El Mirador llegó por primera vez a Encuentro Club en lo que representaba el mayor desafío en sus cinco años de vida. Cinco años que iban a ser la razón del show, la excusa para ejemplificar una vez más el peso de la localia en el oeste con una nueva plaza por tocar. En ese marco para el show, se le agregaba el cierre de la gira despedida de Soltar La Voz, su primer disco. La Lombarda, Jugando y León Vodo calentaron el lugar con el apoyo de su público. Todo pintaba redondo para celebrar.
La pantalla instalada en el fondo del escenario casi no entraba por el ancho de la misma. Ideal para aprovechar las visuales que armaron para la fecha. El escritor Alain Valfré abrió el juego con la lectura de un texto que resultaba como una arenga atravesado por las letras de la banda. Lo siguió el video de presentación con imágenes de un lugar incendiándose y una música que contenía las características de una introducción. La canción que le brindó el nombre al disco despedido abrió el juego y a los primeros acordes, Juan Manuel Verdi lanzó: “Esto es El Mirador” ante un campo repleto de globos con el logo del grupo. “Es tiempo de soltar la voz, dejar que vuele a través del tiempo”, sonaba como grito de guerra para hacerse camino en Encuentro Club.
El repaso histórico resultaba obligatorio en una celebración de cumpleaños. Desde Un Comienzo es el primer registro de grabación lanzado por El Mirador en formato EP. “Tapando huellas” y “Desde un comienzo”, que dio el lugar para el grito de “Vamos El Mirador” por parte del público, estuvieron en la primera oleada de canciones. Ambas marcaron, al igual que en “Sonrisa incompleta” y “Estás de pié” (donde Juani La Fontaine, guitarrista, se bajó del escenario para tocar entre la gente), que la recepción de las canciones antiguas por parte del público es menor en cantidad de personas pero se incrementaba la intensidad con la que vivían los temas. Entre las 21 seleccionadas, hubo espacio para realizar dos covers de bandas argentinas que trascendieron en sus épocas. Primero fue “Yo no me caí del cielo” de Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota y sobre el final cayó “Imposible” de Callejeros que, quizás por una cuestión etarea, fue de lo más celebrado del show. Además, jugaron con “Ángeles Fuimos”, apertura de Dragon Ball Z.
La melodía oscura de “Testigo” generaba un ambiente de respeto por si sola cuando una bailarina alejó la atención que acaparaban los músicos por unos minutos. Se abrió un espacio en el medio del campo y se dejó caer una tela sobre la que empezó a trepar y bailar con ella en las alturas de Encuentro Club. Fernando Cordeiro, cantante de Kimé, se sumó para ponerle la voz a “De Flor nefasta” y un rato antes Jonathan Rouge, bajista de Antagonistas, se acopló en “Balada para olvidar”, en lo que fue una lista con Soltar La Voz como protagonista. La guitarra de La Fontaine abrió una de las preguntas de la noche con “Y vos, ¿qué das?” en lo que ya era una calurosa madrugada en el recinto de San Justo.
El comienzo tanguero de “Cuando no encuentres una estrella” marcaba que volvían a Tv o No Tv, su segundo EP, en el que hubo espacio para el solo de teclados de Juan Gabriel Cordeiro. “Quiero ver muchos hombritos”, comentó Verdi antes de realizar la calma “Ilusionado (tema 13)” que fue uno de los momentos melosos de la noche. El Mirador modelo 2017 se asomó para realizar “Volcán”, track que pertenecerá al próximo trabajo discográfico y fue presentado en The Roxy Live en marzo.
La fiesta se apropió del Encuentro Club cuando el pogo y el baile convivieron con “Ultima soga” que tuvo a Nahuel “El Viejo” Amarilla de La Perra Que Los Parió cantando uno de los puntos más altos de Soltar La Voz. Se metió al podio de los mejores momentos del show junto con “Presbicia”, con Juan Cabral de Ojos Locos en guitarra, que va en camino a convertirse en clásico dentro del repertorio. Luego de “Detrás de una pantalla”, la despedida llegó de la mano de “Quien sos vos” cuando los relojes marcaban que ya habían pasado las 3 am.
Mientras se abrazan al final del show, las sonrisas son dueñas de las caras de los integrantes. Las mismas sonrisas que se encontraron desde el primer hasta el último tema. Miradas complices cuando llegaba el momento de algún solo, con Juani La Fontaine como arengador dentro de la banda buscando uno por uno a los músicos. Encuentro Club celebró las dos décadas de amistad llevadas a los cinco años de banda y el show dejó una síntesis de El Mirador: un grupo de amigos del barrio haciendo canciones para multitudes.
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Fotos de Florencia Mascheroni.
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