Cuenta la historia de Rata que un día en un Luna agotado tocó, porque el motivo no era cualquiera, era toda una celebración. Con el ritmo de “La Leyenda Del Hada Del Mago”, quizás su mayor hit, parecía que Rata Blanca le bajaba la persiana a un show que rozaba las 3 horas y diez minutos.

Pero no era lo último, sino que “El Último Ataque” sería el brocho de oro de la segunda parte del show por sus treinta años, en la cual la banda estuvo acompañada de una orquesta de cuerdas. La primera no tuvo más secretos que su clásico repertorio eléctrico.

Casi dos horas y media transcurrieron hasta que, escondida en algún bosque, Walter Giardino encontró “la llave de la puerta secreta” que, en el semi piso del escenario del Luna, custodiaba un conjunto de violines y violoncellos dirigido por Patricio Villarejo.

Foto: Federico Echeverría

Intentando repetir la épica de aquellos shows de La Gira Guerrera en el Opera en 1992, cuando tocaron con la Orquesta de Cámara Solistas Bach, fueron un total de ocho canciones en esta, la parte final de una lista muy equilibrada de casi treinta entre los clásicos infaltables y las rarezas que le roban una sonrisa a los más fanáticos. “El Guardián De La Luz”, “Noche Sin Sueños” y el instrumental “Capricho Árabe” eran una prueba de ello.

La idea era cautivante y las expectativas altas, pero el volumen de la orquesta no sonó siempre al compás del de la banda y quedó opacada. Si bien hubo algunos problemas técnicos menores, la guitarra -sobre todo- y toda la artillería de la banda no permitieron que se destaque como el público presente esperaba. Fue por eso que, inmediatamente, comenzaron los “cánticos recitalescos” para el sufrimiento del sonidista.

Un comienzo electrizante

Pasadas las nueve y veinte de la noche, el partido entre River Racing desconcentraba a los más futboleros cuando en un instante todo se volvió obscuro. El humo, las luces, los camarógrafos en su lugar -el show fue filmado para una posible posterior edición-, y el video proyectado en la pantalla gigante advertían lo inmediato del comienzo. Con una puesta en escena y un despliegue imponente, los acordes de “Los Chicos Quieren Rock” mostraban su lado más “actual”.

No son de mucha conversación, pero tras “Volviendo A Casa”, “La Otra Cara De La Moneda” y “Sólo Para Amarte” Adrián Barilari, de una vigencia vocal sorprendente, hizo las veces de anfitrión: “Bienvenidos a este antro del rock. Estábamos muy nerviosos antes de hacer esto, pero ya estamos acá con ustedes”.

Era el regreso de La Rata a este escenario tras la presentación de “Tormenta Eléctrica” en 2016. No era cualquier Luna, sino que fue el primero sin la presencia de Guillermo Sánchez, el bajista fallecido el año pasado. Quien ahora está -de muy buena manera- encargado de tocar el bajo es Pablo Motyczak, a quien Giardino elogió al momento de agarrar el micrófono. Sobre la pérdida del Negro, confesó que “nos hemos acostumbrado yendo para adelante. Antes los tenía a los dos y ahora me falta él” ante los apláusos y el canto de su gente.

Foto: Federico Echeverría

Con la doble mastil (la uso para “Ella”), la Fender roja, la dorada o la electroacústica (para “Mujer Amante”Giardino demuestra una vez más que está hecho para esto. La furia, la intensidad, las variantes dentro del estilo y su vanidad lo convierten en una referencia ineludible del género a nivel local e internacional.

La tarea de Fernando Scarcella en batería y Danilo Moschen en teclados también es digna de destacar. Le dan el brillo necesario a canciones que tienen ese sonido tradicional de La Rata como “Días Duros” -compuesta por Giardino y el vocalista, de fugaz paso por la banda, Carlos Périgo-, con una intro fatal,  “Los Ojos Del Dragón”, “Por El Camino Del Sol”“El Reino Olvidado”.

Otras de las rarezas que tuvieron lugar en el setlist fueron “Jerusalén”, del álbum “Entre El Cielo y El Infierno” y“Agord, La Bruja”, incluida en el “Libro Oculto”. En contraposición, los lugares comunes fueron ocupados por “Endorfinas” “El Jugador”.

A modo de adelanto de lo que vendría, el director de la orquesta y el primer violinista acompañaron la versión desenchufada de “Mujer Amante”. La misma que fue incluida en el disco descatalogado “Grandes Canciones”.

Contra todo y contra todos, Walter Giardino mantiene viva la llama del rock pesado clásico y tanto su performance como la del grupo en vivo sirven como aval necesario que cualquier desconfiado precise.

Fotos gentileza: Federico Echeverría

Lista de temas: Rata Blanca en el Luna Park

01. “Los Chicos Quieren Rock”
02. “Volviendo A Casa”
03. “La Otra Cara De La Moneda”
04. “Sólo Para Amarte”
05. “El Círculo De Fuego”
06. “Rock And Roll Hotel”
07. “Ella”
08. “Los Ojos Del Dragón”
09. “Aún Estás En Mis Sueños”
10. “Días Duros”
11. “Tan Lejos De Aquel Sueño”
12. “Jerusalén”
13. “Chico Callejero”
14. “Por El Camino Del Sol”
15. “El Reino Olvidado”
16. “Abrazando Al Rock And Roll”
17. “Guerrero Del Arco Iris”
18. “Mujer Amante” (Versión Acústica)
19. “71-06 (Endorfina)”
20. “El Jugador”
21. “Agord, La Bruja”
Con Orquesta
22. “La Llave De La Puerta Secreta” (Intro)
23. “La Llave De La Puerta Secreta”
24. “El Guardián De La Luz”
25. “Noche Sin Sueños”
26. “Capricho Árabe” / “Preludio Obsesivo”
27. “Sinfonía Fantástica”
28. “El Sueño De La Gitana”
29. “La Leyenda Del Hada Y El Mago”
30. “El Último Ataque”