El Mirador llegó a Uniclub para seguir presentando “Déjà Vu” (2017), su más reciente material discográfico. Durante casi dos horas, la zona del Abasto retumbó al compás de sus canciones ante un muy buen marco de público que se acercó desde los distintos barrios y zonas del Gran Buenos Aires.
La noche empezó temprano con el rocanrol bien argentino de El Visir y Los Del Averno llevándose los aplausos de los presentes y coronando su set con sus seguidores en un pogo que ocupó el centro de la sala. Luego llegaría el turno de Malpaso, la banda cordobesa que tuvo un gran reconocimiento de las personas que en buen número ocupaban Uniclub durante toda la hora en la que pudieron mostrarse al público porteño de la mano de su sonido potente afirmado en guitarra, bajo y batería, bien secundados por los vientos en algunas canciones.
Cuando el reloj marcaba las 2.30 am el telón volvía a abrirse, esta vez para el plato fuerte de la noche: El Mirador pisaba las tablas acompañados de una puesta artística conformada por el símbolo que los identifica en el centro visual y con una pantalla a cada lado para las proyecciones que transcurrirían durante las 18 canciones que la banda de Lomas del Mirador había preparado. Con la efervesciencia que brotaba, el público también hacía su parte antes del inicio: globos transparentes rellenos de papel picado surgían de entre los espectadores.
El arranque estuvo a cargo de “Tapando huellas”, “Tanto frío” y el viejo-nuevo “Sonrisa incompleta”, tres temas que forman parte de Déjà vu; seguidos de cerca por tres de Soltar la voz (2015): “Y vos, ¿qué das?”, “Testigo” y “Última soga”. El hielo ya se había roto, el frío del exterior estaba bien aislado y el primer “ohhh Mirador…” ya había sido entonado por los seguidores, un contexto que se mostraba alentador desde el inicio para la banda integrada por Juan Manuel Verdi -voz-, Juan Ignacio La Fontaine -guitarra-, Ariel Alejandro Llambí Sales -guitarra y coros-, Jorge Ariel Mandado -bajo- y Juan Manuel Villanueva Rivas -batería-.
La comodidad y alegría por el éxito de la fecha se notaba en el aire y dio lugar al primer punto alto de la noche con “Cuando no encuentres una estrella” de Tv o no Tv (2013) y el agradecimiento de Juani La Fontaine a El Visir… y Malpaso por la compañía esa noche, para dedicarles “el cover que todos llevamos dentro” y comenzar el momento homenaje a Patricio Rey con “Una piba con la remera de Greenpeace”. Después irían ganando lugar los invitados de bandas amigas: Pato de El Gran Ki en el bajo para “Desde un comienzo” y Kimé a grupo completo para el segmento #ElMiradorSwinger en el que otra banda toca un tema de El Mirador, como en esta ocasión le tocó a “Balada para olvidar”.
El tramo final sucedió casi sin respiro con “Soltar la voz”, “Ilusionado (tema 13)”, “Presbicia” y “Mundo ciego”. El ocaso del show llegaba con anuncios y dedicatorias, como la de “Estás de pie” para los músicos de Callejeros y la reivindicación de su inocencia respecto a la tragedia de Cromañón.
Antes del cierre, Verdi comunicó que van a estar trabajando en un nuevo disco pero que se van a seguir viendo las caras en próximos shows y La Fontaine se mezcló entre los asistentes con su guitarra para la intro de “Detrás de una pantalla”, canción que desataría los mayores saltos de la jornada junto a “Quién sos vos” que puso el punto final a una noche en la que El Mirador dejó su huella en un sitio muy importante del rock emergente.
Fotos: Gisele Da Silva
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