El universo del agente secreto más famoso del mundo está lleno de marcas propias. Sus trajes, sus coches, la actitud ante la vida y el amor y tantos otros elementos que hacen inconfundibles sus películas, aunque hayan pasado más de 60 años desde la primera y se hayan estrenado unos 25 títulos (más dos no oficiales). Pero si hay una seña de identidad única, esa es la música de sus producciones.  

La música ha sido tan o más importante para identificar las películas de 007 como sus famosas escenas de casino; desde sus juegos preferidos, como el bacará, a la famosa partida de póker de “Casino Royale”, pasando por la ruleta en ”Los diamantes son eternos”. Todos estos juegos, que hoy se encuentran en la versión online, han formado parte de las tramas argumentales y han centrado impresionantes escenas de acción; aderezadas por las imprescindibles bandas sonoras y temas centrales de artistas y grupos como Shirley Bassey, Paul McCartney, Adele, Tom Jones, Alicia Keys, Tina Turner e, incluso, Madonna.

Estos juegos de casino han ido evolucionando, hasta el entorno digital, donde se mantiene la esencia más auténtica, pero con la accesibilidad y la privacidad de los entretenimientos. La propia ruleta está disponible en diferentes formatos y modalidades. Igual que el bacará, el juego predilecto de Bond en las novelas y en sus primeras apariciones cinematográficas, o el póker. Igual que estos juegos de casino, la música en las producciones de 007 también ha evolucionado, pero conservando ese espíritu distintivo y exclusivo, gracias a los inigualables compositores que formaron parte de esta franquicia.  

Desde sus inicios, las películas de 007 incorporaron unas melodías muy características, hoy, inseparables del personaje. Aunque Monty Norman fue el compositor de la música de la primera producción de esta saga, “James Bond contra el Dr. No” (1962), lo cierto es que han sido las composiciones de John Barry las que más han identificado al agente secreto. Tal vez sea porque Barry estuvo tras 11 de las 25 bandas sonoras. Y, para ser sinceros, es que además colaboró también en la de “Dr. No”, aunque no fuese acreditado oficialmente para el tema principal.

Barry llegó a la saga hasta casi finales de la década de los 80. En todo ese tiempo, la música de Bond evolucionó, pero nunca perdió su esencia original. De la voz suave y elegante de Shirley Bassey a los tonos roqueros y electrizantes de A-Ha o Duran Duran, pasando por el romanticismo melódico de Carly Simon; los temas centrales seguían su seña particular. Aunque, en algunos momentos, los cambios de registro sorprendían a los más puristas; es lo que ocurrió con “Live and Let Die” de McCartney y The Wings, sin embargo, luego, acabaría siendo un enorme éxito, hasta el punto de ser la primera canción 007 nominada a los Oscar. Pero es que los cambios no siempre eran bien recibidos por los más fieles espectadores y, si no, que se lo pregunten a Daniel Craig, que antes del estreno de “Casino Royale” creaba cierta indignación en algunos círculos por ser un Bond rubio.            

Tras John Barry, el compositor más longevo de la franquicia pasó a ser David Arnold, con la banda sonora de cinco entregas, la mayoría de las de Pierce Brosnan y dos de Craig. Para ello, siguiendo la estela de sus predecesores, trabajó con varios artistas populares de esos años, aunque siempre buscando que encajasen en ese estilo peculiar de las canciones para el agente británico. Las composiciones para Sheryl Crow y Garbage fueron notables y quedaron en la memoria de muchos aficionados a la saga. Luego vendría Madonna, que creó una canción a la altura de la película para la que cantaba: nefasta.    

Con Craig ya consolidado, el relevo pasaría a Thomas Newman, que compuso las bandas sonoras correspondientes a los dos títulos dirigidos por Sam Mendes. En el caso de “Skyfall”, además, el tema interpretado por Adele se haría con el premio Oscar de la Academia del cine (también con el Globo de Oro). Newman, tras dos trabajos, dejaría paso al último de los compositores en la saga: el inconfundible Hans Zimmer. A pesar de estar identificado con otro tipo de registros, Zimmer hizo un gran trabajo con “No Time to Die”. Y llegan nuevos tiempos, con un nuevo actor, nuevos directores, nuevas aventuras y, por supuesto, nuevas bandas sonoras. Aún no se sabe prácticamente nada sobre la próxima entrega de 007. Pero lo que sí se puede predecir es que su canción central será, una vez más, un clásico moderno para la posteridad.