¿Tienen sentido ya los homenajes a Spinetta? ¿No es riesgoso meterse en el loop de veneración una y otra vez? ¿No aleja más aun al artista ahora que no está físicamente aquí? Bueno, no. Y por varios motivos.
El último sábado, Manifiesto Cultural FEDUN (Federación de Docentes de las Universidades) convocó al recital homenaje Hombre de Luz en la Facultad de Ciencias Exactas – Pabellón 2 de Ciudad Universitaria. La excusa fue rememorar el recital que allí diera el Flaco en el año 1990, de donde se extrajo su primer disco solista en vivo: “Exactas”.
El show (a beneficio, una entrada por un alimento no perecedero) abrió con un discurso de parte de uno de los docentes del sindicato dando la bienvenida al evento. No es inocente: la docencia vive horas tristes tras la muerte de Jorgelina Ruiz Díaz y María Cristina Aguilar mientras reclamaban mejoras en sus condiciones laborales en Chubut. Tampoco es incoherente: se sabe que el Flaco apoyaba ampliamente las causas docentes, como ocurrió aquella vez con la carpa blanca o más recientemente en las iniciativas de Conduciendo a Conciencia a partir de la tragedia de la escuela ECOS, también presentes allí.
Todo comenzó con un video mash-up de sonidos ruidos extra musicales de las obras de Luis armado por quien será el capitán de toda esta velada: Javier Malosetti. Sale al escenario y lo secundan: Daniel Ferrón (voz), Baltasar Comotto (guitarra), Leo Sujatovich (teclados) y Daniel Colombres (batería). Sí, todos ellos haciendo canciones de él. Y todavía faltaban los invitados. La situación hablaba por sí misma.
Una calesita de artistas ayudará a trazar toda la cosmogonía musical spinetteana: suben Emilio del Guercio y Rodolfo García a hacer coros de temas de Almendra. Entre ellos, “Hoy Todo el Hielo en la Ciudad” con letra extendida. El coro en plan Beatles es tan evidente que no podría haber mejor postal de la época. Su música es el testamento perfecto.
Cuando no cantan los invitados, canta Malosetti -curiosamente, el único soldado de aquella cruzada del disco original de los ’90. Y cuando no canta Malosetti, canta Comotto, usual invitado en la última época del Flaco. De paso pasea y frasea solos sobre “Tu Vuelo al Fin” y “Yo Miro tu Amor”. Pronto estará dispuesto a un duelo guitarrístico. Pero ahora un enroque de músicos trae a Gustavo Spinetta – hermano de Luis, baterista – y Lito Epumer (guitarra) a escena para interpretar temas del disco “Artaud”. Y, bañados bajo esa atmósfera verde tan característica, suenan “Cementerio Club” y “Bajan”. ¡Feliz Primavera!
La caravana de invitados sigue con Leo García a tiro para “Seguir Viviendo Sin Tu Amor” y “No Te Alejes Tanto de Mí”. Acertadísimas decisiones, el timbre de García calza perfecto. La curaduría está muy bien hecha. Siembran un par de dudas la nivelación de sonido (la guitarra al principio casi no se escuchó) que explicarían por qué se lo escuchó tan bajito. Así también, la decisión de poner a Claudia Puyó a cantar “Crisantemo” a solas con Sujatovich. Pero vuelan lejos cuando retruca con “Despiértate, Nena, habitual en su repertorio. Aquí sí se trenzan a duelo Epumer/Comotto. Vencedor: el auditorio.
La primera parte no termina sin antes presentar al otrora invitado: Lisandro Aristimuño. El trazar un puente entre el adulto y joven auditorio es claro: Aristimuño es, por lejos, el más vitoreado. Y más aun cuando vocaliza “Siempre en la Pared” y “Fina Ropa Blanca” –dos canciones no tan conocidas del repertorio. Otra vez, política de curaduría musical y estética.
Otro medley audiovisual dibujos/música libera el escenario para que Sujatovich solo interprete esa bellísima pieza llamada “Vida Siempre”. Acto seguido, entra un prócer: si la inflación deja algún billete en pie, ojalá le otorguen aunque sea uno a Machi Rufino. Bajo mediante, se carga canciones tan lindas y difíciles como Los Libros de la Buena Memoria y “Era de Uranio” (¡muy bien cantada! ¡muy limpia voz!) y cerrar con “Durazno Sangrando”, solo incluido. De todas las canciones, la mejor interpretada. Por escándalo.
Vuelve la formación original con Rodolfo García a la batería para “Las Habladurías del Mundo” y se le suma Emilio para “Leves Instrucciones” y un temazo como “A Estos Hombres Tristes”. En escenario quedaron Dani Ferrón y Rodolfo García, la base de la última banda que supo tener Luis (Los Amigo’). Aprovecharon y tocaron un tema del disco homónimo de la banda, “Iris”, que debiera ser un clásico a esta altura de las circunstancias si el homenajeado siguiese vivo.
El verdadero cierre, no obstante, lo dieron todos los presentes subiendo a cantar el tema “8 de Octubre” – a propósito de concientización social y política – junto con “Rutas Argentinas”, y todo el auditorio agitando. He aquí un gesto que define toda la velada: el único que se estaba quedando sin tocar en esos momentos, por falta de instrumento y micrófonos, era Machi, quietito al lado del escenario. Justo Machi, pobre. Y Malosetti, que se mostró agradecido toda la velada, en el medio del primer solo le cedió el bajo que sabe que le pertenece a su maestro y se fue directamente a joder con Rodolfo a la batería. Como si algo más quedara por enseñar más que humildad y amor. Justo en el Día del Estudiante.
Fotos gentileza de Sandra Calandrino – Fotos de Música
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