En Vivo

The Winery Dogs, vivos y rabiosos en Vorterix

El súper grupo visitó nuestro país por segunda vez y lo hizo con un concierto que rozó la perfección a pesar los problemas con Aduana y la tardía prueba de sonido (que dejó out a los teloneros) casi empañan la fiesta, pero salieron adelante.

En las charlas cotidianas es muy común utilizar metáforas para representar alguna situación o hecho. Claro, la riqueza de la lengua castellana permite poder contar realidades con diferentes palabras y conceptos. Hasta Cervantes lo hizo en una de sus obras cumbres como “El Quijote”. Según el diccionario, la metáfora es una “figura retórica de pensamiento por medio de la cual una realidad o concepto se expresan por medio de una realidad o concepto diferentes con los que lo representado guarda cierta relación de semejanza”.

Y en cuanto a animales se refiere, hay muchas metáforas relacionadas: “A caballo regalado…”, “Mejor pájaro en mano…” y ni hablar en cuanto a perros. Afuera el clima no acompañaba… llovía y hacía frío, era la tarde de cualquier sábado de mayo que caía sobre la Ciudad. Pasadas las 8, ya era una auténtica “noche de perros” en Colegiales para todos los que eligieron ir a ver a The Winery Dogs en Vorterix. Era una noche de buenas ofertas, Los Fabulosos Cadillacs en el Luna Park, Cadena Perpetua en Groove y, paradójicamente, Jauría en Flores… guau guau.
DSC035192K16Mike Portnoy, Billy Sheehan y Richie Kotzen comenzaron su tour sudamericano con seis conciertos en Brasil uno en Paraguay y uno en Chile antes de aterrizar en nuestras tierras, lo que no fue nada satisfactorio para ellos ya que llegaron con el tiempo justo y una mala pasada en Aduana casi les arruina el show. Afortunadamente, solo los retrasó pero esa demora provocó que probaran sonido más tarde, frustrando así los shows de Aerea y Trial X, que iban a telonearlos. “Les metieron el perro” a las dos bandas locales, por lo que la noche no arrancaba con el mejor de los sabores.

En términos de convocatoria, “la cucha les quedó chica” a unos Winery Dogs que empezaron pasadas nueve de la noche al ritmo de “Oblivion” y “Captain Love”, canciones que además abren su última placa, “Hot Streak”, lanzada el año pasado y que venían a presentar. “Perro que ladra no muerde”, dicen, pero este caso es la excepción a la regla porque cada una de estas tres bestias toca su instrumento al nivel de su ego. Son tres tipos que parecen sobrar cada nota exagerando su ejecución pero, lejos de eso, lo hacen muy profesional y ajustadamente al servicio de la canción. Un auténtico “súper grupo”.
DSC035372K16Escupiendo al aire y con ratos que dejaban ver que no tenía el mejor de los humores, Mike Portnoy daba cuentas de porque es un de los mejores bateristas de la actualidad y que ha demostrado sus cualidades en todos los proyectos donde participó, desde Dream Theater hasta Transatlantic y pasando por todo el resto. Deleitó a sus fanáticos con su toque justo, su potencia, su originalidad en la manera de tocar que incluyó un corto (pero no menos bueno) sólo que hizo sonar hasta el ventilador que tenían en el escenario.

Entre “Hot Streak” y “How Long”, una enorme bandera se desplegó en el campo, cubriendo gran parte el anillo central para sorpresa del trío, que había filmado el concierto de la noche anterior en Santiago de Chile para le edición de un futuro DVD. “…El día es mucho más difícil. La prueba de sonido es más larga, lo mismo que el testeo del video y las luces. Hay que chequear todo veinte veces, probar un sonido, intentarlo de otra manera, nadie se imagina lo complicado que es ya que no hay segundas tomas ni formas de arreglar las cosas…” le había contado Billy Sheehan a Fabrizio Pedrotti de Rock.com.ar, un sitio web argentino, horas antes de tocar. El ex David Lee Roth y actual Mr. Big cumplió también una destacada labor en coros y, principalmente, tocando el bajo con un estilo auténtico y eficaz… “un perro de presa”.
DSC034662K16Richie Kotzen no fue menos y se lució a través de las casi dos horas que duró el set de diferentes maneras: tocando el piano eléctrico en un par de temas, destacándose“Regret”, cantando y disparando riffs y melodías desde su vieja Telecaster. El estadounidense, de extensa y prolífica trayectoria como solista y en su paso por bandas como Mr. Big, demostró sus dotes como impecable músico integral más allá de sus bondades como guitarrista.

Para el cierre del recital, el trío eligió “Desire” como frutilla para el postre de una lista que dejó contentos e hizo valer cada peso de todos los que con esfuerzo adquirieron el ticket para verlos. Esta bandaza oscila entre las grandes bandas de rock de los setenta, el grunge de los noventa y más estilos en que mezclan en una coctelera que finaliza siempre destacando su propia impronta. “La rabia no murió cuando mataron al perro”, dicen, y por suerte los Winery Dogs están vivos para demostrarlo.

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01. “Oblivion”
02. “Captain Love”
03. “We Are One”
04. “Hot Streak”
05. “How Long”
06. “Time Machine”
07. “Empire”
08. “Fire”
09. “Think It Over”
10. “The Other Side”
11. “Bass Solo”
12. “Ghost Town”
13. “I’m No Angel”
14. “Elevate”
Encore:
15. “Regret”
16. “Desire”

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Fotos y crónica por Damián Basile

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Periodista. Rock y deportes. Primero colecciono, luego existo. Fotógrafo aficionado. Amo la música en todos sus formatos.