Viernes gélido por la noche y una buena cantidad de publico se dispone a entrar en Niceto Club, y se congrega pegados entre si y al escenario dándose calor.
Fue cuestión de segundos a que innumerables láseres vigilantes apuntaran a todo aquel que largue humo legal o no, pero unas luces no iban a parar la manija. La banda sale y empieza a desdibujar la música, para demostrar qué es lo que proponen. Como retribución el publico mueve sus extremidades aprobando, cerrando el pacto tácito de un recital de rock .
La deformidad se apodera de Niceto, un sonido fuerte que no tiene formas establecidas y juega con ello a modo de estandarte. Es imposible catalogar a esta banda y mandarla al anaquel de rock, jazz ó electronica. El producto final de esa mixtura de cuerdas, vientos, sintetizadores y ritmos nos invita a pensar que estamos frente a algo nuevo, fresco y muy bien hecho.
Entre los puntos álgidos de la noche se encuentran: La colaboración de Lula Bertoldi, pareja del frontman Nicolás Sorín, en un grito marca registrada en el tema Wheels Come Rolling. Los espectadores vibraron y agitaron todo el recital, pero cuando se interpretaron Monster y Plastic, literalmente el publico exploto al ritmo de la propuesta extasiaste.
¨Si tuviéramos mas temas, seguro tocaríamos más¨, y así se presentaron dos nuevas joyas del segundo disco de la banda. What y el ya conocido Mini Buda.
Electrónica, varios destilados de rock, tres saxofones (alto, tenor y barítono) en sintonía y muchas cosas mas que deberían ver, escuchar y apreciar de esta banda que con solo su primer disco ha logrado mucho y que aporta gran estándar al escenario local actual.
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