¿Se acuerdan de una colorada que cantaba “The World is not Enough”, la canción homónima de la película de James Bond, el Agente 007? Bueno, en comparación con el robot que interpretaba en ese video, Shirley Manson está menos pelirroja que en los noventas, pero sigue explotando en los escenarios. A 21 años de su debut en Garbage, el talento de Manson en escena recuerda por qué Butch Vig (ni más ni menos que el productor de “Nervermind” de Nirvana), Duke Erikson y Steve Marker la eligieron como la vocalista para el proyecto musical que marcó la transición del grunge al rock/pop alternativo.
Ese mismo talento los posicionó este martes como una banda bien informada: “Sabemos que las entradas no están baratas y que las cosas están duras aquí, así que muchas gracias por estar acá con nosotros”. Antes de interpretar “The trick is to keep breathing”, Manson siguió demostrando que el secreto de Garbage para llenar el Luna un día de semana es mucho más que carisma, sumándose a la consigna por Ni Una Menos: “Los miramos desde donde estamos, así como ustedes nos miran a nosotros, y queremos solidarizarnos con las mujeres en Argentina (…)”.
Pero la banda ya se había ganado al público desde el rugido inicial a las 21:02, cuando salieron a tocar su clásico “Supervixen” en un escenario súper sencillo, con un telón de fondo en el que el nombre del grupo estaba rodeado de una manada de leopardos, presentes también en el arte de su sexto álbum de estudio “Strange Little Birds”, publicado en junio de este año por el sello Stunvolume. Es el segundo disco que estrenan con una discográfica independiente, después de “Not Your Kind Of People”, con el que volvieron a escena en 2012 luego de una pausa que se prolongó por casi siete años.
Si bien la presentación en el Luna Park fue parte del Strange Little Birds tour, la banda no mezquinó las canciones que marcaron su historia, tampoco dejó afuera temas de su nuevo álbum como “Empty”, “Even Though Our Love Is Doomed”, “Blackout”, “Magnetized”, y “Night Drive Loneliness”, a la que le siguió una versión de “Why Do You Love Me” que puso al público argentino a bailar, cantar y, en el medio del campo del Luna, a intercambiar trompadas. Ante esa situación, Shirley Manson intervino una vez más: “¡Paren la pelea ahora mismo! ¡Ese es el problema de este puto mundo, es un disparate!”.
Luego de la cagada a pedo y una vez repuesta, Manson continuó saltando sobre el escenario con la misma energía con la que arrancó el show. Los flecos amarillos de su vestido se movían sin parar al ritmo de las nuevas y viejas melodías como las plumas de un pájaro, revelando que los Garbage volvieron al ruedo renovados, con resto para ofrecer un buen espectáculo de dos horas, alternando guitarras con sintetizadores, casi sin pausas y con bises incluídos. El cierre fue recibido con el último rugido del público, que despidió a la banda cantando hits como “Queer” y “Cherry Lips (Go baby go!)”.
Por @Lucy_Marro
Fotos gentileza Mono Gómez
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