Kapanga se subió al escenario a las 21:30, dando tiempo de que cada rincón del mítico estadio se llenara y colmara de color a lo que sería un recital inolvidable, tanto para quienes estaban debajo como sobre el escenario. La banda forma con Claudio Maffia (batería y coros), Javier “Memo” Manera (bajo), Mariano Arjones (teclados y coros), Martín Mono Fabio (voz) y Miguel Luna Campos (guitarra y coros).
El Mono y Maikel fueron quienes tomaron durante la jornada el frente del escenario, intercalando entre tandas de temas un ida y vuelta constante con su gente, su familia, como ellos mencionaron repetidas veces.
El puntapié a la noche lo dio “Mis amigos” la canción que contó con muchas bandas amigas en su vídeo, y desde el primer acorde del tema la fiesta copó el Luna y no la abandonó hasta el final.
El show era la presentación de “Motormúsica” y por eso predominaron las canciones del nuevo trabajo, pero no por eso faltaron los hímnos -mote que se gana una canción que atraviesa el tiempo y que logra con solo escucharla una identificación inmediata-, entre estos temas estuvieron “Bisabuelo”, “El Universal” y “No Me Sueltes” que fue entonada después del pedido del cantante a su público, para que nunca dejen de apoyar a la banda.
Los temas de “Motormusica” fueron muy bien recibidos y muchos de ellos ya eran sabidos de memoria, por eso es que el show no decayó en ningún momento, y si es posible, con el correr de la noche al entrar en calor, en un lugar ya muy caluroso, fue ganando intensidad y disfrute. Hasta llegar a su final 2 horas y cuarto después.
“La crudita” y “Descarte” y el tema que le da nombre al nuevo álbum, fueron de los más celebrados de lo nuevo, y se sentía en el aire que podrían llegar a ser de los clásicos a futuro.
Quizás lo más destacable de la noche hayan sido los invitados, porque hubo artistas reconocidos claro, como Juanchi Baleiron para “Bailarín asesino” que fue acompañada en la guitarra por el líder de Los Pericos, Pablo Coll de 2 minutos, y hasta la incursión de Lo’ Pibitos para acompañar “Miami (Guarda La Salida)” con un rap inicial que mantuvo a la gente bailando contenta.
Pero la sorpresa en materia de invitados vino de 3 personas en particular, porque en primer lugar Ernestina De Luna Campos, la pequeña hija de Maikel que se subió al escenario y endulzó al luna con su voz en “Tika Tika dance”. En el próximo turno, quien se paró frente a la masa fue el hijo del Mono Tobías Fabio, que apenas subió mostró una soltura increíble para tener frente suyo casi 8000 personas, situación que sorteó, junto a la tarea de tocar la guitarra con su padre, de manera destacable.
En último turno estuvo una joven que hizo un dúo con el cantante y se ganó tanto aplausos como chiflidos de la platea masculina, que fueron amedrentados por los músicos que advertían en tono divertido que “le iban a cortar los h….” a quien jodiera con la nena. Bianca Maffia se plantó de gran manera y mostró una gran voz para cantar “Un lugar” coronando un gran trío de invitados familiares chicos, que se bancaron de gran manera el momento ante tanta gente. Gran momento de la noche sin dudas.
Otra nota a destacar fueron los chistes que entre canción y canción Maikel hacia en referencia a que Guns N’ Roses estaba tocando en River al mismo tiempo, y se burló de que hayan nombrado a los rosarinos como frijoleros, provocando las carcajadas de los presentes cuando dijo: “dejan la droga y se vuelven pelotudos” para cerrar el momento.
En cuanto al show no tuvo fisuras ni musicalmente ni en la energía del público, inextinguible durante todo el recital. Y fue muy sólido de principio a fin, intercalando temas nuevos con los clásicos, nunca dejando caer el clima del lugar. También estuvo el pedido para que se cuiden en el pogo, porque Kapanga cuida a su familia y su público es parte de eso.
El final se iba a acercando entre agradecimientos constantes y la repetición de que todo para ellos era un sueño cumplido, con la explosión típica cuando uno de los temas históricos asomaba sus acordes, era mirar a cualquier rincón del luna y ver gente sonriente y saltando al ritmo de esas canciones.
Antes de los últimos actos, El Mono se tomó el tiempo de agradecer a sus kapangueros: “Les agradecemos el esfuerzo, sabiendo como está todo y que hay otros artistas tocando ahora, como los guns. El año pasado estuvo Pearl Jam y este Guns N’ Roses, y ustedes están acá apoyando el rock nacional, gracias”.
El final fue un enganchado de éxitos que dejó al público tan arriba como arrancó “Fumar”, “Rock” y “El mono relojero” con el aviso previo que cayó desde arriba en un grito: “hoy no duerme naaadie”. Y el lugar explotó, pogo tanto en campo como en platea y ese tema que representa a los quilmeños en su máxima expresión, todo le dio el final merecido a semejante concierto.
Antes hubo tiempo de leer las cientos de banderas de diferentes lugares de Latinoamérica presentes, una tradición que llevan en alto desde el comienzo.
La banda se fue, el público comenzó a irse a enfrentar el calor nuevamente con la certeza de que esa noche quedaría para siempre en su memoria, por que sin dudas fue el mejor cumpleaños al que alguna vez hayan ido. Se iban a sus casas con la alegría de haber estado, junto con el mejor souvenir de todos, una noche de música inolvidable. Y que cumplas muchos más, Kapanga.
Fotos por Florencia Mascheroni
[su_custom_gallery source=”media: 132708,132709,132710,132711,132712,132713,132714,132715,132716,132717,132718,132719,132720,132721,132722,132723,132724,132725,132726,132727,132728,132729,132730,132731,132732,132733,132734,132735,132736,132737,132738,132739,132740,132741,132742,132743″ limit=”75″ link=”lightbox” width=”180″ height=”150″ title=”never”]sscs[/su_custom_gallery]
Comentarios