Las puertas anunciaban su apertura para las 21 hs, aunque el show daría su inicio mucho más tarde. La gente fue ingresando sin apuros, se iban distribuyendo, buscando una gustosa ubicación para el show mientras comenzaban a degustar algunos alcoholes. El clima de viernes pre feriado por la noche se sentía en el aire, cuando se avecinaba una pomposa fiesta de música, arriba y abajo del escenario.
Pasaban los minutos y pasaban las canciones que salían por los parlantes. Muchas de ellas de autoría de algunos de los integrantes de la banda. Otras adelantaban algo de lo que podría estar en el próximo e inminente nuevo disco que están por grabar. En ese clima de espera y adelanto de canciones las luces por fin se apagaron, para que toda la atención recaiga sobre el escenario. Con un potente raggamuffin, con los vientos a la cabeza, crean la introducción para que “Me pega fuerte” y “Ya!” salgan a derribar la ansiedad de los presentes. Una enérgica salida a pura fiesta sigue marcando camino con “La ronda” del último disco, y el viejo melocotón de “Te quiero”.
La esencia fogonera que la banda tiene hace que a veces puedan surgir cambios acordes al clima que en el momento se respira. Parecen entonces amagar con uno de los viejos clásicos, pero “En cueros” y “El Fantasma” de Magma Elemental (2013) siguen batiendo la fiesta. Ahora sí, el momento pide algún tema que sacuda el recuerdo y hacen “Como que no”, que al parecer no estaba previsto en la lista de temas. En un salteado vuelven rápidamente al último disco con “Revolución”, “Kari se va” y “Otro ritmo”. Tomás Gaggero bromea ahora diciendo “Bueno, el siguiente tema no era el que yo pensaba” y salen con “Mambeado”, otro de los viejos temas que hace subir el tono del público queriendo cantar a la par de la banda.
Con el fuego encendido desde el comienzo, pero ahora en uno de los momentos más altos del shows, aprovechan para presentar tema nuevo: “En el Barrio” sale con una introducción potente cargada de vientos y mucho empuje desde la sección rítmica. Sin dar espacio ni descanso, hacen “Parque” enlazado con “Sequía de amor”. Una mini zapada sobre el escenario da pie a que los vientos empujen una introducción cargada de suspenso, para reventar en un enérgico pogo en “Vayan a ser”. Luego de ese estado de roquero donde el pogo se hizo presente, vuelve el baile con “Forma de mujer” y “Continente de perlas”, reconfirmando la fiesta en Niceto.
Comienzan a anunciar el no esperado final, pero que llegará aunque nadie lo quiera. Ninguno de los presentes quiere creerlo, pero se aproximan las últimas canciones vagas de la noche. Un tridente funcionaría de antesala de los inevitables bises. “Así” abre camino para que “Tataralí” y “Cartagena” cierren la escena a pura mecha fiestera y baile. Abandonan el escenario y la masa de gente en el lugar queda agazapada esperando un poco más del quinteto, en esta noche de luna chica, buscan algo más antes de irse a casa.
Al regreso Nacho Rodriguez bromea diciendo “bueno… la farsa de los bises”. Así entonces comienzan a acomodarse en sus lugares de nuevo y una base oscura da inicio a “Vaguiseñal”. Una especie de llamada a la comunidad vaga congregada en el Niceto. El pogo, la fiesta, los coros y los gritos se fundirían juntos en un final a pura carga. Mandan “A la mierda” y con mucha fuerza descargan para cerrar “El experimento”.
Onda Vaga cierra así el telón de una fiesta que repartió baile por cada tema que fue pasando. La manija quedó sobrevolando el lugar, y muchos de los presentes parecían quedarse a la trasnoche de la Fiesta Invasión, conocida celebración que hace años se celebra en el local de la calle Niceto Vega.
Fotos de Chivi Marcote Fotografía para Rock And Ball
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