En “Fragmentos De Un discurso Amoroso”, el filósofo Roland Barthes se pregunta por qué durar es mejor que arder. ¿Es preferible sostener algo en el tiempo con el paso firme que necesita ser lento? ¿Es mejor quemarse en un instante como una estrella fugaz y dejar que la estela se extinga inmediatamente? Con su nave hecha en Aldo Bonzi, la banda liderada por Beto Olguín, que ya lleva 28 años en su periplo, canta sobre el cierre del recital que puede “durar la eternidad mirando el fuego”.

Quienes siguen habitualmente a Los Pérez García tuvieron la bienvenida a un escenario clásico como el Luna Park con los problemas que eso conlleva: “La familia crece y se empieza a complicar. Si encuentran un teléfono que no es suyo, lo traen al escenario y el dueño se lo lleva. Así fue siempre acá, que siga siendo”. Mientras en otras latitudes se rompen la cabeza imaginando formas de que el público no mire el recital a través de sus dispositivos, la solución autóctona es el riesgo a que sea lo último que se pueda filmar con ese aparato.

Caravana De Estrellas” musicalizó el sentido homenaje a Tatú Garibaldi, percusionista de la banda que falleció semanas antes de la presentación del disco. Piti Ayet fue su antecesor y esta noche volvió a golpear los mismos tambores que le legó cuando abandonó la formación, cerrando un círculo más de los tantos que la música se empeña en crear. “¿Dónde estamos?” se preguntó Beto una hora antes, en la primera intervención hablada de la noche. El grupo que supo ser el secreto mejor guardado del under, empezó a transitar el camino hacia la masividad desde que bautizó “No Se Lo Cuentes a Nadie” a su sexto disco. ¿Dónde está el lugar al que todos llaman cielo?

Después de cerrar la primera mitad del show con “¿Dónde Está Mi Elefante?”/”Rock Del País”, los cinco músicos se juntaron al borde del escenario para tocar un bloque acústico que incluyó una muy bien lograda versión de “Halcón Peregrino”.

Beto canta junto a Fran Lago, de Cruzando El Charco. (Ayelén Martínez)

Además del mencionado percusionista, la big-band se completó con la sección de vientos intermitente y Gonzo en guitarras casi como sexto integrante. Alejandro Mondelo de Las Pastillas del Abuelo, Francisco Lago de Cruzando el Charco y Juan Bruno de Bersuit Vergarabat fueron los invitados que desfilaron por las tablas.

Como había adelantado Olguín en entrevista con RNB, hubo tiempo para desempolvar algunas perlitas que hace tiempo no tocaban. El bloque bailable empezó con “Buenas Noches” y en medio de las dos cumbias habituales sonó “Perro Salado”, el tema que abre su primer disco y que, vale la aclaración, no integra su catálogo de Spotify.

“Tengo una billetera… ¡tengo dos billeteras! Así es acá, muchísimas gracias” señalaba el cantante, visiblemente emocionado ante la buena respuesta del público a la advertencia previa. “Sigue La Noche” y “Todo Eso Que Nos Queda” ocuparon el lugar que acostumbran en el cierre de la lista, una celebración y una emoción.

Mientras se llenaba el techo de papelitos y en la platea atomizaban las butacas, Los Pérez García se retiraron ante una ovación de su debut en Corrientes y Bouchard. Tardaron muchos años hasta encontrarlo: Ahí va el capitán Beto por el Luna Park.

Fotos de Ayelén Martínez