Pocas cosas son más movilizantes para una banda que la noche del debut. Los meses encerrados en alguna sala de ensayo, las horas-vida destinadas a la banda y sus destinos, los sacrificios realizados, la manija que inicia cuando alguno de sus integrantes (o un amigo-Manager, en algunos casos) lograr “cerrar” la primera fecha; todo eso se pone de manifiesto cuando llega la gran noche del debut.
Eso es lo que le pasó a ‘Miniaturas de un Pavote’ que logró que un gran número de gente se acerque hasta ‘Pana Rock’ en Floresta para acompañarlos en su debut, no tan debut. ¿Por qué así? Porque la banda se edificó de cenizas de otros proyectos truncos. Esta vez, meses de ensayo, planificación, y hasta logística (la voz de la banda vive en Bahía Blanca, y no la calle, si no la ciudad) se iban a poner sobre la mesa en la agradable noche del sábado.
“Las cosas Invisibles” dejó el escenario con algunos minutos de demora y, cerca de las 22:15, los ‘Miniaturas’ fueron subiendo, lentamente, al escenario. Su EP ‘Cintas Borradas’ sonaría íntegro, ya que sólo se compone de 4 temas. La lista quedaría “rellena” con algunos temas que los chicos van alumbrando en la sala y en el laburo del día a día, con el Skype y la tecnología como aliados inmejorables. También sonaría un cover de los legendarios “Héroes del Silencio”: “Deshacer el mundo”, que sonó con una versión muy ajustada, y les ganó a algunos improvisados “fans” que andaban por ‘Pana Rock’ y se sorprendieron cuando el oído les devolvió una pared conocida.
Tomás Grandinetti, voz, arrancó con toda la furia con el tema “Plantado”, que da inicio también al EP que los chicos editaron, aunque todavía no en formato físico. Fabián Grandinetti, su hermano, empezó con lo que iba a hacer toda la noche, pegarle fuerte y bien a la batería, mientras la base era sostenida, en su mayor parte, por Facundo Piris (Bajo) y Gonzalo Rodríguez, una de las guitarras, y, además, un hombre que subió al escenario con una remera de Batman, algo digno de destacar, por supuesto. Guillermo Ceñal, primera guitarra, aprovechaba cada recoveco que podía para darle vuelo a su guitarra.
Pegado llegó “Principia”, también del EP. Los dos primeros temas sirvieron, además, para que el sonidista pueda ajustar todo, ya que la banda no había probado sonido. Por eso, las ‘disculpas’ de Tomás ante los dos primeros temas que, así y todo, sonaron fuerte y prolijo.
En el tercero ya también había desaparecido los nervios del inicio. “Pibe Calcomanía” siguió con la lista que después incluyó el cover de la banda española. “Apagón”, que incluyó un recitado de Tomás en el medio, y una buena base sostenida por el bajo de Facu y la guitarra de Gonza. Fue en ese tema que Guille peló una viola de su autoría (sí, el tipo se la hizo él, como averiguó tras el show Rock ‘N Ball) y que es muy similar a la Gretch White Falcon y que lo acompañó durante ese tema y el siguente.
Con un aroma norteño, medio Divididos, medio SUMO, sonó “¿Dónde quedarán?” que sin duda fue el punto más alto de la noche, y dónde más compacta sonó la banda, con Guillo también en la voz, al menos arrancando a cantar el tema. Algo muy especial sucedió cuando sonó este tema, fue como que todo el mundo entrara en perfecta sintonía, lo que nos viene a recordar lo mágica que es la música cuando quiere. O cuando nosotros queremos dejarla ser.
Para el final del Show, ‘Miniaturas’ arremetió con “Pararrayos”, el último tema ‘nuevo’ que sonaría y, el cierre, con saludos, y agradecimientos de por medio, fue para los dos temas que faltaban sonar de su EP: “Libres” (que termina emulando el cierre del himno nacional Argentino) y “Cintas Borradas”, que le da nombre al trabajo discográfico de los chicos.
Unos minutos después de finalizado el show, los chicos se dejaron ver entre el público, saludando a familiares y amigos y con una gran sonrisa, sabiendo que los nervios del debut habían quedado atrás y que la noche sólo dejó una pregunta entre los presentes, ¿cuándo vuelven a tocar y dónde?.
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