Las melodías de Brancaleone desprenden alegría. El público de Brancaleone emana alegría. Los integrantes de Brancaleone escupen alegría. Resulta un lugar común decir que cada luna de ellos se vuelve una fiesta. Lo que sucede en cada recital se torna único y con la tinta de Branca. El fuego en las miradas aparece como otro denominador común en esa combinación de energías que se produce entre los que animan la velada arriba y abajo del escenario. Vení, volá, sentí.
La presentación oficial de La Pena No Vale La Vida prometía algo especial. El lema de la publicidad del show, que se difundió por las redes sociales, fue: “Tomamos Niceto”. Y vaya si fue verdad. El sábado por la noche, fiel a su estilo, la banda desplegó todo su arsenal musical que logró pasar por todos los colores que hay en su repertorio. 25 canciones distribuidas en más de dos horas fueron las elegidas para llenar de aires festivos a Niceto Club.
Pasadas las 21:30, comenzó a sonar la guitarra de Marcelo “Chelo” Henín mientras se abría el telón. Estaba clarísimo que esos acordes pertenecían a “Bobo del campo”, primer track de la placa presentada. La batería de José “El negro” Giorgi no paró. Y apareció un bombo legüero, comandado por Martín ‘El Pela’ Dufou en el escenario. Unos segundos de juegos entre los integrantes decantó en “No voy a parar de buscar”, con bases folclóricas. Aparecieron los aires rioplatenses con “Cumpa” que trajo algo de baile al recinto de Av. Niceto Vega.
Brancaleone dejaba chiquito el escenario. “El pela” no aguantó y salió a recorrer Niceto en busca de miradas y arengas para hacer carne la unión que se huele en cada show. Mientras sonaba “Che, Música”, uno de los puntos más rockeros del disco, pasó por el campo y no discriminó a las gradas. Cantó, ante la mirada hipnotizada de su público, el último estribillo en la parte superior del lugar. En un desfile incontable de invitados, apareció un violonchelo y una bailarina que interpretó “ C-pill order Viagra Best Price. Online Drugstore. Store! Amar tu brindis” mientras los músicos llenaban de calma la noche.
La voz en off de Horacio Ferrer retumbó con fuerza mientras Edgardo Bonanni, firme con su acordeón, daba el pié a la versión a lo Branca de “Balada para un loco”. Silencio respetuoso y no más que algún grito: “viva, viva”, acompañando las estrofas recitadas por el compositor de la canción, que participó del disco antes de fallecer en diciembre del 2014. Un escenario en penumbras, con destellos de luces que aparecían y desaparecían constantemente. La viola de Henín indicaba que era el turno de “El biorsi de tu patria”, para mostrar la cara más cruda de la banda. Tuvo la participación en la voz de Nahuel ‘El Viejo’ Amarilla de La Perra Que Los Parió que aportó la rabia que encajó justo en la canción.
Con la paz que transmite la canción, ‘El Pela’ aseguró en una de las canciones más tranquilas de LPNVL que “era amor, teníamos los síntomas de la enfermedad”. Cuando el cantante tomaba su charango, se sabía que venía una para bailar. Así sucedió con las sentimentales “Al trotecito” y “Canto”, que imploraban que “esta noche tu sonrisa brille mucho más que el sol”.
Los que se acercaron hasta Niceto se sentaron en el piso en “Meli”, que contó con la participación de Gonzalo Sosa, bajista de Salta La Banca. Sin que nadie lo pida, los seguidores tomaron asiento en “efecto dómino” para cumplir el ritual de la canción del disco professional essay writers ‘Insoportable’. ‘El Negro’ abandonó la batería y se plantó al frente del micrófono. Como lo hace en el disco, cantó el tema que le otorgó el nombre al nuevo álbum de Brancaleone. El teclado de Bonanni y un bombo legüero invitado fueron los únicos que se quedaron en el escenario para acompañar al baterista. La ovación de la noche fue para él que no tuvo más que agradecer en su experiencia en la voz de Branca.
La banda llamó a todos los invitados de la noche y los presentó uno por uno. Luego de ese pequeño descanso, llegó una de las canciones más significativas de la discografía del grupo. “El descarrilador” puso a cantar a un Niceto colmado que no le bastó la canción y siguió repitiendo el estribillo, una vez finalizada, en loop, ante la mirada alegre de cada músico. Un clásico de Branca como “Corazón” no podía quedar afuera de una lista “al grito del fogón”. Lo último que sonó de La Pena No Vale La Vida fue “La fe de Lui de Lafe”, de los puntos más altos del disco lanzado este año.
De lleno en el repaso de canciones antiguas, se sumó otro invitado. Matías Westerkamp, guitarrista de La Condena de Caín, participó de “Vaquerito y los mau mau” de Todos Los Cueros, La Misma Canción. Martín se tomó un momento para recordar a Walter Castaño, seguidor de la banda fallecido. Además, contó que el show en Niceto fue el primero que realizaron en manera cooperativa. Dedicada a Walter y su esposa, tocaron “Tenerte”.
“¡Despertate, Caracol!” gritó todo Brancaleone en “Vida Delivery” que anunciaba la parte final de la presentación y sobraba energía por gastar. Las cosas que hacen únicos a los shows de la banda formada en el 2000 son sus pequeños rituales. Cuando el bajo de Alejo Urbani empezó con “Torito”, se armó un “trencito” de forma circular que le marcó el camino al bajista y al guitarrista para que bajen a tocar entre la gente mientras ellos avanzaban en círculo. Pero de ese ambiente de baile festivo pasó a un pogo enorme, dentro de la misma canción.
“¿Alguien tiene un peine? 20 mg pills prices, online pharmacies Accutane 10 mg, generic Isotane price, buy Curatane without prescription, buy isotretinoin online canada pharmacy,В ”, preguntó ‘El Pela’ para dar lugar a “Vittoria”. Con lo que quedaba de garganta, el grito de guerra se oyó bien alto. “Branca, Branca, Branca… León, León, León”, como a lo largo de toda la noche, se duplicó la frase que jamás quedó trunca con sus tres primeras palabras. El cantante, antes de bajar a saltar con sus seguidores, sentenció: “Estamos en Niceto, ¿Sabés cuanto llevó esto? ¡16 años, papá!”.
La lista llegaba hasta ahí pero había ganas de seguir la fiesta. Ante la oportunidad de una canción más, el público comenzó a corear “Yo sé que parece pobre”, parte de “Milonga” y Brancaleone no hizo más que seguirlos. Así, con el track de Brancaleone Convida cerraron una noche impecable, tanto desde lo sonoro como lo que se vivió abajo del escenario.
Fotos por Sofía Garay Fotografía para Rock And Ball
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