde conllevaba ofrecer algún blues, como lo fue “Down In a Hole”, o la agridulce balada “All About Of You”, con la que Keith Richards cierra el disco que y que fuera dedicada a Anita Pallenberg. En esa canción, la trata de todo pero la cierra diciendo que aún así no puede dejar de amarla.
Sorprendentemente fue número uno en ambos lados del Atlántico, cosa que no les pasaba hacía 7 años y, además, estuvo como numero uno en Los Estados Unidos durante siete semanas. Eso hizo que no necesitaran hacer una gira promocional. Lo único que agregaron como presentación o promoción fueron algunos videos que fueron grabando en París. Además, hicieron una sesión fotográfica con su amiga Annie Leivotiz para la prestigiosa revista New Musical Express.
Había sido una época difícil y se venían otras aún más para el grupo. Querían tomarse, una vez más, un breve descanso, y más aun después de enterarse del asesinato de John Lennon, que para ellos era un gran amigo desde siempre.
Ante el gran shock de esa horrible noticia, decidieron pausar la locomotora de la banda y estar un tiempo en silencio. Eso, de paso, también los ayudó a sacarse el disfraz que vistieron en ese proyecto, de reyes del rock and roll. Tal vez por eso fue un disco más o algo flojo para la crítica. Mientras tanto, Keith conoció a Pattie Hansen, su esposa hasta hoy en día y la madre de sus hijas.
En esta década la vida les dio una oportunidad al alma de los Stones y les volvió a sonreír en cuanto a su lado personal y afectuoso. Fue su Rescate Emotivo.
Por Marcos Coletto
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