En un ambiente muy íntimo, familiar y de grupos de amigos, se le fue dando comienzo a la primera noche de Kimé en el Roxy el domingo pasado, con una puesta magnifica y una exposición hecha y derecha. Entrando al local ya se podía disfrutar de un gran banner con el diseño del disco para sacarse fotos y probar de algún modo haber estado allí.
El domingo a la noche parecía convertirse en un sábado, y no sólo por ver a una banda de rock en un buen recinto, sino por el clima de buena onda que se respiraba, donde la gente iba degustando unas cervezas tiradas que estaban en promoción y la sala oscura de Niceto y Humboldt se veía más luminosa que de costumbre.
De a poco iban apareciendo diferentes colegas, amigos, bandas del under colegas de Kimé, para acompañarlos en este nuevo camino. Poco a poco también se iba demostrando que la banda era un tanto organizada, porque la verdad que, para la presentación de un primer disco, lo hizo con mucha ambición: buena puesta y mucho juego de luces como si fuese una agrupación con mucha trayectoria.
La presentación del primer disco de Kimé, tocando por primera vez en El Roxy, vino cargado de varias sorpresas y con mucho color. Desde el comienzo ya se podía ver una cámara con una gran grúa filmando todo, tal cual ocurre con las cámaras en los estadios.
A las 9 en punto de la noche se apagaron las luces y un sintetizador ambiental, al más puro estilo Brian Eno, comenzó a marcar el primer acorde mientras se abría el telón y los presentes se encontraron con una banda muy bien posicionada sobre el escenario. De esta manera le daban comienzo al show con una canción del disco, llamada “No Digas Nada”. Ya de entrada fueron mostrando una especie de virtuosismo, tanto en las armonías como en las vocalizaciones.
Para el cuarto tema, se le dio paso al primer invitado de la noche, Emilio Citro, de Circus Dei y Cinema Verité, para interpretar una bellísima versión de “Promesas Sobre El Bidet” de García. Después de esto se abriría el abanico de invitados y una noche que tendría grandes clásicos del Rock Argentino también. Vale destacar el gran trabajo que hizo el grupo para su debut en este lugar presentando su primer disco, realmente lo hicieron a lo grande, desde montar una gran puesta de luces led de todo tipo de colores que le daban ese lado psicodélico al Roxy, hasta hacer partícipe a todos los músicos que alguna vez tuvieron que ver o integraron esto que es Kimé, algo que en principio fue un dúo en formato acústico, y a lo largo de su historia fue mutando en banda. Ya después de recordar a Charly con esa versión, se le dio paso a Astor, bajista que estuvo en la primera formación del conjunto, para interpretar “Dueño Del Lugar”.
La noche devendría en una gran luminosidad dentro de toda la oscuridad que proponía el lugar, y se fue generando así una apacible velada con momentos nostálgicos para el cuarteto – que se reencontró con compañeros que no compartían escenario con ellos desde hace años- y compartiendo también algunas grandes obras del Rock Argentino
En el tema “Mambo Del Momento”, que es el track que cierra el disco, subió Fernando Fasciolo para interpretar un rap que terminó de abrir el fuego con el público. Después de ese vertiginoso y poderoso comienzo, se le daría lugar a un acústico donde se pondría a gusto a la gente con canciones de Luis Alberto Spinetta, en una especie de Medley. Siguieron el set unplugged con “Destilar Palabras” y luego con la armoniosa “Parte del Aire” de Fito Páez. La audiencia ya estaba entregada de por sí y todos seguíamos asombrados por la variación del público y de mucha familia y sencillez. El recital tuvo diferentes colores musicales y no fue netamente rock.
Una noche de alegría, emotiva y especial para la banda, donde celebraban haber podido terminar este primer disco y estar presentándolo. A la hora de darlo por terminado y mostrarlo, no se olvidaron de ninguno de los músicos que estuvieron a su lado en esta historia que recién empieza y se la jugaron en poder juntar a todos los que fueron un Kimé alguna vez.
Ya para el cierre, deleitaron al público con clásicos fervorosos de Los Redondos en un medley combinando “Rock Para Los Dientes”, “Fusilados Por La Cruz Roja” y “Blues De La Libertad”, donde los acompañó en el saxo otro invitado de lujo como Adrián.
Luego, ya para el final de la ceremonia, coronarían la noche invitando a Juani y a Verdi de una de las bandas que está golpeando muy fuerte desde hace un tiempo en el Under, El Mirador, que se encuentra preparando su show para el 22 de Julio. Junto a ellos, como momento clave y revelador del concierto, hicieron una power versión de “Respuestas”. Ya con una performance de una hora y media tocando, dejarían la alfombra roja para despedirse en su intimidad con la primera canción con la que la banda comenzó su historia y ese tema fue “Cadáver Exquisito” de Fito, donde se dejaron varias gargantas.
Si el momento con los chicos de El Mirador fue demoledor, este fue un momento épico, el cierre del show, y fue con la amiga de la banda Eve Aznar, con la cual hicieron una interminable reversión de “Para Curarme” con una poderosa manera interpretativa y vocal por parte de Aznar, donde realmente, con su actitud avasallante lo dejó todo.
Todos estaban ahí por Fluir, muchas familias, amigos, gente que no suele ir a estos lugares, que estuvo ahí por primera vez y se topó con algo así. Realmente todo fluyó, el disco irá por ese camino porque va manejando una colectividad entre las canciones que lo integran. Kimé es corazón, pero también es un sentimiento controlado, donde mente y alma están totalmente equilibrados y eso hace que fluya un poco más cómodo. El primer y nuevo disco “Fluir” en su primera presentación lo cerraban el tema que le da el nombre a este debut, donde los chicos parecen llevarse todo e ir por más.
Fotos de Grizzly FV
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