La banda nacida en Villa Raffo se despidió del traje, los tiradores y el moño para teñir de rock la ciudad de las diagonales. Ya lo habían anunciado en sus redes, y cumplieron con las expectativas del público con una lista que se caracterizó en su mayoría por sus canciones más viejas, y como no podía ser de otra manera, la cumbia también se hizo presente.
Luego de un año sin tocar en La Plata y con un teatro a sala llena, dieron inicio al show con “Heidi”, una de las más rockeras de su cuarto álbum de estudio, Visceral. Le siguieron en la misma sintonía “Lirio Boreal” y “Desnudando Un Ángel” que resultó ser una versión mucho más alegre y bailable.
Confirmando lo que ya todos sospechaban, Santiago Aysine dijo: “Esta noche vamos a tocar todo al palo”, dándole pie a “Quebrado” y “Brújula”, con una fuerte impronta del público que, como siempre, acompañó cada acorde con las palmas y su canto. “¿Cuál es el tema número seis de Visceral?”, rezaba el acertijo de Santiago, que fue resuelto cuando las guitarras de Beto Grammático y Juanjo Gaspari comenzaron a entonar “Tan Blanca, Tan Azul”.
Le tocó el turno a COPLA, con “Nosotros”, donde ocurrió uno de los grandes pogos de la noche y se destacó Sebastián Greschuk en la trompeta. “Mercedes”, que es sinónimo de fiesta, auguró la magia de la noche, que recién comenzaba. “Tu entrega”, también en una versión mucho más arriba, introdujo el momento cumbiero, que, a modo de chiste, comenzó con una de Arjona y fue desde La Nueva Luna, a Vilma Palma, Mambrú y Damas Gratis.
Remontándose a los inicios, en la lista siguieron “Ilusa Ilusión” y “¿Quién dice?”, y con aprovechando el ambiente, Santiago tomó la guitarra acústica y para sorpresa de todos, interpretó a solas “Vals para Jorge”. Como en sus acústicos, también se dio el lujo de cantar “Cabeza de Tortuga” de Mala Fama, y “Hoy acá en el Baile” de El Pepo.
La banda volvió para interpretar “Otro Domingo” y “Unos Versos”, y ya hacia la mitad del show, cortaron con los lentos y pusieron a vibrar las paredes con “No Pierdas Cuidado”, y otra de las sorpresas que fue “Paladín”, la cual logró descontrolar por completo el show. Para la siguiente, se hizo presente Matias Mareco, armonicista de Cristobal y La Reina, que acompañó y la rompió con su solo en “Chacal”.
La infaltable “Seremos” precedió a “Vosotros”, en donde se fundieron bien fuerte y al unísono las voces al grito de “Nunca Más”, y siguiendo con la protesta llegó “Ellos”. Matías Landolfi, de Nueve Menos Cuarto, subió al escenario para acompañar a la banda en “Falto de Asfalto”, que, lamentablemente, tuvo que ser interrumpida tras un incidente entre el público. Luego del pedido de los músicos de tranquilidad, y además de repudio a la violencia, la canción siguió, aunque en el aire se sintió un remanente de tensión.
“El Relato”, otra de las tantas que no se escuchaban en vivo hace tiempo, e “Invierno Tibio” anunciaban ya cerca de las 12 el final del show, que hizo estallar a todos los presentes con “Que Salte La Banca” y “Bautismo” con un trencito de los músicos arriba del escenario, y pogo masivo de los fans abajo.
Volaron las púas y las listas anunciando el cierre inminente. Pero el público, obstinado, se negó a irse sin escuchar “La Espada Del Recelo”, por lo que, ante semejante insistencia, los músicos cedieron y, cada uno con un instrumento distinto al que suelen tocar, cumplieron el deseo de ese público que, ya agotado, cantó con alegría y júbilo una de sus favoritas. Un final lleno de chispa y algarabía, digno de un show memorable.
Fotos de Flor Daku Fotografía
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