“Elegí la vida. Elegí un trabajo. Elegí una carrera. Elegí una familia, elegí un puto televisor enorme, elegí lavarropas, autos, reproductores de cds y abrelatas eléctricos. Elegí una buena salud, colesterol bajo y seguro dental. Elegí hipotecas a intereses fijos. Elegí una primera casa. Elegí a tus amigos. Elegí ropa deportiva y equipaje que haga juego. Elegí un traje de tres piezas y pagá en cuotas una amplia variedad de putas telas. Elegí “hágalo usted mismo” y preguntarte quién mierda sos los domingos por la mañana. Elegí sentarte en un sofá grande viendo shows de juegos insensibilizadores de mentes y arruina-espíritu mientras te metés comida chatarra de mierda en la boca. Elegí pudrirte de viejo, meándote encima, siendo nada más que una vergüenza para los jóvenes arruinados egoístas que han criado para reemplazarte. Elegí tu futuro, elegí la vida. Pero, ¿por qué querría hacer una cosa así? Yo elijo no elegir la vida. Yo elegí algo más. ¿Las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tiene heroína?”
Todo eso es lo que Mark Renton, el personaje de Ewan McGregor, te tira en la cara mientras corre como un energúmeno y de fondo suena la intro de Lust for life, de Iggy Pop: Esa secuencia es motivo suficiente para dedicarle a Trainspotting la hora y media que dura, aunque no es el único.
La película, basada en la novela de título homónimo, de Irvine Welsh, te mete en la vida de un grupo de escoceses que comparten principalmente dos cosas: el gusto por el fútbol y la adicción a la heroína. Uno de ellos, Renton, intentará desintoxicarse y alejarse del mundo de los estupefacientes.
Además de contar con una de las mejores actuaciones de McGregor –que el escocés logró a fuerza de lectura sobre crack, visitas a adictos y, casi inyecciones de heroína (que por suerte descartó)- y de ser una piña en los dientes de la sociedad de consumo, Trainspotting tiene ganado un lugar en la lista de los soundtracks más rockeros: además de dos temas de Iggy Pop, Lust for life y Night clubbing, te zampan Perfect Day, de Lou Reed nada menos que cuando Renton se pega tal viaje que termina prácticamente muerto.
Por supuesto que siendo una película del inglés Danny Boyle –el responsable de Slumdog millionaire y 127 hours entre otras-, no falta el britpop, a cargo de Blur, con Sing; Pulp con Mile end y Elastica con 2:1.
Una de las escenas más conocidas de la película es la de el peor baño de Escocia, que además de hacer de Trainspotting una película para no mirar con comida cerca, es una de las escenas mejores logradas de la película, y una metáfora más que ilustrativa acerca de los efectos de la heroína. Semejante secuencia va acompañada de la instrumental Deep blue day, de Brian Eno, que completa el paisaje a la perfección.
En total, la banda sonora de Trainspotting está compuesta por las canciones que fueron incluidas en la película junto con las que fueron descartadas y las que inspiraron a los realizadores. Los dos cds de este soundtrack, que entre otros reconocimientos rankeó séptimo en la lista de las mejores bandas sonoras de la historia de la revista Vanity Fair del 2007, está conformado por las siguientes canciones:
CD 1:
Lust for life – Iggy Pop
Deep blue day – Brian Eno
Trainspotting – Pirmal Scream
Atomic – Sleeper
Temptation – New Order
Nightclubbing – Iggy Pop
Sing – Blur
Perfect Day – Lou Reed
Mile End – Pulp
For what you dream of – Bedrock
2:1 – Elástica
A final hit – Leftfield
Born slippy – Underwold
Closet romantic – Damond Albarn
CD2:
Choose life – PF Project featuring Ewan McGregor
The passenger – Iggy Pop
Dark and long – Underworld
Carmen – Georges Bizet
Statuesque – Sleeper
Golden years – David Bowie
Think about the way – Ice MC
A final hit – Leftfield
Temptation – Heaven 17
Nightclubbing (remix) – Iggy Pop
Our lips are sealed – Fun boy three
Come toghether – Primal Scream
Atmosphere – Joy division
Inner city life – Goldie
Born slippy – Underworld
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