Rock

Crítica De Discos: “BE” (Beady Eye)

La banda de Liam Gallagher editó su flamante segundo disco hace muy poco y en Rock And Ball te traemos un análisis exclusivo de la mano de @jmlostcrowe.

Por Juan Manuel Villafañe (@jmlostcrowe) especial para Rock And Ball

Grata sorpresa al escuchar el nuevo disco de Beady Eye. Es difícil intentar rotularlo, porque a pesar de tener psicodelia, no nos lleva a los 60, ni a los 70 y a pesar de no alejarse de ese brit pop, tampoco podemos encasillarlo al estilo Oasis, aunque sí acercarnos a The Verve o The Stone Roses en algunos pasajes. Así llega este nuevo disco. Con David Sitek (TV On The Radio) al mando de la producción y con una portada que causó polémica y fue prohibida en algunos países, pero sin afectar a lo que realmente importa. La música.

Disparamos el play de “BE” y tal vez no haya sorpresa, ya que inicia con el corte de difusión “Flick Of The Finger”, lanzado en Abril. Pero ubicándolo en el contexto de primer tema del disco y después de escuchar esos vientos con intenciones de consagrar a la canción en épica, la sensación es otra. Parece abrirnos hacia un álbum con un contenido diferente al anterior ” Different Gear, Still Speeding”, que lo es, incluso es diferente a lo que va a seguir en este mismo. Una dulce confusión y un lindo recorrido nos esperan. “Soul Love” es la segunda canción del disco y similar al primer track en cuanto a las guitarras, que trabajan con un machaque sobre las cuerdas que no terminan en ningún acorde abierto, generando una especie de tensión constante. En esta canción aparecen las guitarras acústicas y una vez pasada la estructura cancionera, nos encontramos una coda en manos de teclados, sintes, efectos y sonidos paneados cumpliendo el rol psicodélico del que hablábamos al principio. Ya empieza a sonar lo diferente y lo inesperado de una manera atractiva. Se potencian las guitarras de Gem Archer y Andy Bell en “Face The Crowd” con un riff dándole fuerza al mensaje de la letra. “Es hora de hacer frente a la multitud” se lo escucha repetir a Liam entre sonidos electrónicos confusos que cruzan por detrás. Parece que la línea de bajo y la percusión de “Second Bite Of The Apple” nos va bajar de aquellas guitarras, pero llega el estribillo y los vientos vuelven a cumplir un rol importante. Brillan y se desenvuelven mejor que al comienzo del disco. Este se convertiría en el segundo sencillo de “BE”, con un vídeo que sí se encargara de darle el toque concreto de vintage. Vuelven las acústicas con la balada “Soon Come Tomorrow”, escrita por Andy, y el ambiente queda nuevamente en manos de efectos y disparadores de pequeños sonidos que parecen espaciales. El solo con Wah Wah se integra bien a la atmósfera creada. “Iz Rite” es la canción que le sigue, perteneciente a Archer, que se lo escucha cantar junto a Liam sobre una melodía que recuerda a Oasis y trae aire beatle por momentos. Pero la que más se acerca a la ex banda es la canción “I’m Just Saying”, que nos traerá las guitarras nuevamente en primer plano en la introducción y el estribillo, dejando las primeras estrofas sobre la línea de bajo y un solo de guitarra pequeño, reiterativo, pero eficaz.

En una coda de más de cuatro minutos, en manos de sintes y efectos, se desvanece “Don’t Brother Me” apuntando tal vez a lo que hacía referencia Liam cuando decía que este disco se puede degustar mejor si hay drogas de por medio. Lo que sucede antes, es una balada de tempo lento con guitarras acústicas y un comienzo que lo da una especie de latido que se mantendrá activo por debajo de la voz. Luego llegará “Shine A Light” con una introducción de piano lento y despegando a los breves segundo con un riff de guitarras acústicas sobre el aporte percusivo de Chris Sharrock y con Jeff Wooton interviniendo con su bajo lo justo y necesario en los estribillos y el final. Acto seguido, nos encontramos con “Ballroom Figured”. Este vals de guitarra acústica nos muestra la voz de Liam al natural, sin ningún efecto. En este caso, la canción dura lo que la letra requiere. No hay ese cuelgue, post estructura cancionera, como lo venían haciendo. La despedida quedara en manos de “Start Anew” una nueva balada, donde sonaran acústicas, teclados y la entrada de la batería cerrara lo que queda de la canción junto a las guitarras eléctricas y el ambiente artificial que predominó durante todo el disco.

Siempre es bueno cuando una banda se anima a romper algunos esquemas. Más méritos tienen aquellas que aun teniendo la fórmula para no preocuparse, deciden ir un poco más allá. Una forma de demostrar y demostrarse que siempre se puede experimentar nuevas cosas y no quedar encasillados en un estilo. Así lo deja demostrado Beady Eye en su nuevo trabajo. Una grata sorpresa y tal vez el comienzo a un nuevo camino.