Las puertas de Groove abrieron antes de lo previsto para dar resguardo a los ansiosos que se hicieron presentes antes de las 00.00 hs, para esperar una de las fechas más prometedoras del fin de semana.
La previa se hizo larga para ellos, pero Las Manos de Filippi apareció tal como indicaron los papeles y el grito de Pecho, al tiempo que sonaban los primeros acordes de “IPHG”, previos a “Latino”, anunció el inicio la fiesta cuando en el reloj apenas pasaba la 01.30 am.
El show duró apenas una hora pero tuvo todos los condimentos que caracterizan a Las Manos en estos 20 años de trayectoria “Crisis Internacional” y “Van por el oro” fueron las canciones elegidas de su último disco Marginal y Popular, para iniciar el mini pogo en las inmediaciones del escenario; que se detuvo cuando el Cabra, vestido con unos cortos y un chaleco al estilo Angus Young, empezó a bailar al compás de “El Rey de la Autocrítica”.
La manija del público, que venía en pleno ascenso, se desató con el anunció de que el nuevo disco está próximo y el agite se mantuvo con “Ballenas” y la cumbia de Mamanis, que hizo bailar a la gente al ritmo del “Cucumelo”.
En el tramo final del show no pudieron faltar los clásicos; la locura del Cabra para mover las alas en “Pajarito”, la querida “Puntera Rosa”, y “La Selección Nacional”, en la previa de la final de la Copa América; después, el cierre a pura música de protesta con “Organización”, “Los métodos piqueteros”, “Señor Cobranza” y la gente que acompañó al grito de “Hay que matar al Presidente…” mientras la banda se despedía sacudiendo Groove por última vez en la noche con “Cutral-có”.
A las 2.30 las luces del escenario se apagaron y el volumen de la música del boliche de Palermo volvió a subir, al mismo tiempo, comenzó el éxodo hacía las barras y el Circo Clandestino dio inicio a su show.
Fue al after y la previa, porque la noche no terminó ahí; ya que una hora más tarde las voces de Bersuit Vergarabat dijeron “Aquí estamos” al ritmo de la cumbia cuasi funky que abre La Nube Rosa, y así comenzó el segundo round. Luego seguido de “Por si pasa” y “Porno star”, así la banda recorrió el escenario de Groove yendo y viniendo, saltando del 2016 a 1992, y haciendo un recorrido de canciones de todas las épocas.
“Puteo” de su primer CD, “La vida boba” de Hijos del Culo y “Espiritú de esta selva” de Don Leopado levantaron a la gente que, al grito de “De la cabeza con Bersuit Vergarabat”, estalló cuando escuchó a Tito Verenzuela dar inicio con su guitarra a las primeras notas de “El tiempo no para” que, acompañadas por la voz de Daniel Suárez, lograron el climax de la noche.
El show continuó con más de su último CD, el reggae “Como decirte”, el homónimo al disco “La nube rosa”, “Carcel, hospital o muerte” y “No vengan” donde Carlos Martín abandonó la batería para darle voz a la protesta con la compañía de Dani y el Cóndor y, con “La del Toro” como infiltrada, “Apunado” y “Agradezco” fueron las que completaron el tramo más novedoso de la banda.
Los múltiples estilos musicales, las letras directas, la conexión con la gente; Bersuit y el vivo hacen un cocktail apto para el disfrute, y el público festeja y celebra cada palabra de sus integrantes.
Los últimos temas de la noche empiezan a salir del cajón, “Zi Zi Zi” es el primero, y “El viejo de arriba” pone a bailar a toda alma presente en recinto que, sin descanso, recibe la inyección de adrenalina de “La Argentinidad al Palo” seguida de “Se viene” y, en este vaivén de ritmos, la cumbia vuelve para anunciar una falsa despedida con “Me voy”.
Y Bersuit sí se fue, pero por unos minutos nomás, porque enseguida volvieron para poner a saltar a todos con “La bolsa” y después domarlos con “Obstinado”, para así despedirse definitivamente, “Gracias por venir y hasta siempre” cerró Dani y la Fiesta Clandestina llegó a su fin.
Fotos de Sofi Vara Fotografía para Rock And Ball
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